martes, 18 de diciembre de 2012

FRANCIA OTRA VEZ A LA VANGUARDIA

Francia abre la puerta al suicidio asistido y a la sedación terminal

Un informe encargado por Hollande certifica que el 56% de los ciudadanos desea ser “ayudado a morir”

El Gobierno socialista enviará la ley de eutanasia al Parlamento en junio de 2013

El profesor Didier Sicard recibió hace seis meses un encargo de François Hollande para elaborar un informe sobre “el final de la vida” y hoy ha entregado al jefe del Estado un documento que se considera el primer paso hacia una ley de eutanasia, que el Gobierno socialista planea enviar al Parlamento en junio de 2013. El informe, adelantado hoy por Le Monde, afirma sin ambages que es preciso abrir vías legales para regular la asistencia médica que ayude a “terminar la vida con dignidad”, enfatiza que es necesario “cumplir las esperanzas y expectativas de los ciudadanos sobre el fin de la vida”, certifica que el 56% de los franceses desea recibir “ayuda médica para mejor morir”, y propone dos soluciones llamadas a suscitar viva polémica.
 La primera es interrumpir los tratamientos y aplicar la sedación terminal (opiáceos que conducen al coma y a la muerte) “siempre que el paciente lo solicite de forma reiterada”, y la segunda es que el Estado “asuma la responsabilidad, si la sociedad desea ir en esa dirección”, de regular el suicidio asistido y ayudar a los “enfermos incurables y conscientes” que deseen dejar de vivir.
 Citando los casos de Suiza y el estado de Oregón, el estudio afirma que el suicidio asistido quedaría reservado “a las personas afectadas por una enfermedad degenerativa e incurable en estado terminal a quienes la perspectiva de vivir su vida hasta el final les pueda parecer insoportable”. El informe afirma que si se adoptara esta propuesta, la responsabilidad no puede ser dejada en manos de las asociaciones militantes del derecho a morir, sino que deben ser “el Estado y los médicos quienes se ocupen de facilitar los medicamentos y de acompañar al enfermo”.
 El informe descarta sin embargo la eutanasia activa, legal en países como Bélgica y Holanda, y que consiste en pedir a los médicos “un gesto radical” que produzca la muerte de un paciente, ya que estima que esto “franquearía la barrera de lo prohibido”.
 Hollande ha reaccionado deprisa a las recomendaciones de la comisión científica reunida en torno al profesor Sicard, y el Elíseo ha solicitado el parecer del Comité Consultivo Nacional de Ética sobre tres puntos específicos: las instrucciones anticipadas de los pacientes por escrito (que el informe pide regular mejor); "las condiciones estrictas para permitir a un paciente consciente y autónomo, afectado por una enfermedad grave e incurable, ser acompañado y asistido en su voluntad de poner él mismo fin a su vida”, y las condiciones para “hacer más dignos los últimos momentos de un paciente cuyo tratamiento haya sido interrumpido por los médicos tras una decisión tomada por él mismo o por su familia”.
 Elaborado con las opiniones de nueve especialistas (un filósofo, un jurista, varios médicos) que han realizado debates por todo el país y 80 entrevistas directas, el informe es un alegato contra la sordera de la clase médica actual hacia las necesidades de los pacientes terminales. “Entre el 80% y el 90% de los franceses desea una legislación de la eutanasia. Se trata de una petición profunda de gente que no quiere verse sometida en ese periodo de extrema vulnerabilidad a una medicina sin alma”, afirma Sicard, quien añade que su misión ha detectado “el malestar, la cólera, la obsesión (de los franceses) por verse abocados a un final de la vida insoportable, a sufrir o ver sufrir a sus allegados”.
 El estudio revela además la existencia de desigualdades entre enfermos en el acceso a los cuidados paliativos en función de si la muerte se produce en hospitales privados o públicos, donde expira la mayoría de la población. Los médicos de la red pública, afirma Sicard, suelen privilegiar la técnica, consideran la muerte “como un fracaso”, apenas escuchan a los enfermos que desean dejar de vivir y ponen el acento en la atención paliativa sin abrazar “la cultura de mitigar el olor”.
 Sicard denuncia también una tendencia creciente a lo que llama “el dejar morir", una interpretación laxa de la actual ley sobre el final de vida (la ley Leonetti) que consiste en aliviar el dolor del enfermo en peligro de muerte sin tener intención real de ayudarle a morir. “Privilegiar las sedaciones ligeras y cortas, en el interés del médico que no quiere ser acusado de eutanasia, puede ser de una gran crueldad contra las personas”, afirma el estudio. De ahí procede la principal recomendación: cuando una persona pide expresamente interrumpir todo tratamiento susceptible de prolongar su vida, hace falta, tras una decisión colegiada, “darle la posibilidad de un gesto realizado por un médico que acelere la llegada de la muerte”. La Academia de Medicina ya advirtió el 12 de diciembre de que “ningún médico será autorizado a dar la muerte”.
 El informe no preconiza una nueva legislación sino abrir un periodo de reflexión y aprobar un reglamento de “buenas prácticas” del ejercicio médico que complete la ley actual. “La muerte”, ha dicho el profesor Sicard a Le Monde, “es el momento de la vida en que la autonomía de la persona debe ser más respetada”.
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El catalán más antiguo es un niño

