viernes, 27 de noviembre de 2009


El rapto de Higea, de Jesús García Blanca, de Editorial Virus, Barcelona.

En las tribus, a quien se le adjudicaba el dominio de la hechicería, la curandería y el conocimiento de la vida y la muerte, terminaba ejerciendo el control sobre la comunidad. ¿Quién puede ser más poderoso que quien conoce –o nos convence de que conoce- el origen de la vida, los componentes más recónditos de nuestro cuerpo, el funcionamiento del organismo y los secretos para mantener la salud o restituirla en caso de enfermedad? Es lo que Jesús García Blanca analiza como el paso de los clérigos a los médicos como detentadores del poder, de la institución médica como relevo de la institución religiosa en nuestras sociedades modernas. Basta con recordar las tremendas similitudes que pude apreciar hace una década en Centroamérica entre el predicador evangelista en un parque y el vendedor de medicamentos en los autobuses. “El rapto de Higea”, en referencia a la diosa griega de la salud, desmonta, con ese necesario espíritu crítico tan poco frecuente en nuestras sociedades, el tabú de infalibilidad que posee el modelo sanitario moderno y que sirve al poder como herramienta eficacísima de control y dominación social.

El individuo se siente indefenso y dominado ante el soldado que le apunta con un arma, el juez que puede sentenciar su destino y el médico a quien encomienda su cuerpo. Lo curioso es que solamente a éste último se le busca voluntariamente.

En nuestras sociedades –supuestamente democráticas- nos posicionamos y participamos en el debate referente a cuestiones como el gasto público, el código penal o la política de vivienda. En cambio, no nos vemos capacitados a intervenir en la decisión de optar entre si lo acertado para nuestra salud es una intervención quirúrgica, una medicación o un cambio en la dieta. El modelo sanitario está diseñado para que el ciudadano no comprenda, no analice, no opine y no decida. Incluso cuando abren la puerta a la decisión ciudadana crean una angustia en la medida en que anteriormente no ofrecieron los elementos necesarios para poder elegir. Hace varios años, ante un brote de meningitis infantil, las autoridades de la Comunidad de Madrid propusieron a los padres que ellos eligieran si vacunar a sus hijos o no. El resultado fue que las familias se encontraron ante un dilema frente al que no poseían la información ni conocimientos necesarios, debido a que el sistema de salud está planteado para que el usuario no conozca, no sepa y nunca pueda decidir, aunque se le ofrezca la posibilidad.

Jesús García también nos explica en este libro, cómo en el origen y diseño actual del sistema sanitario estadounidense se encuentra el control militar. Baste como ejemplo que el denominado Servicio de Inteligencia de Epidemias de Estados Unidos, que tiene ámbito de intervención mundial, posee un “ejército” de 2.700 agentes militares “incrustados” en instituciones, fundaciones, compañías farmacéuticas y de seguros, medios de comunicación y universidades. Al final el “gran hermano” se ha adueñado de la sanidad mundial. Un ejemplo claro de esa coordinación fue la presencia del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, como importante accionista en la empresa propietaria de la patente del medicamento para tratar la gripe aviar1, antes de que apareciese esa epidemia.

También se ha podido saber que la institución internacional de salud, la OMS, ha creado un departamento (Internacional Medical Products Anti Counterfeiting Taskforce) en el que participan la INTERPOL, el Banco Mundial, la Organización Mundial del Comercio y las Organización Mundial de la Propiedad Intelectual y la Federación Internacional de Asociaciones de Compañías Farmacéuticas2, que, bajo la excusa de la detección de medicamentos falsificados, tiene como objeto la persecución de la fabricación de genéricos al margen de la industria farmacéutica. No debemos olvidar, como nos recuerda el autor, que “el mercado controla la investigación, las publicaciones especializadas, la difusión masiva de noticias relacionadas con la salud y a una enorme cantidad de ONGs que trabajan en este campo, y que ello repercute sobre los discursos, los conceptos de salud y los modelos sanitarios más allá de cómo se administren”. El sistema además sacraliza las publicaciones científicas. Como señala García, estas publicaciones están sometidas a los mismos condicionamientos económicos y empresariales que el resto de medios de comunicación, no pueden arrogarse, como lo hacen, el valor de la infalibilidad científica. Las publicaciones médicas disfrutan de una patente de imparcialidad por la que están siendo reconocidas como la fuente más neutral hasta para determinar el número de muertos en la invasión de Iraq, ofrecido sin cuestionamiento por la revista The Lancet.

El caso de estas publicaciones es sólo un elemento colateral del modelo cientifista que nos domina, según el cual, las aseveraciones que logran presentarse como científicas se convierten en incuestionables e infalibles. Se trata de algo que explotan muy bien en el ámbito de la economía, donde se permiten presentar sus recetas neoliberales como ciencia ajena al debate y la crítica política. Hasta el término “receta” es tomado del vocabulario médico, tan científico él, para aplicarlo en la economía. Y es que con la sanidad consiguen algo similar, mediante la presentación de cualquier iniciativa médica bajo la patina de ciencia neutral logran erradicar cualquier atisbo de crítica o debate.

