viernes, 5 de abril de 2013

Las zonas erógenas: el misterio del cuerpo femenino


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Dr. Juan Carlos Kusnetzoff
Las zonas erógenas son aquellas más susceptibles de producir deseo o placer erótico al ser acariciadas. Su conocimiento es de gran importancia, ya que la adecuada estimulación es decisiva para alcanzar la satisfacción sexual.
Existen en la mujer zonas más sensibles que otras. Siempre debe recordarse que, a diferencia del hombre que en este sentido es más genitalizado, todo el cuerpo femenino es una zona erógena. Muy pocos hombres lo perciben y, por eso, es clásico que la mayoría comience el acto sexual directamente con la penetración o, en el mejor de los casos, tocando los genitales de la mujer sin preámbulos. Y eso es, justamente, lo que inhibe o disgusta a las mujeres.

Siempre deben tener presentes las enormes variaciones individuales. Las zonas erógenas más importantes son la boca, las orejas, el cuello, la espalda en la parte de la columna vertebral, los pechos, la zona del ombligo e inmediatamente por debajo de él, las nalgas, las caderas y las rodillas. Pero no hay normas para esto, salvo una: cada mujer tiene un deber consigo misma y es el de conocerse, experimentar, elegir y comunicar sus preferencias.


Los pechos y la respuesta sexual
Han sido –y son- “la obsesión de los hombres”. Las mujeres saben bien eso y muchas de ellas viven también obsesionadas intentando mejorarlos, agrandarlos o reducirlos, según los casos. Contribuye a todo esto la lamentable publicidad que se hace explotando a las mujeres como objeto erótico, o el uso difundido de fotografías o imágenes de “cuerpos ideales”.

Pero no sentirse inferior por ser distinta del ideal y recordar que la sensualidad reside en varios factores simultáneos ayuda a la mujer a entregarse sin temores, tensiones ni vergüenza al acto de amar.
La mayoría de las mujeres disfrutan mucho de las caricias en los senos, algo que, afortunadamente, también la mayoría de los varones está muy dispuesto a brindar. Para los olvidadizos, siempre queda el recurso de guiar sus manos o su boca, o formularles el pedido expreso.

Tampoco debe creerse “anormal” aquella a quien ciertos roces le resultan molestos o, incluso, dolorosos, porque para ser eficaz, el estímulo de la región debe ser delicado y suave debido a su extrema sensibilidad. Si bien toda la estructura de las mamas es sensible, algunas zonas lo son más que otras. Su parte central es, evidentemente, la que más reacciona al tacto, ya que las terminaciones nerviosas de la areola y el pezón están conectadas con áreas especiales en el cerebro medio y la neurohipófisis.


La zona genital
La parte exterior más visible del aparato genital femenino –que recibe, en conjunto, el nombre de vulva- es hipersensible a las caricias.
- El vello pubiano. El vello que cubre el pubis y los labios mayores es altamente erótico. Las caricias sobre esa zona son tan estimulantes como placenteras.
- Labios externos e internos. Son sumamente sensibles al roce.

- El clítoris. Se encuentra donde se unen los labios vulvares, casi inmediatamente por debajo del pubis. Es un órgano complejo. Estimularlo es fundamental para la excitación sexual y lograr una adecuada lubricación y satisfacción femenina.


¿Qué es el famoso “Punto G”?
Es la zona vaginal descrita hace muchos años por un ginecólogo llamado Ernest Grafenberg, de cuya inicial proviene su nombre. Se localiza en la parte anterior de la vagina, algunos centímetros dentro de ella, en su parte superior o techo. Atención: no en todas las mujeres puede ser hallado con facilidad y no en todas tiene la misma sensibilidad. Pero casi siempre se constata que:

- La zona es fácil de estimular, en especial, con los dedos del compañero.
- Su estímulo, acompañado de todos los mencionados, puede ayudar a tener más satisfacción y orgasmos más intensos.
- En algunas mujeres –no en todas- proporciona una calidad de placer diferente.

