martes, 17 de agosto de 2010

LOS QUE ENVENENAN(y se hacen los boludos)


LA CHEMICAL RESEARCH IN TOXICOLOGY PUBLICO UN TRABAJO SOBRE LOS EFECTOS EN ANFIBIOS Y HUMANOS QUE PUEDE GENERAR EL GLIFOSATO

“Deformaciones similares a las de embriones humanos”

El glifosato produce malformaciones en embriones anfibios y sus efectos alertan sobre las consecuencias en humanos. Una revista científica acaba de publicar el trabajo del argentino Andrés Carrasco, que estudió el efecto del agroquímico.


Por Darío Aranda

“Concentraciones ínfimas de glifosato, respecto de las usadas en agricultura, son capaces de producir efectos negativos en la morfología del embrión (anfibio), interfiriendo mecanismos normales del desarrollo embrionario”, alertó en abril de 2009 el jefe del Laboratorio de Embriología Molecular de la UBA e investigador principal del Conicet, Andrés Carrasco. Fue la primera vez que un estudio de laboratorio de Argentina confirmaba el efecto perjudicial del agroquímico pilar del modelo de agronegocios. Luego del anuncio, Carrasco fue blanco de una campaña de desprestigio por parte de las empresas del sector, medios de comunicación y funcionarios. Aunque el científico aclaró que se trataba de un avance de investigación, el principal cuestionamiento fue la falta de publicación en una revista científica, que –según los sostenedores de los agronegocios y buena parte del mundo académico– sería lo que otorga validez al saber científico. Un año y medio después de aquella alerta, el lunes último, la revista estadounidense Chemical Research in Toxicology (Investigación Química en Toxicología) publicó la investigación de Carrasco, donde se confirma que el glifosato produce múltiples malformaciones y, con análisis científicos como prueba, advierte: “Los resultados comprobados en laboratorio son compatibles con malformaciones observadas en humanos expuestos a glifosato durante el embarazo”.

El Laboratorio de Embriología Molecular cuenta con veinte años de trabajo en investigaciones académicas, funciona en el ámbito de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y es un espacio de referencia nacional en el estudio científico, conformado por doctores en bioquímica, genética y biología. Durante 30 meses estudió el efecto del glifosato en embriones anfibios y de pollos. “Herbicidas basados en glifosato producen efectos teratogénicos en vertebrados interfiriendo en el metabolismo del ácido retinoico”, es el título de la investigación, que confirma deformidades producidas por el agroquímico en concentraciones de hasta 5000 veces menos que el producto comercial (500 veces menos de las utilizadas en agricultura).

Las diez páginas de la revista científica están plagadas de términos técnicos que, de distinto modo, dan cuenta del efecto negativo del agroquímico: microftalmia (ojos más pequeños de lo normal), microcefalia (cabezas pequeñas y deformadas), ciclopía (un sólo ojo, en el medio del rostro, malformación conocida en clínica médica), malformaciones craneofaciales (deformación de cartílagos faciales y craneales) y acortamiento del tronco embrionario. Y no descarta que, en etapas posteriores, se confirmen malformaciones cardíacas.

“Los embriones más gravemente afectados carecen de ojos y fosas nasales (...) El glifosato interfiere con mecanismos esenciales del desarrollo temprano conduciendo a malformaciones congénitas”, explica la investigación, publicada en la revista científica Investigación Química en Toxicología (Chemical Research in Toxicology), de la Sociedad Americana de Química (ACS, por sus siglas en inglés, entidad con sede en Estados Unidos, que cuenta con más de 160.000 miembros y es una sociedad científica referente a nivel mundial).

Argentina cuenta en la actualidad con 19 millones de hectáreas de soja transgénica, el 56 por ciento de la superficie cultivada del país, y 190 millones de litros de glifosato, donde la marca comercial más famosa es el Roundup, de la compañía Monsanto, que comercializa la semilla de soja resistente al agroquímico. También producen glifosato las empresas Syngenta, Atanor, Dupont y Bayer, entre otras. El químico se utiliza en la producción de arroz, donde también acumula denuncias por sus efectos sanitarios.