Por ello, es necesario recordar e insistir en el fracaso del modelo capitalista global que nos gobierna y que ha instalado en los ciudadanos de los países ricos la enfermedad de la frustración. Pasamos nuestra vida persiguiendo la comida más sofisticada, el arte más excéntrico, el sexo más impulsivo, el mobiliario más chic. Quienes viven en zonas rurales, en cuanto pueden buscan las aglomeraciones de las grandes ciudades, los urbanos del interior se escapan a la costa y los habitantes de las regiones con temperaturas cálidas sueñan con una chimenea. A nuestros jóvenes les resulta insoportablemente aburrido un sol de primavera, el canto de un pájaro o una charla en un café. Internet ha supuesto la huida absoluta del mundo hacia lo irreal que no es nada. Vivir instalados en la frustración conlleva esa huida –que no búsqueda- hacia no se sabe dónde.

Nuestro sistema sanitario es el vivo ejemplo del surrealismo y la paradoja. Un indigente podrá recibir en los servicios de urgencia, de forma gratuita o subvencionada, un medicamento contra la sarna que debe disolver en el agua de una bañera, pero no tiene bañera, ni agua corriente, ni vivienda. A quien duerme en un frío invierno en la antesala de un cajero automático porque no tiene otro lugar, el sistema lo ingresa en un hospital cuando se enferma de pulmonía pero antes no le pudo ofrecer una manta para evitarla. Y además le dará el alta para que se dirija de nuevo a pasar la noche donde de nuevo enfermará.

En la versión global se mantienen también esas insultantes paradojas. Si, por ejemplo, naciesen en una inmunda barriada de Filipinas en el seno de una familia sin recursos para alimentarlas, dos gemelas adheridas por la espalda, los mejores hospitales del mundo competirían por realizar la intervención quirúrgica que las separe. Ya ha sucedido en alguna ocasión. Si, por el contrario, las niñas hubiesen nacido normales, ninguna institución se hubiera preocupado de que pudiesen ser alimentadas o de que recibieran asistencia médica ante una diarrea.

El mercado infesta todos los intersticios de nuestro sistema sanitario. Desde la ilegalidad se crean mercados de órganos o úteros de alquiler, y con la legalidad los jóvenes venden su semen y los equipos médicos de trasplantes cobran incentivos por cada donante que consiguen. Un hospital privado de los que ahora se conciertan por el Estado tendrá un gran negocio si hay una epidemia en su área de asistencia porque se multiplicarán las atenciones sanitarias y la facturación. Conforme a nuestro cálculo del Producto Interior Bruto, éste aumentará y, por tanto, el “crecimiento económico”, si surge un brote de Alzheimer que disparará la construcción de centros de asistencia, puestos de trabajo y la comercialización de material relacionado con la atención de esos pacientes. La película futurista La Isla (Michael Bay, 2005) ilustra bien algo que no podría resultar tan incongruente con el sistema que estamos creando. En ella una empresa “produce” clones de ciudadanos acaudalados con el único objetivo de disponer de órganos de repuesto para ellos. Por supuesto, ni los “originales” ni los clones conocen el planteamiento, los primeros sólo saben que pagan a una empresa que les encuentra donante, los segundos viven artificialmente en una comunidad cerrada y secreta creyendo que son la únicos supervivientes de un desastre nuclear, periódicamente se celebra un sorteo y uno de ellos es elegido para viajar a “la isla”, un lugar paradisíaco no contaminado. Nunca lo vuelven a ver sus compañeros. Se me ocurren dos preguntas: ¿Acaso tendrían prejuicios muchos de los ciudadanos de los países ricos en recibir un órgano de otro humano si lo necesitan para seguir vivos, aunque fuera a costa de la vida del donante? ¿Acaso no estarían en condiciones de pagar lo suficiente como para que sea rentable para una empresa dedicarse a ello? Al fin y al cabo ya estamos consumiendo su alimento en forma de combustible para nuestros vehículos.

Las empresas farmacéuticas merecen capítulo aparte, pero basta con señalar que el propio premio Nobel de Medicina Richard Roberts reconocía que “no les interesa buscar la curación"3. Ni las empresas de armamento desean acabar con las guerras ni las de medicamentos con la enfermedad. La razón es que nuestro sistema de mercado se fundamenta en crear empresas a las que paga por atender los problemas, de forma tal que éstas serán las primeras interesadas en que no se solucionen definitivamente esos problemas.

García también afronta en su libro serias discrepancias científicas en lo referente al origen infeccioso de las enfermedades, el SIDA y otros paradigmas médicos. No estoy en condiciones de darle la razón o no, pero hemos de reconocer el valor de que su trabajo tenga el mérito de que, como afirmaba Einstein, “lo importante es no dejar nunca de cuestionar”. Llevar este cuestionamiento hasta el altar de la sacrosanta ciencia de la salud es de gran valor para ir creando un ciudadano crítico e independiente ante el poder, no sólo el político y el económico, sino también el científico que, como bien nos demuestra en su libro, no es ajeno a los dos primeros.