El molar de un chico neandertal hallado hace 40 años en Serinyà es el resto humano más viejo de Catalunya, tiene 215.000 años

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Las últimas excavaciones realizadas en el Parque de las Cuevas Prehistóricas de Serinyà, en la cueva de Mollet, han confirmado que el diente molar localizado hace 40 años es el resto humano más antiguo hallado hasta ahora en Catalunya, exactamente de hace 215.000 años.
La cueva de Mollet del Parque de las Cuevas Prehistóricas de Serinyà donde se encontró hace 40 años el molar del niño neandertal. ACN
El molar del chico neandertal, de 215.000 años. ACN
El parque de estas cuevas, declarado Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN) en el 2009 y gestionado por el consejo comarcal del Pla de l'Estany, se abrió hace 15 años, aunque anteriormente ya se habían hecho excavaciones.
Este molar, de un niño neandertal, fue localizado por Josep María Corominas en 1972, pero no pudo fecharse con exactitud hasta que se pudo volver a excavar en la cueva de Mollet entre el año 2001 y el 2011.

Nuevos hallazgos

Aunque en un primer momento se había fechado de forma indirecta, teniendo en cuenta otros restos, las últimas excavaciones han permitido localizar nuevos hallazgos, como huesos de roedores, que, una vez analizados, han permitido dar una fecha exacta.
El historiador de la UdG y codirector del yacimiento, Julià Maroto, ha explicado que han estudiado los restos que acumulaban las hienas y han podido realizar una datación "numérica, radio-métrica y con análisis de pequeños roedores que lo verifican".

Un individuo joven

En este sentido, ha asegurado que el diente molar es "el resto humano más antiguo de Catalunya en estos momentos y se correspondería a un neandertal arcaico, es un resto que corresponde a un individuo joven".
Como en el estrato donde fue hallado el diente no han encontrado pruebas que demuestren una ocupación humana, consideran que el diente del niño podía haber llegado allí como presa también de las hienas.
Los resultados de la investigación se han publicado en la revista especializada en la evolución humana, 'Journal Human of Evolution'.



Ya no me caben dudas.Mis origenes están en Catalunya,y además soy descendiente de los Neandertales.
Vengo desde hace 215.000 años,no creo que mucha gente esté tan segura de sus origenes.
Los antropologos dicen que los apellidos más viejos son los de lugares geográficos o los de oficios.
Mollet,Molet,Moler,Moles,Miller...
Un poco más de respeto porque podes estar leyendo el blog más viejo del mundo. 


LOS MÉDICOS ESPERAN QUE SEA LA ÚLTIMA VEZ

Operan a un vasco con anestesia

Esta mañana, médicos del Hospital Santa Marina de Bilbao han practicado por primera vez en el País Vasco una intervención quirúrgica con anestesia general. Hasta ahora, nunca había sido necesaria la presencia de un anestesiólogo en los quirófanos vascos, puesto que en ellos es tradición operar “a pelo”. Esta primera intervención con anestesia se considera “una rara excepción” que, lejos de ser vista como un avance, se ha querido llevar a cabo con discreción “porque es una vergüenza para el paciente mismo y para sus familiares”.