El agroquímico tiene la propiedad de permanecer extensos períodos en el ambiente y viajar largas distancias arrastrado por el viento y el agua. Se rocía (vía aérea o terrestre) sobre los campos. Lo único que crece en la tierra rociada es soja transgénica, el resto de los vegetales absorbe el veneno y muere en pocos días. La publicidad de las empresas clasifica al glifosato como inofensivo para al hombre.

“El efecto (del glifosato) sobre embriones abre la preocupación acerca de los casos de malformaciones en humanos observados en poblaciones expuestas en zonas agrícolas”, remarca la revista científica y explica: “Debido a defectos craneofaciales observados en seres humanos de zonas agrícolas decidimos explorar si los genes implicados en el desarrollo de la cabeza son alterados con el agroquímicos. Confirmamos que tanto la marca comercial como el glifosato puro producen defectos cefálicos”.

Los resultados experimentales se realizaron en embriones anfibios y de pollos, modelos tradicionales de estudio en embriología cuando se investigan trastornos en el desarrollo de vertebrados. “Debido a la conservación de los mecanismos que regulan el desarrollo embrionario de los vertebrados, los resultados de ambos modelos (anfibios y pollos) son equivalentes con lo que sucedería con el desarrollo del embrión humano”, explica el profesor de embriología de la UBA e investigador principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).

La revista científica señala que se avanzó en un hecho inédito, de particular interés para el ámbito científico, que es vincular las malformaciones con la incidencia del glifosato en el aumento del ácido retinoico (derivado de la vitamina A, normal en todos los vertebrados y esencial para la regulación correcta de los genes involucrados en la vida embrionaria). “Pequeñas variaciones de ácido retinoico producen malformaciones. Nuestro trabajo es la primera evidencia de que las malformaciones producidas por el glifosato se asocian con el ácido retinoico”, explicó Carrasco a Página/12.

Luego de detallar hasta el extremo las formas de cómo se realizaron los análisis, la investigación problematiza los aspectos macro de la problemática argentina: “El modelo agrícola basado en el paquete tecnológico de OMG (Organismos Genéticamente Modificados) en la actualidad se aplica sin evaluación crítica, sin normas rigurosas y sin información adecuada acerca del impacto de las dosis subletales sobre la salud humana y el medio ambiente”.

La investigación –que lleva la firma de todo el equipo científico de Carrasco– recuerda que en la última década varios países de América latina iniciaron estudios sobre las consecuencias ambientales del uso de herbicidas y pesticidas y destaca que en Paraguay un estudio epidemiológico en mujeres expuestas durante el embarazo a los herbicidas confirmó 52 casos de malformaciones.

También remarca que Argentina cuenta con antecedentes que debieran haber llamado la atención de los organismos de control. Destaca el aumento en la incidencia de malformaciones congénitas informado desde hace cinco años por el bioquímico y jefe del Laboratorio de Biología Molecular de la Universidad Nacional del Nordeste, Horacio Lucero, y la situación del barrio cordobés Ituzaingó Anexo (rodeado de soja y donde se detectaron casos de malformaciones y repetidos abortos espontáneos).

“Estos hallazgos se concentran en familias que viven a escasos metros de donde regularmente se rocían los herbicidas. Toda esta información es extremadamente preocupante por riesgo de inducir alteraciones en la gestación humana”, confirma la publicación internacional, recuerda que la literatura científica ya comprobó que los factores ambientales inciden durante el embarazado y, sobre todo, remarca que “la placenta humana ha demostrado ser permeable al glifosato”.

El trabajo del Laboratorio de Embriología de la UBA hace especial hincapié en el “principio precautorio”, legislado en la Ley Nacional del Ambiente, que insta a tomar medidas protectoras toda vez que existan posibilidades de perjuicio ambiental y sanitario. La investigación de Carrasco, que aporta nuevos elementos de prueba, cuestiona que “a pesar de todas las pruebas reportadas en la literatura científica y las observaciones clínicas en el campo, no se ha activado el principio de precaución con el fin de darse cuenta de la profundidad del impacto sobre la salud humana producida por herbicidas en la agricultura basados en OGM”.