Por último, como ya viene siendo obligado en toda obra que quiera dejar en evidencia la indignación hacia el modelo dominante, Jesús García Blanca aporta propuestas de insurgencia y rebelión. Y, como para que el levantamiento sea eficaz necesita cimentarse en el conocimiento y la información, ni una de estas propuestas debo adelantar en este prólogo para que sólo se conozcan una vez leído este libro.

Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.


El rapto de Higea

La salud y la enfermedad
como base para
mecanismos de control social

Jesús García Blanca
keffet@gmail.com
http://saludypoder.blogspot.com

“El rapto de Higea, en referencia a la diosa griega de la salud, desmonta, con ese necesario espíritu crítico tan poco frecuente en nuestras sociedades, el tabú de infalibilidad que posee el modelo sanitario moderno y que sirve al poder como herramienta eficacísima de control y dominación social".



Contenido:

Apertura

Presentación:
Y el médico sustituyó al sacerdote
Pascual Serrano

Introducción:
SALUD Y GLOBALIZACIÓN

PRIMERA PARTE:
LA DESHUMANIZACIÓN DE LA SALUD
1. Crisis global de salud
2. La ciencia al servicio del Imperialismo
3. La conexión multinacionales-instituciones-ONGs-Medios
4. Las publicaciones científicas como caso particular de Falsimedia
5. Industria química, salud, enfermedad y alimentación

SEGUNDA PARTE:
MICROECOLOGÍA
1.Perspectivas macroecológica y microecológica; la mirada global
2. La Teoría de la Infección
3. Soporte teórico para una transformación radical:
Teoría de la Estructura Dinámica.

TERCERA PARTE:
ACCIÓN Y REBELDÍA
1. La infancia: Estado de Sitio
2. Disidencia, censura, control: las nuevas formas de la Plaga Emocional
3. Desobedeciendo
4. Caso SIDA como ejemplo: Los límites de la rebeldía.

Anexos
Bibliografía
Recursos en Internet

Agradecimientos
Cierre



“Pensar es efectivamente peligroso para el orden”
Jesús Ibáñez
[1].


El terreno representado por lo que habitualmente llamamos “salud y enfermedad” es campo abonado para el ejercicio del poder. Y ello en una doble acepción: es una jurisdicción donde se ejerce el poder, y es también –y esto es mucho más importante- un complejo conjunto de mecanismos que producen efectos de poder: fabricación de verdad, manipulación de discursos, imposición de modelos éticos y de comportamiento, implantación de automatismos...
El ejercicio del poder en este campo específico y su entrecruzamiento con otros, ha puesto en marcha una serie de procesos que se retroalimentan entre sí: superespecialización de la ciencia, aplicación irresponsable de la tecnología, falta absoluta de participación de los ciudadanos en la gestión de su salud, control creciente de los servicios sanitarios, de la investigación y de la formación e información por las compañías farmacéuticas, es decir por el Gran Capital... el resultado: deshumanización y medicalización[2].

Pero estos procesos, no sólo no logran solucionar los problemas de salud, sino que contribuyen a agravarlos. Ello, unido a la imposición del Modelo Occidental Capitalista, desarrolladoDesarrollado, y sus mecanismos de perpetuación -urbanización y desarrollo industrial competitivo al margen de las necesidades humanas, desequilibrios y desigualdades, modelos educativos concebidos para la domesticación de los individuos y la protección del sistema- agudiza la degradación ecológica, social, educativa y biológica evidenciando una crisis global de la Salud y de los Sistemas Sanitarios de la que algunos síntomas visibles son el aumento del número de enfermedades, del número de enfermos, del consumo de servicios curativos y del costo de esos servicios.
Esto por lo que se refiere a los países ricos. En el resto del planeta, las condiciones creadas por la expansión colonial, el capitalismo y el imperialismo sólo pueden describirse de una forma: genocidio.


NOTAS:
[1] El regreso del sujeto.
[2] “Medicalizar es tratar por separado problemas que en el fondo van juntos; no sólo es tratar problemas sociales desde una perspectiva sanitaria”. MIGUEL, Jesús M. de. Salud y Poder.


