lunes, 20 de octubre de 2014

CUANDO UNA MINA ESTA TODA MOJADA.....

Orgasmo femenino: una de cada mil mujeres eyacula

Eyaculación femenina
No se da en todas la relaciones, y la mayoría de ellas descubre esta capacidad sin buscarla, pero -al contrario del mítico punto G- es una realidad. De qué se trata.
La Eyaculación Femenina no es un tema nuevo, pero si es un fenómeno que sorprende a muchas mujeres y del que se habla muy poco. La primera reacción de las mujeres que la experimentan es sorpresa y temor. En ambos casos, la reacción tiene que ver con la falta de información. Así como hace años era frecuente que a las mujeres las sorprenda la menarca (primera menstruación) sin tener información al respecto, lo mismo sucede con la eyaculación femenina en la actualidad.
La educación sexual tiene que ocuparse de describir la anatomía e informar sobre métodos anticonceptivos, pero también tiene que dar información acerca de diferentes situaciones con las que un hombre o una mujer puede encontrarse a lo largo de su vida sexual.

En el Kamasutra se habla de un líquido que segregan las mujeres al que llamaban “néctar sagrado” y el médico griego Hipócrates también hacía referencia a esto.
Por su lado el médico y anatomista holandés Regnier de Graat (1641–1673) mencionaba un líquido que según el chorreaba de las partes pudentas.
Ya en el siglo XIX Ernst Grafenberg realizo investigaciones en las que hablaba de estos fluidos y explicaba que en ocasiones había que poner una toalla debajo de la mujer para no mojar las sábanas.
Fue Alexander Skene quien en el siglo XIX describió dos glándulas que por ser el descubridor llevan su nombre y son conocidas como Glándulas de Skene. Están situadas en la pared anterior de la vagina, alrededor del orificio externo de la uretra, y se encuentran íntimamente ligadas al área en donde se focaliza el llamado punto G, que dicho sea de paso, no existe pero sí existe una zona especialmente sensible. A estas glándulas también algunos autores las reconocen como glandulas uretrales, parauretrales, glándulas vestibulares menores, punto U o próstata femenina.

En el año  2003, Emanuele Jannini de la Universidad de L'Aquila en Italia ofreció una explicación para este fenómeno, así como para la frecuente negación de su existencia. Según él las aperturas de la glándula de Skene varían generalmente en tamaño de una mujer a otra, al grado de que en algunas mujeres ha desaparecido enteramente.
Si las glándulas de Skene son la causa de la “eyaculación femenina”, esto puede explicar la ausencia observada de este fenómeno en muchas mujeres. Este dato no es menor ya que muchas mujeres consultan preocupadas por no vivir esta experiencia.

Algunos ginecólogos consideran que la llamada Eyaculación Femenina es segregada por tejido prostático parauretral, presente en un 1 de cada 1.000 mujeres.

Lubricación vaginal

La lubricación vaginal es frecuente en todas las mujeres (salvo en algunas situaciones especificas), y se considera la primera fase de la respuesta sexual femenina (equivalente a la erección masculina), acompañada de la segregación de un líquido transparente característico, llamado flujo vaginal, producido por las glándulas de Bartolino, que se encuentran en las paredes vaginales, encargadas de lubricar los genitales, para facilitar la penetración sin dolor.
La principal diferencia entre la Eyaculación Femenina y la lubricación es que la primera se da durante el orgasmo, y en cambio la lubricación desde el inicio de la relación.

Las mujeres que vivieron esta experiencia eyaculatoria relatan que el principio se sorprendieron e incluso creyeron que era orina, pero pronto se dieron cuenta de que no lo era y que al informarse se enteraron de algo que en general nunca habían escuchado. Por otro lado cuentan que no se da en todas la relaciones, y la mayoría descubren esta capacidad sin buscarla.

* Patricio Gómez Di Leva es psicólogo y sexólogo.