Andrés Carrasco insistió en que su publicación científica es, junto a otros estudios ya realizados, “un alerta que reclama la aplicación del principio precautorio en todo el país” y adelantó a Página/12 que puso su investigación a disposición de las autoridades del Conicet y de los ministros de Salud (Juan Manzur) y Ciencia (Lino Barañao). “Esta investigación, junto con otras ya existentes, deben invitar de forma urgente a un debate abierto a la sociedad con las máximas autoridades –-reclamó–. Es necesario terminar con el silencio, ya que la peor de las situaciones es la negación de lo que está sucediendo en las poblaciones sometidas al impacto de los agroquímicos.”

El sufrimiento de la psoriasis


El General argentino Perón,padeció una psoriasis en gotas que le inhabilitaba en las crisis.....


  • Padecer esta enfermedad eleva el riesgo de depresión y ansiedad
  • El consumo de cerveza podría ser un factor desencadenante en las mujeres

Dolor, picor, escozor y presencia de lesiones cutáneas que no dejan lugar para la duda y que marcan más allá de la piel a las personas que padecen psoriasis. La carga psicológica que supone esta enfermedad inmune ha quedado demostrada una vez más en un estudio americano, que constata que la depresión, la ansiedad y las ideas suicidas son más comunes en estos pacientes.

"Hace mucho tiempo que la psoriasis se ha asociado con potenciales efectos adversos sobre la salud mental [...] Sin embargo, pocos estudios han evaluado las consecuencias psicológicas de esta enfermedad", señala el estudio publicado en las páginas de 'Archives of Dermatology'.

Sus responsables, procedentes de la Universidad de Pensilvania (Filadelfia, EEUU), emplearon los historiales médicos de más de 900.000 pacientes británicos para analizar la relación entre la psoriasis y la aparición de depresión, ansiedad y riesgo de suicidio. De ellos, 146.000 padecían una variante leve de la enfermedad y cerca de 4.000 una forma severa. El resto, formó el grupo control.

Al analizar los datos, el riesgo de recibir un diagnóstico de depresión era un 39% superior entre los afectados, el de ansiedad un 31% y el de quitarse la vida un 44%, respecto a los que no sufrían la enfermedad. "Dicho de otra forma, el exceso de riesgo atribuible a la psoriasis es de un caso de depresión al año por cada 39 pacientes con psoriasis grave", señala el artículo.

Discriminación e impacto emocional

Entre el 1% y el 3% de la población padece esta enfermedad, según las estadísticas. Teniendo en cuenta estos datos y los obtenidos en su análisis, los autores calculan que en el Reino Unido se producen cada año 10.400 casos de depresión, 7.100 de ansiedad y 350 de intentos e ideas suicidas por culpa de esta afección de la piel.

La presencia de otras enfermedades que merman la salud y la calidad de vida, así como la discriminación social y el impacto emocional de este trastorno podrían afectar de manera negativa a la psicología de estos pacientes.

"Es importante identificar estos trastornos psiquiátricos porque suponen una morbilidad sustancial que puede mejorar mediante varias estrategias farmacológicas y no farmacológicas", concluyen los autores.

El consumo de cerveza, posible factor de riesgo

La citada revista recoge otro estudio centrado esta vez en los posibles desencadenantes de la psoriasis, entre los que se encuentra la ingesta de alcohol. Aunque las sospechas no se han confirmado hasta el momento, el trabajo desarrollado por un grupo de científicos de la Universidad de Harvard (Boston, EEUU) sugiere que esta relación podría ser cierta al determinar que las mujeres que consumen más de cinco cervezas con alcohol a la semana tienen más riesgo de desarrollar la enfermedad.

No se encontró asociación similar con ningún otro tipo de bebida alcohólica ni con la cerveza 'light'. Entre las posibles explicaciones que sugieren los autores está el alto contenido en gluten de esta bebida fermentada, "que se ha relacionado con la psoriasis", señalan.