Disponible en breve en formato libro (Virus Editorial) y electrónico.

jueves, 26 de noviembre de 2009

MENTIRAS SOBRE LA GRIPE DEL PUERCO

Publicado por Miguel Jara el 25 de Noviembre de 2009
La semana pasada se celebró en la sede de la Organización Médica Colegial en Madrid el “Foro sobre ética de las medidas para la protección de la población contra la gripe A“, unas interesantísimas jornadas que el colectivo de médicos está organizando durante las últimas “pandémicas” semanas para debatir sobre los últimos acontecimientos referidos a tal situación.
Acta sanitaria1
Juan Gérvas, médico madrileño de talento y talante (en la foto el primero por la izquierda) me envía algunas conclusiones de su visión. Resumo las que me parecen que son no sólo razonables sino originales pues de Juan he publicado ya en varias ocasiones sus textos. Merece la pena leerlos:
Las personas nacidas antes de 1957 tienen defensas contra la gripe A. El virus de la gripe A circuló ampliamente entre 1918 y 1957, y dejó una protección por más de 50 años en los afectados. Es decir, la inmunidad natural dura más de medio siglo. Por ello los ancianos mueren menos con la gripe A. Vale la pena pasar la gripe A y no probar con una vacuna que si sirviera nadie sabe cuánto duraría su efecto. Al pasar la gripe A los niños, jóvenes y adultos tendrán la oportunidad de “vacunarse” de por vida y naturalmente contra la enfermedad. Por cierto, la epidemia de 1918 que provocó millones de muertos se dio en un mundo sin antibióticos, sin sistemas sanitarios, de pobreza y sin agua corriente, y a pesar de ello mató casi en exclusiva a los pobres. También la gripe A de 2009-10 mata sobre todo a pobres y en países sin sistema sanitario público, como en Méjico y EEUU.
La gripe A es sólo una de las muchas enfermedades “tipo gripal”. El virus de la gripe provoca muy pocas “gripes”. Aunque fuera eficaz la vacuna sólo evitaría los casos de gripe propiamente dicho. Por ejemplo, los médicos “centinelas”, especializados en diagnosticar la gripe para tomar muestras y saber el tipo de virus, sólo aciertan en un 30-50% de los casos (en el 50-70% de los pacientes, el cuadro gripal lo provoca otro virus, como adenovirus, rinovirus, virus sincitial respiratorio y demás). El típico trancazo es casi siempre otra cosa, no gripe propiamente dicha. Por cierto, cuando los médicos “centinelas” aciertan y es gripe, casi en el 100% es el virus H1N1 (el de la gripe A), por lo que no vale la pena hacer prueba ni test diagnóstico alguno.
Las vacunas contra la gripe sirven para poco en la práctica. La efectividad de las vacunas antigripales es bajísima, del orden del 33%. Es decir, no valen para nada en 7 de cada 10 vacunados (que corren los riesgos de la vacunación sin esperar ningún beneficio). Las vacunas antigripales son especialmente inútiles en los niños y más en los menores de dos años, en que no valen para nada. Además, no hay ensayos clínicos que duren años respecto a las vacunas antigripales, así que no sabemos nada sobre sus perjuicios y beneficios a largo plazo. De la vacuna contra la gripe A no sabemos nada sobre su efectividad, pero como mucho será del 33%. El ejemplo de los países del hemisferio sur demuestra que no vale la pena la vacunación. De hecho, la vacunación podría ser causa de que las cosas se complicasen, pero no hay ensayos clínicos previstos para estudiar la efectividad de la vacuna, ni a corto ni a largo plazo.
La gripe A no provoca más complicaciones en las embarazadas que la gripe estacional. El embarazo, sobre todo al final del mismo, se acompaña de más complicaciones por la gripe A, como todos los años sucede con la gripe estacional. Por ello, la embarazada debe tener el mismo comportamiento de tranquilidad y sentido común ante la gripe A que ante la gripe de otros años. La vacuna más específica contra la gripe A en las embarazadas, Panenza, contiene timerosal como conservante en la presentación multidosis y el timerosal se desaconseja en el embarazo. Además, la ficha técnica (la información oficial) de Panenza, dice literalmente:
“4.6. Embarazo y lactancia. Actualmente no hay datos disponibles relativos al uso de Panenza durante el embarazo. Los datos obtenidos en mujeres embarazadas que han sido vacunadas con diferentes vacunas estacionales inactivadas no adjuradas no sugieren malformaciones o toxicidad fetal o neonatal”. Es decir, no sabemos nada, salvo vagas deducciones.
Las compañías farmacéuticas no son responsables de los daños que causen la vacuna contra la gripe A. La situación es de tal incertidumbre que los políticos han decido eximir a las compañías farmacéuticas de toda responsabilidad por los daños que causen las vacunas contra la gripe A, tanto en EEUU como en la Unión Europea. Es insólito que la industria farmacéutica haya logrado este paraguas que le protege de reclamaciones y responsabilidades. Con ello se facilita su “toma de riesgos” (menor precaución, más irresponsabilidad) y se trasladan los posibles daños a los hombros de la sociedad, no de los accionistas como sucede habitualmente (en el negocio de la vacuna contra la gripe A sólo hay ganancias).
La financiación pública de la vacuna contra el gripe A desvía fondos que no se emplean para otros problemas sanitarios. Cuando se utiliza dinero público la cuestión no se ciñe sólo a la efectividad de la vacuna contra la gripe A, sino también a su coste-oportunidad, a lo que se deja de hacer cuando se vacuna. Así, por ejemplo, el problema del suicidio en los adolescentes y jóvenes (mata más que la gripe A), la salud bucodental de los adultos y ancianos (desdentados por falta de cobertura sanitaria pública), la muerte digna en casa (hoy casi un imposible morir en casa atendido por el propio médico de cabecera).

sábado, 21 de noviembre de 2009



Soñar, un "precalentamiento" del cerebro

Benedict Carey
The New York Times


NUEVA YORK.- Nieva fuerte, pero todos están en el jardín en malla: mamá, papá, el director de la escuela e incluso esa ex novia. ¿Y es aquel Elvis, detrás de la piñata?

