martes, 5 de agosto de 2014

El negocio de los pañales

Entre todas las empresas del cártel acaparan el 96 por ciento del mercado

El negocio de los pañales

Cinco empresas llevan tres lustros haciendo acuerdos para mantener inflados los precios de los pañales para niños. Es la conclusión a la que ha llegado la SIC (organismo que supervisa la industria y el comercio) tras varios meses de investigación. Y suscribió un pacto, pionero en el sector, por el cual dos de las compañías se comprometen a colaborar con las autoridades a cambio de rebajas en las sanciones que les impondrán.
Las que están en la lupa de la SIC son Tecnosur, Tecnoqumicas, que comercializan Winny; Colombiana Kimberly; Colpapel, de Huggies; Productos Familia, dueña de Pequeñín; y Drypers Andina, de Baby Sec.
Entre todas ellas acaparan el 96 por ciento de un mercado que vende unos mil millones de pañales al año. La líder es la marca Winny, con el 46 por ciento de la torta, seguido de Pequeñín, con el 28 por ciento. La SIC estima las ventas en los quince años de cerca de ochocientos mil millones de pesos.
Los investigadores lograron comprobar la existencia del cártel por medio de confesiones de directivos, cientos de correos electrónicos y otros documentos. Los cuarenta y cuatro empleados llamados a declarar, a los que ya les han formulado cargos, tendrán que contar lo que saben sobre las prácticas irregulares que hacían a fin de establecer precios y las condiciones de venta.
Lo que ya han confesado es que celebraron más de veinte reuniones en Colombia y en el extranjero, tanto para sellar los acuerdos como para hacer los seguimientos posteriores de los mismos.
El delito podría acarrear multas muy graves a las empresas, que rondarían el equivalente a los 30 millones de dólares, amén de sanciones a los empleados que participaron de manera activa. A todo ello habría que agregar el desprestigio de marcas muy reconocidas entre los consumidores, con buena fama, por caer en estrategias fraudulentas con el fin de aprovecharse de las familias en un país de ingresos bajos, donde muchos no pueden ni siquiera permitirse los pañales y otros hacen enormes esfuerzos por comprarlos.