lunes, 7 de mayo de 2012

LES VOY A HABLAR DE MI MISMO...

El placer de hablar de uno mismo

Comunicar experiencias propias activa los mismos circuitos en el cerebro que el sexo y la comida, según una investigación de la Universidad de Harvard | Las personas dedican entre el 30% y el 40% de lo que dicen a transmitir información sobre sí mismas

Hablar de uno mismo activa los mismos circuitos de gratificación en el cerebro que el sexo y la comida, según demuestra una investigación presentada ayer por psicólogos de la Universidad de Harvard (EE.UU.).
“Los seres humanos dedican entre el 30% y el 40% de lo que hablan a informar a otras personas de sus propias experiencias subjetivas”, escriben los autores de la investigación en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU., donde han presentado sus resultados. En redes sociales como Twitter, el porcentaje se sitúa por encima del 80%. Esta propensión a compartir las vivencias propias se manifiesta ya en niños de nueve meses, que intentan llamar la atención de los adultos sobre lo que les parece importante.
Para comprender esta afición tan humana a comunicar las vivencias propias a otras personas, los investigadores Diana Tamir y Jason Mitchell han diseñado una serie de experimentos para los que han reclutado a más de 200 voluntarios. En un primer experimento, se ha registrado la actividad cerebral de los voluntarios con resonancia magnética. Se ha comparado qué ocurría en su cerebro cuando pensaban en sus propias creencias, opiniones y rasgos de personalidad y cuando pensaban en los de otras personas.
Los resultados muestran que, al pensar en ellos mismos, se les activan el núcleo accumbens y el área tegmental ventral en el centro del cerebro. Estas mismas áreas se activan ante estímulos gratificantes como el sexo y la comida. Al pensar en los demás, en cambio, la actividad en estas áreas del cerebro es baja.
En un segundo experimento, Tamir y Mitchell pidieron a otro grupo de voluntarios que vinieran acompañados –por ejemplo, con la pareja o con un amigo–. Ante algunas preguntas, se les dijo que el acompañante oiría sus respuestas. Ante otras, nadie las oiría. De nuevo se registró su actividad cerebral durante el experimento. Y de nuevo se observó que hablar de sí mismos les resultaba más gratificante que hablar de otras cuestiones.
Pero la gran novedad de este segundo experimento fue que, cuando el voluntario sabía que su acompañante oiría la respuesta, la actividad del núcleo accumbens y el área tegmental ventral se disparaba. En cambio, cuando nadie iba a oír la respuesta, la actividad en estas áreas no aumentaba. “El valor de hablar de uno mismo tiene dos orígenes independientes: la introspección y la comunicación de información a otras personas”, escriben los investigadores en Proceedings.
Además de registrar la actividad cerebral de los participantes en la investigación, Tamir y Mitchell diseñaron una segunda serie de experimentos para evaluar su conducta. Se les propuso un juego en el que podían responder a preguntas sobre sí mismos, sobre otras personas o sobre hechos. Y recibían una cantidad de dinero según la pregunta que elegían en cada momento.
La estrategia de evaluar comportamientos con recompensas se ha utilizado en investigaciones anteriores en las que se ha observado, por ejemplo, que los macacos pueden renunciar a sorbos de zumo de frutas para ver a congéneres de alto estatus (algo así como pagar por ver a Madonna); o que los estudiantes universitarios están dispuestos a renunciar a dinero a cambio de poder mirar a personas atractivas del sexo opuesto. En esta ocasión, se ha observado que los voluntarios elegían las preguntas de un modo que les hacía perder el 17% de sus ganancias a cambio de poder hablar de sí mismos. Y, cuando sabían que su acompañante oiría las respuestas, renunciaban hasta al 25% del premio.
Los datos presentados por Tamir y Mirchell no aclaran si esta propensión a hablar de uno mismo es igual entre hombres y mujeres o si evoluciona con la edad. Tampoco explican por qué esta conducta varía tanto entre personas introvertidas y extrovertidas.
Pero los resultados demuestran que “los humanos están tan dispuestos a revelar información sobre sí mismos porque les resulta intrínsecamente gratificante”, concluyen los investigadores en Proceedings. Aunque esta idea se había propuesto antes como hipótesis, nunca hasta ahora se había demostrado experimentalmente.
El placer de hablar de uno mismo es beneficioso por varios motivos”, argumentan los psicólogos de Harvard. “Genera vínculos y alianzas entre personas; ayuda a obtener conocimiento sobre uno mismo; [...] multiplica el conocimiento que cada persona puede adquirir a lo largo de la vida”. Y es útil para “la extrema sociabilidad de nuestra especie”.