Los sueños son tan ricos y parecen tan reales que los científicos suponen que deben tener un propósito psicológico. Para Freud, soñar ofrecía un patio de juegos para el inconsciente; para Jung, era un escenario en el que los arquetipos de la psiquis encarnaban nuestros conflictos primarios. Pero? ¿y si el propósito primario de los sueños no fuera psicológico?

En un trabajo publicado en la revista Nature Reviews Neuroscience , el doctor J. Allan Hobson, psiquiatra e investigador de la Universidad de Harvard, argumenta que el propósito del sueño es fisiológico: el cerebro está calentando sus circuitos, anticipando las escenas de la vida consciente.

"Esto ayuda a explicar un montón de cosas, por ejemplo, por qué tanta gente se olvida de lo que sueña -dijo el doctor Hobson-. Es como hacer jogging; el cuerpo no recuerda cada paso, pero sabe que hizo ejercicio. Esto es parecido: los sueños están afinando la mente para la vida consciente."

Hobson postula que dormir es un estado de consciencia paralelo que está continuamente en marcha, pero que normalmente está suprimido cuando estamos despiertos. El trabajo ya ha estimulado la controversia y la discusión entre los psicólogos freudianos, los terapeutas y otros investigadores, incluyendo a los neurocientíficos.

El doctor Rodolfo Llinás, neurólogo de la Universidad de Nueva York, calificó las ideas del doctor Hobson de "impresionantes", pero dijo que no era la única interpretación fisiológica de los sueños. "Yo digo que los sueños no son un estado paralelo de conciencia, sino que es la conciencia en sí misma, la ausencia de estímulos de los sentidos", dijo Llinás.

Una vez despiertas las personas, argumentó, sus cerebros revisan las imágenes de sueños para hacer coincidir lo que ve, oye y siente: los sueños son "corregidos" por los sentidos.

Estas nuevas concepciones están basadas en parte en descubrimientos básicos acerca del sueño REM. Diversos estudios sugieren que los sueños REM aparecen pronto en la vida, en el tercer trimestre de la gestación.

Los científicos han hallado evidencia de que la actividad REM ayuda al cerebro a construir conexiones nerviosas, particularmente en sus áreas visuales. El feto en desarrollo puede estar "viendo" algo, en lo que hace a su actividad cerebral, mucho antes de que se abran sus ojos, mientras su cerebro se basa en modelos de espacio y de tiempo innatos, como una máquina de realidad virtual interna. Los sueños completos, en el sentido usual de la palabra, llegan mucho después. Su contenido, según este punto de vista, es un tipo de prueba o ensayo de lo que puede deparar el día que se acerca.

Todo esto no significa que los sueños estén desprovistos de significado. Cualquiera que pueda recordar un sueño vívido sabe que en ocasiones esas extrañas escenas nocturnas reflejan esperanzas reales y ansiedades. Pero la gente puede leer casi cualquier cosa en un sueño, y lo hace. En un reciente estudio de más de mil personas, investigadores de la Universidad de Carnegie Mellon y Harvard encontraron sesgos muy fuertes en la interpretación de los sueños.

De hecho, las investigaciones sugieren que alrededor del 20% de los sueños contienen personas o lugares que el soñador ha encontrado. La mayoría de las imágenes parecen ser exclusivas de un sueño.

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jueves, 19 de noviembre de 2009

M A L A S A L U D


La lupa sobre los controles porteños

La Justicia designó como asistente en la causa al Ministerio de Salud de la Nación. Dos personas murieron y otras dieciséis se intoxicaron en una clínica para adultos mayores. El juez halló “comida en mal estado y medicamentos vencidos”.

La Justicia desplazó ayer a las autoridades porteñas como auxiliares de la investigación en la clínica de rehabilitación Santa María de los Buenos Ayres, donde el martes pasado murieron dos personas por una supuesta intoxicación en la comida. El juez en lo Criminal de Instrucción Juan María Ramos Padilla –a cargo de la causa– solicitó, entonces, que el Ministerio de Salud de la Nación designe a un funcionario de esa cartera para garantizar la preservación de los elementos de prueba. Durante la tarde de ayer, Ramos Padilla ordenó “medidas procesales” en algunas dependencias del Gobierno de la Ciudad y recorrió la clínica del barrio de Almagro. Un vocero judicial relató que el martes el juez halló en la clínica “comida en mal estado, medicamentos vencidos, un irregular funcionamiento de heladeras y del grupo electrógeno, deficiencias en el suministro del agua y otras falencias en materia de seguridad”. Según el vocero, “cuando el juez recorría el lugar, un camión de basura de la ciudad de Buenos Aires retiraba objetos que podrían ser elementos probatorios”. En el marco de la investigación, a cargo de la fiscal de instrucción Betina Bota, se “secuestraron historias clínicas, libros de las inspecciones y clausuraron dos oficinas y la cocina”, detalló.