La dimisión de la ministra de Sanidad

Publicado por Miguel Jara el 16 de Agosto de 2010

Errar y olvidar en el asunto de la gripe A. Esa es la política que según el médico Juan Gérvas ha seguido la ministra de Sanidad española Trinidad Jiménez y su equipo. Por ello Gérvas, una de las voces más críticas en este asunto entre los profesionales sanitarios pide la dimisión inmediata de la ministra y todo su equipo, por incapacidad en la gestión de los recursos públicos. Estoy plenamente de acuerdo con las reflexiones que aporta Juan, colaborador de este blog y un referente indiscutible hoy en Medicina.

Trini

Lo que sigue a continuación son las palabras del médico que como digo suscribo de la primera a la última:

En la declaración de fin de pandemia de la OMS se insiste directa y/o indirectamente en la bondad de la vacuna y de los antivirales y de nuevo se vuelve a amedrentar con brotes de virulencia inusuales e impredecibles, con mutaciones víricas y con muertes de jóvenes y por neumonía vírica. Para colmo, se rebaja el porcentaje de población mundial naturalmente inmunizado contra la gripe A tras el contacto con el virus durante la pandemia (puede llegar a ser del 60%) y no se comenta que esa inmunidad natural persiste más de 50 años contra la breve inmunidad que provoca la vacuna (de un año, aunque a este respecto se sabe poco).

Las autoridades mundiales y españolas tienen dos ejemplos prácticos que ponen en cuestión su estrategia:

1/ el de Polonia, con su política de no vacunación, que al final se ha saldado con 181 muertos en una población de 39 millones (por contraste, con una política de activa vacunación, España tuvo 271 muertos para una población de 47 millones) y

2/ el de los médicos del mundo entero y en especial el de los españoles que se opusieron con éxito a las prácticas sin fundamento científico que pretendían implantar las autoridades y evitaron la alarma y el uso indiscriminado de antivirales y de la vacuna.

La falta de análisis de la respuesta a la crisis y el cerrar en falso un error mundial monumental, analizado a fondo por el Consejo de Europa, sugieren que hubo malicia sanitaria (medias verdades con intereses variados). Parece que las autoridades mundiales y españolas se equivocaron con malicia y pretenden la impunidad científica, política y penal.

Se equivocaron con malicia pues en julio de 2009 ya se sabía que la pandemia sólo lo era por la expansión mundial y no por su gravedad, pues la mortalidad era diez veces menor que la de gripe estacional habitual.

Médico

Se equivocaron con malicia pues activaron planes de contingencia que correspondían a los de una gripe tipo la de 1918 (“española”, gran expansión, gran virulencia) y no corrigieron cuando fue evidente que la gripe A era banal (en julio de 2009).

Se equivocaron con malicia pues utilizaron “el principio de precaución” para justificar medidas imprudentes y decisiones excesivas y no justificadas, de alarma de la población y de empleo ingente de recursos humanos, farmacológicos, de higiene y otros. De hecho gran parte del gasto inútil no se debe a los medicamentos (coste y conservación de antivirales y vacunas) sino a las bajas laborales innecesarias.

Se equivocaron con malicia alimentando el terror de la población a las muertes y neumonías víricas por gripe, especialmente de las embarazadas y de los jóvenes.

Los daños de tal imprudencia son muchos:

1/ El descrédito de las autoridades sanitarias mundiales y españolas. Para vivir en sociedad es imprescindible la confianza y esa se ha perdido respecto a las autoridades sanitarias. Si hicieron lo que han hecho, y si no analizan errores y aciertos sólo cabe temer lo que harán en el futuro.

2/ El impacto negativo en salud, que va desde el aborto voluntario por “espanto” (de embarazadas temerosas de las complicaciones anunciadas) a los errores de diagnóstico con retrasos de tratamiento (por ejemplo, de meningitis etiquetadas como gripe A), más el abuso de antibióticos (con las resistencias bacterianas correspondientes), los efectos adversos de medicamentos innecesarios y/o inútiles (antivirales y vacunas), etc.