Fin del mito: una buena noche de sexo dura poco

Según resultados de una investigación llevada a cabo en Estados Unidos y publicada en el Journal of Sexual Medicine, el acto sexual de calidad dura entre 3 y 13 minutos. ¿Te parece poco?
.¿Cuál es la duración ideal para vos?
¿Cuál es la duración ideal para vos?
"No sabés lo que fue anoche, estuvimos como dos horas tocándonos, besándonos, matándonos", esta bien podría ser la frase que todas las mujeres sueñan con decir, siempre y cuando sea verdad, claro. La fiel amiga oyente se moriría de celos y envidia, pensando en por qué nunca le pasa a ella.
Pues bien, tenemos una buena noticia para la amiga de la - supuestamente - afortunada mujer que tuvo la noche más larga y hot de su vida: según resultados de una investigación de la Universidad de Penn State, en Pennsylvania, la duración ideal del acto sexual es de 3 a 13 minutos, y es considerado como 'demasiado largo' una noche de pasión de más de 30 minutos.
¿El fin de un mito? Así parece. Siempre se pensó que duración era sinónimo de buen sexo, pero los resultados de la investigación prueban lo contrario. Los científicos de Penn State hicieron una encuesta con miembros estadounidenses y canadienses, entre los que se encontraban psicólogos, médicos, trabajadores sociales, terapeutas familiares y matrimoniales y enfermeras que habían recogido datos de miles de pacientes durante varias décadas.
Se preguntó a los encuestados el promedio de tiempo que debe durar un acto sexual, desde la penetración del pene a la vagina hasta la eyaculación, y se les pidió calificar lo que consideraban ‘adecuado’, ‘deseable’, ‘demasiado corto’, o ‘demasiado largo’.
La encuesta, que fue publicada en el Journal of Sexual Medicine (Revista de Medicina Sexual) mostró que un acto sexual ‘adecuado’ duraba de 3 a 7 minutos, uno ‘deseable’ de 7 a 13 minutos, uno ‘demasiado corto"de 1 a 2 minutos y uno ‘demasiado largo’ de 10 a 30 minutos.
‘La interpretación de un hombre o una mujer de su funcionamiento sexual y el de su pareja está fundada en creencias personales basadas en parte en los mensajes de la sociedad’ afirman los investigadores, según la BBC Mundo. ‘Desafortunadamente, la cultura popular actual refuerza muchos estereotipos sobre la actividad sexual’, agregan. También advierten sobre otras mentiras: "Muchos hombres y mujeres parecen creer en la fantasía de los penes enormes, las erecciones duras como una roca y el acto sexual que dura toda la noche’.
Según los autores, con este estudio intentan ‘disipar dichas fantasías y alentar a hombres y mujeres con datos reales sobre lo que es un acto sexual aceptable’. De esta forma, afirman, se podrán evitar decepciones y disfunciones sexuales.

UN MEDICO SOLIDARIO ENTRE MUCHOS PESETEROS

Varios médicos gaditanos plantean la insumisión ante los recortes en sanidad

Varios médicos gaditanos plantean la insumisión ante los recortes en sanidadEl dr.Antonio Vergara de Campos

El responsable de la Unidad de Infecciosos de Puerto Real asegura que seguirá asistiendo a los 'sin papeles' aunque el Real Decreto entre en vigor

Los recortes que el Gobierno de España va planteando con cuentagotas en las últimas semanas no paran de generar polémica, pero de pocos se ha hablado tanto como del que implica que se deje de prestar atención sanitaria a aquellos inmigrantes que no coticen en la Seguridad Social a menos que tengan la posibilidad de abonar el coste de la consulta a partir del 1 de septiembre.
El debate está sobre la mesa del sector de la sanidad. También en Cádiz, donde ya han aparecido las primeras voces discordantes con esta medida. El primero en alzar la suya ha sido el conocido doctor Antonio Vergara, responsable de la Unidad de Infecciosos del Hospital de Puerto Real, quien no duda en plantear su insumisión en caso de que se le obligara a no atender a este tipo de pacientes. «Para mí esto sería una aberración profesional. Llevo muchos años ejerciendo y jamás le he pedido el pasaporte a un inmigrante cuando ha entrado por la puerta de mi consulta», dice.
Vergara asegura que no es el único que piensa de esta manera. «Hay muchos compañeros en la misma situación en que estoy yo, al menos en el campo de las enfermedades infecciosas, donde casi todos estamos de acuerdo», explica. Actualmente en la provincia de Cádiz hay alrededor de 30 profesionales repartidos en cinco hospitales especializados en esta rama de la medicina.
En su actividad diaria Antonio Vergara atiende a pacientes con enfermedades como el sida o la tuberculosis, algunos de ellos inmigrantes. El doctor advierte en este sentido que «las enfermedades infecciosas no tratadas no solo pueden causar la muerte de una persona, sino que pueden llevar a cuestiones aún más graves. Una tuberculosis no tratada puede diseminar la enfermedad entre la población».
De cualquier forma, Vergara confía en que en Andalucía no se llegue a aplicar este Real Decreto del Gobierno central, que dictamina que solo se trata a estas personas en situación irregular solo en casos de urgencias o embarazo. Y aunque así fuera, tiene claro que él, y otros compañeros en toda la región, se negarán a acatarlo.