Según explicó a Página/12 un vocero de la Agencia Gubernamental de Control porteña, “no realizaron un allanamiento, sino que el magistrado solicitó el expediente de habilitación del lugar para constatar que se habían hecho todas las verificaciones pertinentes”.

La clínica Santa María de los Buenos Ayres, del barrio porteño de Almagro, está habilitada desde 1983 como establecimiento privado de asistencia médica, con poco más de dos mil metros cuadrados y capacidad para 68 internados en habitaciones comunes y 28 en terapia intensiva. No es un geriátrico, sino una clínica especializada en tercera edad. El martes a la madrugada, cuando un hombre de 60 años y una mujer de 86 fallecieron, la capacidad del establecimiento estaba al tope: en el lugar había casi 60 pacientes internados.

Según fuentes de la Agencia Gubernamental de Control porteña, en el último año la clínica fue inspeccionada dos veces. “En abril de 2009 fueron inspectores de la Dirección General de Fiscalización y Control, para verificar las medidas de seguridad del establecimiento (salidas de emergencia, instalaciones eléctricas, matafuegos). Y en diciembre de 2008 personal de Bromatología realizó controles en la comida, en los certificados de los cursos de manipulación de alimentos, de fumigación y limpieza de los tanques de agua”, confirmó a este medio un vocero del gobierno PRO. Además, según justificó la fuente, “nunca hemos recibido ninguna denuncia específica sobre el funcionamiento de la clínica que habilite otro tipo de fiscalización y, además, el controlar la comida es algo muy complicado ya que debería hacerse todos los días”.

De todas maneras, la Justicia desplazó ayer a las autoridades porteñas como auxiliares de la investigación por las muertes y los dieciséis intoxicados en la clínica. Una fuente de la causa relató que el juez Ramos Padilla “dispuso que la División de Defraudaciones y Estafas de la Policía Federal allane las oficinas de Habilitaciones, Higiene y Seguridad y el Ministerio de Salud” porteños por lo ocurrido en el sanatorio Santa María de los Buenos Ayres.

Además, el magistrado “pidió al Ministerio de Salud de la Nación que designe a un funcionario de esa cartera para garantizar la preservación de los elementos de prueba”, indicó el vocero judicial. Desde la cartera sanitaria nacional se confirmó la medida. De hecho, la designación recayó en el director de Emergencias Sanitarias, Gabriel Ive, “quien procura determinar en qué estado se encuentra cada uno de los pacientes internados en la clínica y los que fueron derivados a otros centros sanitarios”, admitió la misma fuente.

martes, 17 de noviembre de 2009

vamos chicas!!!!!


Una nueva 'viagra femenina' dispara el deseo sexual

  • El fármaco, de momento, sólo se utiliza en ensayos clínicos
  • Los expertos creen que en el futuro podría ser una terapia eficaz para este trastorno
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MADRID.- Las mujeres con la libido baja están de enhorabuena. Un fármaco -pensado originalmente como antidepresivo- es eficaz para despertarles otra vez los instintos sexuales.

Los estudios que ha realizado la Escuela de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte (Estados Unidos) y la Universidad de Ottawa en Canadá, respaldan la utilidad de este medicamento, flibanserina, para devolver el deseo a las mujeres, según han indicado durante el Congreso de la Sociedad Europea de Medicina Sexual que se celebra en Lyon (Francia).

Según explica John M. Thorp Jr., responsable norteamericano de estos estudios, ellos fueron los primeros en evaluar una terapia que funcionara a nivel cerebral para aumentar la libido en mujeres con bajo deseo sexual. "La flibanserina era un mal antidepresivo, sin embargo, se observó que aumentaba la libido en animales de laboratorio y seres humanos. Por ello realizamos múltiples ensayos clínicos y las mujeres de nuestros estudios que lo tomaron por un deseo sexual bajo decían sentir mejoras y experiencias sexuales satisfactorias", añade.

El producto, indican los investigadores, es esencialmente un fármaco similar a la viagra para las mujeres en las que el principal problema sexual es la disminución del deseo, como lo es la disfunción eréctil en los hombres.

Los datos muestran que la prevalencia de este trastorno -conocido médicamente como deseo sexual hipoactivo- afecta a entre el 9% y el 26% de las mujeres sólo en EEUU. La flibanserina en la actualidad se utiliza como un fármaco en el ámbito de la investigación y sólo lo toman mujeres que participan en ensayos clínicos.

