jueves, 18 de marzo de 2010


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Puede sonar a broma o chiste de mal gusto, pero se trata de un sesudo estudio científico del Instituto Entomológico Guandong, en la ciudad china de Cantón, que publica esta semana la revista PlosOne. Y del que se desprende que, por lo menos en el caso de los murciélagos de la fruta, la felación proporciona a la especie una ventaja adaptativa, al prolongar el tiempo de cópula de los machos. El vídeo es sexualmente explícito y fue enteramente editado por los investigadores. Incluída la banda sonora.
El estudio, dirigido por el biólogo Min Tang, tiene el mérito de haber observado y filmado por primera vez esta práctica sexual en una especie ajena a la humana. De hecho, el sexo oral ha sido observado muy raramente en especies diferentes a la nuestra. Se da ocasionalmente entre machos jóvenes de bonobos Pan paniscus como una forma de juego, pero nunca como paso previo o simultáneo a la cópula con una hembra.
Por lo tanto, no existía hasta ahora ninguna prueba que demostrara que esa práctica tuviera algún tipo de explicación adaptativa para ninguna especie de animal, y se consideraba una actividad exclusivamente humana y ligada al juego.
Sin embargo, Min Tang ha demostrado que la felación (sexo oral practicado a machos por parte de hembras) es algo rutinario durante la cópula en los murciélagos de la fruta Cynopterus sphinx. Y sostiene que este comportamiento reporta importantes beneficios evolutivos a esa especie. Entre estos murciélagos el macho suele disponer de un harén de varias hembras, con las que copula al abrigo de los frondosos mantos de hojas de los árboles del sur de China.
Todo al mismo tiempoLos investigadores capturaron 30 machos y 30 hembras en las cercanías de Guangzhou y observaron su comportamiento sexual en un entorno controlado, ya que es muy difícil de observar en su medio natural. Y resulta que en la mayor parte de los casos (en 14 de las 20 parejas que copularon), las hembras lamieron, en plena cópula (que se realiza en posición dorso ventral, con el macho montando a la hembra desde atrás), la base del pene de sus parejas.
La felación se produce siempre de la misma forma y durante la cópula. En ningún momento los machos retiran el pene de la vagina de la hembra mientras dura el sexo oral.
Tang y su equipo se dieron cuenta de que existe una relación positiva entre el tiempo que la hembra dedica a la felación y el tiempo que dura la cópula. En concreto, cada segundo de felación supone seis segundos «extras» de cópula. Por eso, la duración del acto sexual fue mucho mayor entre las parejas que tuvieron sexo oral que entre las que no realizaron esa práctica.
Los investigadores, sin embargo, no aciertan a dar un motivo claro que explique exactamente por qué la mayoría de las hembras lame la base del pene de los machos. Lo que sí que parece claro es que, al prolongar el tiempo de la cópula, incrementa también las posibilidades de fertilización y, por lo tanto, de supervivencia de la especie.
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