TANTO CRITICAR A LOS CHINOS Y LOS ESPAÑOLES VENDEN PERROS PARA COMER,SUERTE QUE NO COMEN SUDACAS NI CHICOS NI MUJERES

En albóndigas holandesas

Bruselas pide explicaciones a España por un posible fraude con carne de perro

EL MUNDOEL MUNDO
  • España, en el punto de mira de la crisis de los productos cárnicos
La Comisión Europea va a solicitar información detallada a las autoridades españolas para aclarar un posible fraude en productos cárnicos preparados -unas albóndigas en los Países Bajos- que habrían sido elaborados con carne de perro procedente de España.
Así lo ha confirmado en una rueda de prensa el portavoz comunitario de Salud y Consumo, Frédéric Vincent, quien ha explicado que el Ejecutivo comunitario va a remitir una carta a "las autoridades sanitarias españolas responsables" tras leer en la prensa holandesa que se apunta a España como el origen de la carne sospechosa.
Vincent ha recalcado que "por el momento es pura especulación" y que "ninguno" de los Estados miembros ha notificado al sistema de alerta europeo un caso parecido.
"Es una historia especulativa. Hemos visto artículos de prensa sobre el tema en Países Bajos con la posibilidad de que la carne sería, y subrayo el condicional 'sería', procedente de España. Para saber qué es lo que ha pasado exactamente, escribiremos a las autoridades sanitarias españolas encargadas", ha resumido el portavoz.
Vincent se refiere a lo publicado en el diario holandés 'Telegraaf' sobre un posible fraude en piensos para animales y en productos cárnicos para el consumo humano, como albóndigas, producidos en Países Bajos pero empleando para ello carne de perro importada desde España. Siempre según este mismo diario, la Guardia Civil habría investigado hace unos meses uso clandestino de perros domésticos sacrificados para la fabricación de piensos.

Los otros escándalos de la carne

A principios de año saltó el escándalo de la carne de caballo, detectada en 20 hamburguesas distribuidas en supermercados españoles. No obstante, las autoridades sanitarias se apresuraron a señalar que no había riesgo para la salud.
Al hilo de esas investigaciones la cadena de muebles sueca IKEA se vio obligada a retirar de sus restaurantes las albóndigas -por contener carne de caballo- así como otros productos -entre ellos las salchichas-. Tras los análisis pertinentes, las albóndigas regresaron a los establecimientos de esta cadena el pasado marzo.
En 2011, España fue señalada con el dedo por las autoridades alemanas como responsable de la partida de pepinos -procedentes de Almería- que causaron la muerte de varias personas por una bacteria intestinal. Esta alerta causó grandes pérdidas al sector agrícola español.

A QUEDARSE PREÑÁ QUE SE PASA EL ARROZ...

Más de 6.000 mujeres

¿Cuál es el mejor día para quedarse embarazada?

  • El día 12 tras la última regla parece el mejor para la concepción
  • De todas maneras, esta fecha no es aplicable en todos los casos
  • Lo ideal es tener en cuanta otras variables, como la edad o la raza
Es el primer paso en las parejas que buscan un embarazo. De repente, las cenas sorpresa no lo son tanto, ni los viajes sin pareja se pueden improvisar como antes. Sigue habiendo romanticismo, sí, pero el coito se practica en unos días determinados, sobre todo si el reloj biológico empieza a apremiar. Es lo que se llama ventana de fertilidad, aquellos días más próximos a la ovulación en los que la posibilidades de concepción se multiplican.
Un estudio, publicado en la última edición de 'Human Reproduction', deja aún menos margen a la espontaneidad, estableciendo cuál de esas jornadas es la más idónea para concebir.
Según la investigación, liderada por Julien Stirnemann, obstetra del Hôpital Necker – Enfants Malades (París, Francia), ese día es (redoble de tambores) el número 12 tras la última regla. Este es el resultado medio, ya que las mujeres mayores de 35 años tienden a concebir algo antes y las menores de 25, algo después.
Según cuentan los autores, que han analizado de forma retrospectiva a más de 6.000 mujeres que asistían a una ecografía rutinaria durante su primer trimestre de embarazo, hasta ahora no se había estimado ese día en mujeres que ya habían logrado el embarazo.
La excepción: las féminas que se han sometido a tratamientos de reproducción asistida, como la fecundación in vitro (FIV) o la inseminación artificial, en la que sí se puede establecer la fecha exacta de la concepción.
Hasta ahora, los estudios para establecer ese "mejor día" para concebir eran trabajos prospectivos que analizaban la temperatura basal o los cambios hormonales pero, según los autores, ninguno ha podido fijarlo de manera "oficial". Además, los estudios establecían las posibilidades de ovulación más que las de concepción propiamente dicha.
Actualmente, la herramienta que se utiliza para determinar cuándo una mujer se ha quedado embarazada (y, por lo tanto, la fecha estimada de parto) es la biometría fetal básica pero, según los autores, "este método continúa siendo una observación indirecta de la concepción y, por lo tanto, puede dar error por variables biológicas en la dinámica del crecimiento fetal".
Así, los autores consideraron que hacía falta un estudio que proveyera de valores de referencia a las mujeres que intentarán ser madres, la "implicación clínica" más importante de su trabajo, según subrayan.
Pese a todo, los propios investigadores son conscientes de que este estudio no es auto–aplicable, aunque sí será útil para el ginecólogo que trabaje en planificación familiar. Solo él, utilizando la información complementaria del estudio, podrá definir el día idóneo teniendo en cuenta edad, raza y otras variables. "En lo que a planificación se refiere, considerar las probabilidades de concepción específicas de cada día puede ser más útil que calcular las probabilidades de ovulación", concluyen los autores.