3/ El despilfarro de miles de millones de euros (y dólares) en un momento de crisis financiera y económica mundial. No es tirar el dinero, es además no emplearlo en la alternativa más beneficiosa. Buen ejemplo de tirar dinero es la quema de vacunas inútiles, compradas y no empleadas (en España se compraron 13 millones y se emplearon sólo tres). Vacunas que costaron siete euros cada una, diez veces lo que la vacuna antigripal normal. Otro ejemplo, ya señalado, fue la extraordinaria repercusión laboral de la alarma, con gastos incalculables.

4/ La contribución a transformar en certeza la sospecha de que las grandes políticas, incluyendo las sanitarias, se deciden fuera de los mecanismos democráticos. Son los conflictos de interés de asesores y decisores pero sobre todo las nebulosas fuerzas que logran torcer los hechos científicos obvios para poner en marcha decisiones políticas por encima de la autoridades democráticamente elegidas.

Ante este panorama ¿qué puede hacerse?:

1/ Tener en cuenta que las autoridades se pueden equivocar y persistir en el error. Conviene ser críticos y hacerles llegar las críticas. En último caso hay que ignorar sus recomendaciones y consejos.

2/ Utilizar los medios accesibles para elaborar alternativas concretas a las propuestas irracionales de las autoridades.

3/ Difundir las alternativas tanto por los medios de comunicación habituales como especialmente por las redes sociales de Internet. Los médicos tienen especial capacidad de transmitir mensajes a los medios de comunicación mediante sus representes y en la consulta, como se ha demostrado en el caso concreto de la pandemia de gripe A.

4/ No aceptar las políticas ni las informaciones que amedrentan, que infunden pánico y terror y que espantan. Las políticas y la información deberían ser objetivas y positivas, adecuadas a la situación, y cambiantes según la evolución de los hechos. Por ejemplo, el “goteo” de muertes por gripe A entre mayo y agosto de 2009, descrita y expuesta una a una, fue un ejercicio obsceno al que habría que oponerse.

5/ Exigir el análisis científico de la gestión de la crisis de la pandemia de la gripe A, con publicación y difusión de sus conclusiones.

6/ Pedir y lograr el procesamiento político y penal (en su caso) de las autoridades que gestionaron una crisis probablemente con malicia y que no hacen nada para aprender de sus errores. Errar es humano; persistir en los errores, no analizarlos y no corregir para el futuro es inhumano. No deberíamos estar inermes ante políticos que yerran, no corrigen y pretenden que olvidemos.

SIGUE LA ESTAFA DE LA GRIPE A.......

Abortos y problemas neurológicos, tras la vacuna de la gripe A

Sanidad hizo público ayer el balance oficial de reacciones adversas al fármaco durante la pandemia, con más de 3.300 notificaciones



