jueves, 10 de abril de 2014

“Vuelve el franquismo”.

En un hospital de Madrid prohíben denunciar desvíos a un centro de gestión privada
La Dirección censura los folletos en que se advierte a los enfermos de que no tienen por qué ser derivados al Rey Juan Carlos
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Médicos en una manifestación contra la privatización de la Sanidad pública. EFE
Médicos en una manifestación contra la privatización de la Sanidad pública. EFE
Al cambio de un consejero por otro en la Sanidad madrileña le viene como anillo al dedo la célebre frase lampedusiana de “cambiar todo para que nada cambie”. El empeño del PP madrileño de privatizar los servicios de Sanidad sigue adelante y toda acción por pararlo es desautorizada y, a veces, prohibida. Este es el caso de lo que ocurre en el Hospital de Móstoles, donde se impide la divulgación de folletos en los que se insta a los pacientes a no permitir que se les derive al hospital de gestión privada Rey Juan Carlos, también de titularidad pública, pero cuyos servicios ofrece una empresa privada.
Prohibida por la Dirección
Uno de los jefes del Hospital de Móstoles ha enviado un correo a los trabajadores del centro para advertir que la “tenencia o reparto a los pacientes” de folletos “animando a los usuarios a poner reclamaciones en contra de la oferta de derivaciones” está “prohibida por la Dirección”.
“Vuelven los tiempos franquistas”
Según denuncia la Coordinadora Anti-Privatización de la Sanidad Pública de Madrid (CASMadrid), se castiga la información a los pacientes sobre sus derechos, al estilo de los tiempos de la dictadura: “Es una vuelta a los tiempos franquistas”. La plataforma recuerda que sus campañas y las de otros grupos defensores de la Sanidad pública madrileña “están logrando que desde 2013 se incremente ininterrumpidamente el número de pacientes que rechaza ser atendido en los centros privados, a los que el call center (gestionado por INDRA S.A.) trata de derivarles, para alegría de los accionistas de estos centros”.
Cada vez, más pacientes rechazan la gestión privada
De acuerdo con los datos de CASMadrid, en 2012 un total de 25.088 pacientes se negaron a ser derivados a centros de gestión privada. En 2013, la cifra subió a 36.196 personas, lo que eleva en 11.000 pacientes el número de los que rechazan ser atendidos en hospitales gestionados por