jueves, 1 de octubre de 2009

A L Z H E I M E R

HA MIRADO SIN ÉXITO EN TODAS PARTES

Crea un medicamento contra el Alzheimer pero lo olvida en algún sitio

Publicado el 1 de Octubre de 2009 por Xavi Puig

Robert Marth, experto en el estudio del deterioro cognitivo, anunció ayer por la tarde que, tras años de investigaciones, su equipo de la Universidad de Cambridge había dado con un complejo inyectable capaz de erradicar la enfermedad de Alzheimer. Esta trágica dolencia, que afecta a más de 26 millones de personas en el mundo, no disponía aún de una cura definitiva y, por lo tanto, el anuncio de Marth generó una expectación sin precedentes en la comunidad científica. “Es el fruto de años de trabajo y de múltiples ensayos sin resultados apreciables pero, por fin, parece que hemos dado con las claves para revertir la deposición de amiloide”, llegó a afirmar el experto neurólogo. Esta mañana, sin embargo, cuando científicos y medios de comunicación se disponían a asistir a la presentación del medicamento, Marth se percató de que había perdido tanto el complejo inyectable como las notas que indicaban su composición. “Es la primera vez que me pasa, yo no suelo… puede que esté en el taxi pero no sé, yo… no sé. Llamaré a mi mujer, ella siempre me cambia las cosas de sitio. ¿Dónde coño está mi móvil?” ha dicho el doctor con la voz entrecortada.

Suspendida la presentación, los compañeros de Robert Marth han intentado ayudarle a recordar dónde había estado antes de acudir a la universidad, pero los intentos han sido infructuosos: “Recuerdo cosas sueltas”, ha reconocido Marth. “Recuerdo haber puesto el medicamento en el bolsillo de la americana, pero no puede ser porque yo ya no llevo esa americana. La americana es de cuando era joven, es de los sesenta. Yo nunca llevaría esa americana ahora. Ahora está más de moda el trench. Y creo que mi mujer… mierda, yo diría que mi mujer murió el mismo año que Lennon, por eso siempre me acuerdo. ¿Aparece mi móvil o no? Que alguien me haga una perdida, coño”.

El periódico The Guardian ha criticado la falta de rigor del equipo de investigadores, “que no guardaron un medicamento tan preciado en un lugar seguro”. También ha lamentado “las falsas esperanzas que se han levantado entre los afectados por la dolencia, lo cual sería imperdonable si no fuera porque, a estas alturas, tampoco ellos recuerdan nada de todo esto”.