El primer balance oficial que evalúa las reacciones adversas de las vacuna de la gripe A arrojan un saldo positivo en términos de beneficio-riesgo. De las 3.306 notificaciones, 2.445 fueron problemas leves, frecuentes en todas las campañas de vacunación de la gripe. La mayoría se referían a molestias en la zona del pinchazo, fiebre o malestar general. Pero el informe de la Agencia Española del Medicamento, perteneciente al Ministerio de Sanidad, también saca a la luz más de una treintena de reacciones menos convencionales que se han seguido con especial atención, «no por su gravedad sino por tratarse de trastornos que nos preocupaban en relación a la vacuna pandémica», matiza la directora de la Agencia Española del Medicamento, Cristina Avendaño.
En estos acontecimientos de «especial interés» se señalan desde abortos espontáneos (7 notificaciones) a la aparición de parálisis facial (6) y convulsiones (7), así como otros siete casos de síndrome Guillain-Barré, una rara afección que provoca debilidad muscular y parálisis por la inflamación de los nervios. Las autoridades sanitarias de todo el mundo han estado especialmente vigilantes por si se producía un repunte de esta enfermedad.
Nadie quería que se repitiera la experiencia de Estados Unidos en 1976. Entonces se vacunó a más de 40 millones para atajar el brote de un nuevo virus gripal también de origen porcino. Más tarde se demostró una relación causal entre la vacuna utilizada y el aumento de casos de Guillain-Barré, que provocó una oleada de demandas contra el gobierno estadounidense.
Los informes de otros países europeos y el último de la Agencia Española del Medicamento son tranquilizadores. De los siete casos de Guillain-Barré detectados, se ha descartado claramente su asociación en dos de ellos. Para el resto, la Agencia ni establece ni descarta una asociación entre las vacunas y la enfermedad. Sí se ha visto que el riesgo con la vacuna de la gripe A no es diferente al que se ha encontrado con las vacunas utilizadas en las campañas tradicionales de gripe. No se conoce con certeza el origen de este trastorno, salvo que puede aparecer después una infección intestinal o respiratoria como la gripe, haya o no vacuna de por medio.
Pérdidas «espontáneas»
La agencia también informa de siete casos de trastornos convulsivos, aunque tres de ellos se produjeron en personas con antecedentes previos de epilepsia. «Para el resto no existen suficientes datos que confirmen o descarten su relación con la vacuna pandémica». La posibilidad de que las nuevas vacunas de la gripe pudiesen incrementar el riesgo de crisis y ataques epilépticos ha sido un asunto de especial preocupación y atención en Europa. La conclusión de todas las agencias de medicamento europeas, hasta la fecha, es que no hay ninguna evidencia de que aumente el riesgo.
Las reacciones de parálisis facial también se consideran dentro de los valores normales. Los casos detectados se hubieran producido con o sin vacuna.
Los datos despejan dudas sobre los riesgos de la nueva vacuna para las mujeres embarazadas, uno de los grupos considerados de mayor riesgo durante la pandemia. El informe descarta la relación del fármaco en tres de las siete mujeres que perdieron al bebé. «Existía un diagnóstico claro de infección que permite descartar la vacuna», apunta Cristina Avendaño. En los otros casos, los antecedentes personales de las pacientes apuntan a un aborto espontáneo que se hubiera producido de cualquier modo», se indica. El estudio recuerda que la tasa de aborto espontáneo en el primer trimestre es del 10-15%.
La notificación de sospechas de interés recode dos casos de reacción alérgica grave (anafilaxia) y tres fallos en la vacunación. Como fallo se reconoce «la falta de eficacia de la misma que hace que un paciente vacunado desarrolle una infección por el virus H1N1 un tiempo después de la vacunación, cuando ya debería estar protegido por el fármaco. Esos tres casos han sucedido en pacientes que tenían diagnosticadas enfermedades graves (cáncer y VIH). El informe sugiere que dos de ellos podrían haber contraído la gripe antes de ser vacunados.
Vigilancia sin precedentes
Las agencias responsables de medicamentos han llevado una vigilancia sin precedentes de las vacunas pandémicas. «Los sistemas de notificación se abrieron a cualquier reacción, por pequeña que fuera. Se elaboraron planes específicos para poder recoger en poco tiempo un alud de información y detectar de forma inmediata cualquier incidencia sospechosa. Es la primera vez que hemos recogido tantas notificaciones de sospecha de reacción», recuerda Cristina Avendaño.
Los informes parciales que fueron recogiendo dejan libres de sospecha a unas vacunas que los ciudadanos europeos no han dejado de mirar con recelo. Las primeras dudas surgieron cuando Estados Unidos y Europa decidieron que las compañías farmacéuticas podían acelerar los procesos de registro, lo que implicaba hacer menos ensayos o hacerlos con menos pacientes.
La vigilancia post-comercialización ha permitido que las vacunas de la pandemia salieran airosas de la prueba. En España se utilizaron tres tipos de diferentes laboratorios. Dos contenían adyuvantes (el componente que potencial el efecto de la vacuna) y una especial para embarazadas, sin adyuvante. En el informe de Sanidad no se detectan mayores efectos secundarios con una u otro tipo de vacuna.

Bajo la sombra de la sospecha