100 miligramos al día

Los investigadores reunieron los datos de cuatro ensayos clínicos con flibanserina realizados en Estados Unidos, Canadá y Europa. En ellos participaron un total de 1.946 mujeres premenopáusicas mayores de 18 años que recibieron de forma aleatoria flibanserina o un placebo durante 24 semanas. Las participantes fueron analizadas durante cuatro semanas antes de comenzar el tratamiento y en las cuatro semanas siguientes.

De forma inicial, se utilizaron cuatro dosis diferentes en los ensayos: 25 miligramos dos veces al día, 50 miligramos una vez al día al acostarse, 50 miligramos dos veces al día y 100 miligramos una vez al día al acostarse. Las dosis de 50 miligramos diarios no fueron eficaces pero sí las de 100 miligramos. Por este motivo, los resultados proceden sólo de tres de los cuatro ensayos y están basadas en los 100 miligramos diarios.

Los ensayos midieron los cambios en seis variables sobre las que informaban las mujeres una vez por semana. Incluían el número de encuentros sexuales satisfactorios, una puntuación diaria del deseo, aspectos del funcionamiento sexual femenino, funcionamiento sexual global, alteraciones sexuales y, en concreto, alteraciones de la libido y el deseo.

Los investigadores concluyeron que el tratamiento con 100 miligramos de flibanserina una vez al día se asociaba con mejoras significativas frente al placebo en el número de encuentro sexuales, el deseo sexual, una reducción en el malestar asociado con la disfunción sexual y el funcionamiento sexual global.

"Estos resultados apuntan a una nueva estrategia farmacológica del problema sexual que asola a las mujeres en edad reproductiva y podría ser con el paso del tiempo un tratamiento eficaz sin los efectos secundarios de la terapia de reemplazo de andrógenos, que es el único tratamiento existente en la actualidad", concluye Thorp.

H I P N O T I C E M E, D O C T O R

La hipnosis tiene efecto en el cerebro

La hipnosis tiene un efecto "muy real" en el cerebro, que puede ser detectado con escáneres, afirman científicos de la Universidad de Hull, en Inglaterra.

Hipnosis

Hasta ahora ha habido mucho escepticismo sobre si realmente existe el estado hipnótico.

Un estudio con voluntarios hipnotizados mostró en imágenes computarizadas cambios en las partes del cerebro relacionadas con el fantaseo y la imaginación.

Estos patrones cerebrales -afirman los investigadores- no estaban presentes en los participantes que tomaron parte en las pruebas pero no fueron susceptibles a la hipnosis.

Tal como señalan los expertos, el estudio publicado en la revista Consciousness and Cognition (Conciencia y Cognición) apoya la teoría de que la hipnosis "prepara" al cerebro para quedar dispuesto a la sugestión.

La hipnosis es una técnica cada vez más utilizada para ayudar a las personas a dejar de fumar o perder peso, y en el Reino Unido algunos expertos recientemente recomendaron su uso en el Servicio Nacional de Salud para tratar a pacientes con síndrome de intestino irritable.

Sin embargo, tal como afirman los investigadores, todavía hay mucho escepticismo sobre si realmente existe el llamado "estado hipnótico".

Más susceptibles

No es la primera vez que los científicos intentan usar técnicas de imágenes de resonancia magnética funcional para monitorear la actividad cerebral en personas que han sido hipnotizadas.

Pero el equipo de Hull afirma que, en el pasado, los estudios se llevaron a cabo mientras las personas hipnotizadas realizaban determinadas tareas, de modo que no estaba claro si los cambios en el cerebro se debían al acto de efectuar una labor o al efecto de la hipnosis.

Esto demuestra que los cambios en el cerebro se deben a la hipnosis y no a la simple relajación. Nuestro trabajo muestra que la hipnosis es real

Dr. Michael McGeown

En la investigación reciente, el equipo primero analizó la forma en que los participantes respondían a la hipnosis y seleccionó a diez individuos que eran "altamente susceptibles" y a siete que no habían respondido a la técnica, aparte de quedar más relajados.

Posteriormente se pidió a los participantes que llevaran a cabo una tarea mientras estaban bajo hipnosis -como escuchar música no existente- y no sabían que se estaba monitoreando su actividad cerebral incluso en los períodos de descanso entre ocupaciones.

Los investigadores también llevaron a cabo escáneres cerebrales de los participantes sin inducción hipnótica para poder comparar los estados de descanso dentro y fuera de la hipnosis.

Los resultados mostraron que en el grupo "altamente susceptible" hubo una actividad reducida en la región cerebral involucrada en el fantaseo y en dejar correr la imaginación, lo que se conoce como la red de "modo por omisión" (DMN, por sus siglas en inglés) que se activa cuando el individuo no está enfocado en el mundo exterior y el cerebro está en reposo, aunque despierto.

No es relajación

Se cree que la hipnosis funciona "clausurando" el DMN, lo que deja al cerebro libre para concentrarse en otras tareas.

