lunes, 24 de octubre de 2011

SIEMPRE LES DUELE LA CABEZA.........

"Lo siento cariño, hoy no me apetece"

ROCIO MAYORAL. Neuropsicóloga, Orientadora Escolar, Maestra y Logopeda. Posee varios masters en Psicología y Educación. Ha trabajado como profesora de Diagnóstico en títulos propios de la Universidad Complutense de Madrid. Ha participado en numerosas investigaciones en el campo de la Neuropsicología y procesos psicológicos Básicos, en educación y desarrollo del lenguaje. En la actualidad se mantiene activa en el campo de la investigación. Además trabaja en clínica infantil y de adultos y como orientadora escolar. Imparte cursos de formación a universitarios, especialistas y a padres. Colabora de forma asidua como técnica en el ámbito periodístico, tanto en prensa como en radio y televisión."Lo siento cariño, hoy no me apetece"

|


En cierto modo, todos lo sabemos. En una relación, las riendas del sexo las lleva la mujer. Ella decide si hay tema o no… Los hombres no tienen nada que decidir. A ellos sencillamente ¡siempre les apetece! Si, puede que sea demasiado generalizar, pero ¿por qué sucede? Muchos hombres se extrañan de que las mujeres opten por no hacer el amor, aunque sea esporádicamente. ¿Es un tema cultural? ¿Educativo? ¿Es tal vez un arma de mujer contra el hombre?

Múltiples teorías. Incontables horas de tertulia. Pero una vez más, la ciencia ha tratado de ayudarnos a resolver otro de los grandes ‘enigmas’ de las relaciones de pareja. Sí, la ciencia, ésa que sólo pretende entender, nunca justificar. Ojalá sepamos aprovecharlo.

Pongamos algo de luz: investigaciones muy recientes han mostrado evidencias sobre algo que todos sabíamos pero que hasta ahora no habíamos podido confirmar: que la libido de hombres y mujeres funciona de manera diferente. Así, se han logrado descifrar las causas por las que la libido femenina es tan vulnerable y la de los hombres tan fácil de activar. Y gracias a ello, hemos sabido que las diferencias en sexualidad no se explican sólo por factores psicológicos, educativos y culturales (gran aportación). Quién sabe. Quizás conociendo las causas de lo que nos separa, podamos encontrar vías para entendernos mejor.

Veámoslo más detenidamente. Los estudios han demostrado repetidamente la existencia de numerosas diferencias sexuales asociadas al género. Una de ellas se encuentra en la forma en la que ambos sexos llegan a la excitación sexual.

Sandra Leiblum, miembro de la facultad de psiquiatría R.Wood Johnson N. Jersey, demostró que las mujeres pueden sentirse atraídas físicamente por alguien sin activar necesariamente el deseo sexual (ojo a los celosos). Pero en los hombres no sucede lo mismo. Cuando sienten atracción física, generalmente lleva acompañada una gran carga de impulsos sexuales. ¿Y existe alguna explicación para que un hombre sano siempre esté dispuesto al sexo?

Pues sí. Muchas investigaciones apuntan que esto se debe a que poseen 20 veces más cantidad de testosterona que las mujeres. Esta hormona es la responsable de la activación del deseo sexual. Y lo que es un hecho es que la libido masculina se activa con mucha facilidad. A pesar de todo, algunos como el psiquiatra John Bancroft, matizan su influencia y establecen que existe una cantidad máxima a partir de la cual ya no se produce más deseo.

Ellos separan deseo y emociones

Sí hay acuerdo en un punto: su libido puede con todo. Muchos estudios consideran determinante el hecho de que el cerebro masculino desconecte con máxima eficacia la comunicación entre las áreas sexuales y las emocionales. Esto hace que cuando su deseo se activa sea capaz de aislarse de cualquier interferencia emocional ajena al acto sexual (lo dice la ciencia). Por eso, aunque un hombre atraviese un periodo de estrés, es poco probable que su libido deje de funcionar. Según esto, una vez activado su deseo podría aislarse del mundo y mantener relaciones con extraordinaria facilidad.

Sin embargo (como todos intuíamos), en la mujer todo es mucho más complejo. Gerst Holstege, catedrático de neuroanatomía de la Universidad de Groningen, ha demostrado que el deseo sexual femenino requiere una inhibición casi completa de su cerebro emocional (algo bastante complejo ya que sus áreas emocionales se encuentran muy interconectadas con el resto de áreas cerebrales. Es por eso que las emociones interfieren tanto en la vida de la mujer). Este autor ha presentado evidencias de que cualquier preocupación puede impedir su deseo sexual. Además, ha demostrado la incompatibilidad entre el estrés y el orgasmo femenino.

En otras palabras, la libido de las mujeres depende completamente de su mente y sólo si no hay interferencias emocionales podrá ser activad porque poseen estructuras neurológicas y una bioquímica que las hace altamente reactivas a nivel emocional. ¿Y sus emociones deben estar controladas para activar su libido? Casi nada.

Es verdad. Las mujeres son más complejas. Al menos en el plano sexual. Su biología es más vulnerable. La investigación confirma un origen biológico en la dificultad de muchas para estar en forma en el plano sexual. Y (por si fuera poco) existen factores psicológicos, educativos y culturales que también pueden afectar al sexo. Esto debe reafirmarnos: mujer siempre dispuesta, mujer extraordinaria. No dejar escapar.

Así que por fin una explicación. Cuántos conflictos podríamos haber evitado. Aunque ¿cómo entender algo tan complejo si además uno de los más interesados en ello es el hombre, cuya activación sexual es mucho más sencilla de activar y satisfacer? ¡Ni se lo imaginan!

La voluntad humana

Pero algo sabemos: que la biología “solo” condiciona. Por encima está la voluntad humana. Y la investigación nos ofrece pautas: tranquilidad, complicidad, buen rollo (sobre todo antes de…) Además hombres y mujeres nos necesitamos. ¿Por qué no esforzarnos? Tal vez porque sabemos que hace falta mucho amor para que compense. Y si no existe, ¿por qué complicarse?

Con mucho esfuerzo, nos estamos igualando cada vez más. Afortunadamente. Sin embargo la ciencia sigue recordándonos que biológicamente somos diferentes. Entonces, ¿por qué intentar igualarlo todo, hasta lo que no se puede? ¿No podemos disfrutar de la diferencia?

Dejo un dato para la reflexión. La multinacional farmacéutica Pfizer investigó con ahínco durante ocho años tratando de reproducir el éxito de su famosa Viagra con un medicamento similar para las mujeres. Tuvieron que desistir. Imposible encontrar la fórmula mágica.

Pobres. No contaron con lo que aquí hemos expuesto. Que la activación de la libido femenina es diferente a la del hombre. La de ellos es más básica (y por ello, seguro, más satisfactoria). Por eso con ellos tuvieron éxito… Quizás con las mujeres sólo tenían que haber experimentado con sustancias capaces de dejar la mente en blanco… Ay la ciencia. ¡Cuánto nos enseña!