domingo, 24 de octubre de 2010

TU SALUD ES LO QUE PAGAS

Cinco empresas de medicina privada concentran el 75% de la facturación

Publicado el 24 de Octubre de 2010

Se trata de uno de los sectores más concentrados de la economía. Mientras el conjunto de las prepagas recibió de sus afiliados unos $ 13 mil millones en 2009, $ 9750 millones fueron a parar a un puñado de ellas.

Las modificaciones que la Comisión de Salud del Senado quiere realizar al proyecto de ley –con media sanción de Diputados– que regula la medicina prepaga, puso el foco sobre este sector, que se queda con 1,2 de cada diez pesos que se gastan en el país en materia de salud.
Según datos del Banco Mundial del año 2009, en la Argentina se destinan anualmente U$S 658 por habitante para la atención de la salud, uno de los números más altos de América Latina. La suma viene en rápido ascenso, desde los U$S 493 del año 2005. Es decir, un 33% más en apenas cuatro años. Esta enorme cifra representa un 9% del Producto Bruto Interno, algo así como $ 102 mil millones.
¿A dónde va a parar esta montaña de dinero? El sistema de salud argentino tiene tres grandes componentes: las obras sociales sindicales y el PAMI (Prestación Médica Asistencial Integral, o popularmente la obra social de los jubilados), los hospitales públicos (tanto nacionales como provinciales y municipales) y el sector privado.
El subsistema privado participa del total del gasto de salud con algo más del 12%. La cobertura de salud es ofrecida por empresas de medicina prepaga, sanatorios y clínicas u hospitales de comunidades que, de modo directo, alcanza a 4,6 millones de personas de poder adquisitivo medio o alto.
Según un informe de la consultora Key Market, alrededor del 65% de los afiliados vive en Capital Federal, Gran Buenos Aires y las principales ciudades del país: Rosario, Santa Fe, Córdoba y Mendoza.
En tanto, a pesar de los sucesivos aumentos en las cuotas de los servicios de medicina prepaga –que rondarían el 35% en los últimos diez meses del año y que tendrán un último coletazo en noviembre próximo, tal como adelantó Tiempo Argentino la semana última–, la rentabilidad sobre las ventas promedio del negocio estaría entre las más bajas de la economía argentina.
Según la consultora Claves, las ganancias en el sector varían entre el 1 y el 3%, pero existe un elevado grado de concentración. El informe de Claves señala que sólo las empresas OSDE y Swiss Medical habrían obtenido durante 2009 rentabilidades superiores a esos porcentajes.
Cinco empresas (Galeno, Swiss Medical, Medicus, Omint y OSDE) concentran el 75% de la facturación. El 25% restante se reparte entre unas 60 empresas distribuidas en las principales ciudades del país.
Según la consultora Key Market, este año la facturación será un 20% mayor que la de 2009. Ello responde al efecto precio, en un 15%, y en un 5% al crecimiento real del sector. Para el año 2011, se cree que esas cifras se mantendrán estables, según dijo a Tiempo Horacio Dillon, director General de OSDE.

RESPONSABILIDAD. El sistema de cobertura fue regulado en 1997 con la entrada en vigencia de la Ley 24.754. A partir de ese año, las empresas de medicina prepaga deben cubrir, como mínimo y en todos los planes que ofrezcan, todas las prestaciones previstas en el Plan Médico Obligatorio (PMO), cuyas características fueron fijadas en la Resolución 247/96 del Ministerio de Salud y Acción Social.
En las prepagas, el contrato opera como un seguro de cobertura, es decir, se ofrecen las prestaciones de salud con base en las cuotas que se van abonando regularmente y por adelantado.
El PMO determina la obligación de las prepagas de asegurar a los beneficiarios las prestaciones de prevención, diagnóstico y tratamiento médico oncológico mediante sus propios servicios, o a través de terceros contratados, al tiempo que no se podrán establecer períodos de carencia ni coseguros o copagos. La empresa no puede negar una cobertura (con independencia de lo que disponga el contrato) si es de cumplimiento obligatorio por el PMO. Los contratos pueden ser de plazo indeterminado, o bien por un período establecido: mensual o anual, y con renovación automática