Cerebro

Se cree que la hipnosis funciona clausurando la "red de modo por omisión".

Tal como afirma el doctor William McGeown, profesor del departamento de psicología de la Universidad de Hull y quien dirigió el estudio, los resultados son "inequívocos" porque sólo se vieron en los individuos altamente susceptibles a la hipnosis.

"Esto demuestra que los cambios en el cerebro se deben a la hipnosis y no a la simple relajación. Nuestro trabajo muestra que la hipnosis es real", asegura el investigador.

Por su parte, el doctor Michael Heap, psicólogo clínico y forense basado en Sheffield, Inglaterra, comenta que este experimento es el primero que muestra los patrones cerebrales que apoyan la teoría de que la hipnosis funciona al "preparar" al sujeto para que responda de manera más efectiva a las sugerencias.

"Aún más importante es que los datos confirman que la relajación no es un factor crítico", agrega.

"La información limitada de este estudio sugiere que este patrón de actividad posteriormente se disipa (por lo menos hasta cierto punto) una vez que los individuos comienzan a comprometerse con las sugerencias que se les dan".

Sin embargo, el psicólogo dice que este estudio pequeño, que necesita confirmarse con otros poblaciones, no prueba que las personas que están siendo hipnotizadas esté en una verdadero "trance".

La sanidad así no es sostenible · ELPAÍS.com

La sanidad así no es sostenible · ELPAÍS.com

martes, 10 de noviembre de 2009

LABORATORIO DE BOLSILLO


Del celular a un microscopio.

La Universidad de California ha convertido un teléfono celular en una herramienta para análisis de sangre.

Por 10 dolares se le puede agregar un software a los teléfonos inteligentes tipo IPhone que permite poner un dedo con una pequeña gota de sangre sobre el sensor de fotos de un celular y enviarlo. El sensor detecta el contenido y envía la información a un hospital o centro de salud. El teléfono puede detectar las figuras de una célula enferma o anormal o puede determinar el nivel de células blancas ,que es un signo de infección; dijo Aydogan Ozcan un profesor asistente de ingeniería eléctrica y miembro de Instituto de nanosistema de la Universidad de California.

Dijo que es una forma beatísima de eliminar microscopios y ejemplares de imagenes biologicas con una simple cámara del teléfono celular. La idea es comercializar esta aplicación de bajo costo y aplicarla a diferentes productos dijo el Dr. Karlovac Director ejecutivo de Microskia en Los Angeles.

“los hologramas creados por emisión de luz son ricos en información, puede ser procesados matematicamente y reconstruir las imagenes del microscopio, es potencialmente mas rápido que el microscopio."

jueves, 5 de noviembre de 2009

ESTUDIO CURIOSO

Estar de mal humor hace pensar con más claridad

  1. Un estudio publicado en la revista 'Science' reafirma que el liderazgo requiere desconfianza

Estar de mal humor y ser un gruñón hacen pensar con más claridad, según un estudio australiano publicado en la revista Science que investiga las emociones. Así, indica que en contraste con las personas que parecen siempre felices, las de ánimo miserable son mejores a la hora de tomar decisiones ya que son menos crédulas. El estudio justifica las críticas que tan a menudo sufren los jefes, generalmente más respetados en el entorno laboral cuanto más agrio tienen el carácter.

"Mientras la jovialidad fomenta la creatividad, la melancolía facilita la atención y el pensamiento reflexivo", asegura el investigador y psicólogo de la Universidad de Nueva Gales del Sur, que ha dirigido el estudio, Joe Forgas. El experto afirma que una persona irritable y desconfiada puede lidiar con situaciones más exigentes que un individuo feliz, por la forma en la que el cerebro "promueve estrategias de procesamiento de la información".

Estudio en la práctica

Para llegar a estas conclusiones, el científico le pidió a un grupo de voluntarios que mirasen diferentes películas y pensasen en situaciones positivas o negativas de sus vidas, con el fin de ponerlos de buen o mal humor. Posteriormente, les pidió una serie de ejercicios, como juzgar la veracidad de los mitos urbanos y dar detalles como testigos oculares de un hecho.

Los malhumorados superaron a los joviales, ya que cometieron menos errores y fueron mejores comunicadores. "Mientras que el humor positivo parece promover la creatividad, la flexibilidad y la cooperación, el malhumor activa una forma de pensar más atenta y cuidadosa, haciendo que la persona preste más atención al mundo externo", añadió Forgas.

La tristeza del mensaje escrito

El estudio también concluye que los individuos tristes son mejores exponiendo sus ideas a través de argumentos escritos. A juicio del psicólogo, esta situación muestra que "un humor moderadamente negativo puede en realidad promover un estilo de comunicación más concreto, más armonioso y, en definitiva, más exitoso". Finalmente, el anterior trabajo de Forgas apuntaba a que el clima tiene un efecto similar sobre el ser humano: un día húmedo y gris agudiza la memoria, mientras que uno soleado vuelve a las personas más olvidadizas.