miércoles, 30 de diciembre de 2015

HABIA DEMASIADOS Y SIGUEN SOBRANDO

Unos 3.000 médicos han tramitado irse de España este año

La cifra rompe la tendencia al alza de facultativos que se planteaban migrar que comenzó en 2011

Protesta contra la privatización y los recortes en sanidad
Protesta contra la privatización y los recortes en sanidad en 2013. / ULY MARTÍN

Unos 3.000 médicos han pedido este año el certificado que deben emitir los colegios profesionales para que se les reconozca el título en el extranjero, según los datos de la Organización Médica Colegial. En verdad la cuenta aún no está cerrada, pero a 4 de diciembre la cifra era de 2.917, lo que permite suponer que el número final rondará esos 3.000.
La cantidad de solicitudes es ligeramente inferior a la del año pasado, que fueron 3.300. En 2014 las peticiones llegaron a su máximo. En 2011 fueron 1.380; en 2012, 2.405 y en 2013, 3.279. Este es, por tanto, el primer año desde 2011 en que cambia la tendencia. Habrá que esperar a 2016 para saber si la variación es temporal o se consolida.

El certificado debe pedirse para ejercer en el extranjero, pero también para estudiar o para realizar labores de cooperación, aunque estos últimos son los menos. Reclamarlo tampoco quiere decir que todos los solicitantes se hayan ido fuera, sino que se lo han planteado o lo han intentado.En los cinco últimos años, se han solicitado más de 13.000 certificados de idoneidad por parte de médicos españoles, “unos datos que ponen de manifiesto la precaria situación de los profesionales médicos españoles y en especial la de los más jóvenes”, afirma la OMC en una nota.
Del total de los certificados, 1.140 han sido solicitados por hombres y 1.776 por mujeres, lo que se corresponde con el perfil de los graduados más jóvenes, entre los que predominan las mujeres. Reino Unido, Francia y Alemania son los destinos favoritos de los médicos.

Vendran  cubanos que son muy buenos,no son peseteros y te tratan con afecto y sin prepotencia de cateto...castellano

LA AUTOESTIMA TE HACE FELIZ Y MASAJEA TU EGO

El lugar donde nace la felicidad

El punto amarillo es el precúneo- Scientifics Reports
Los psicólogos saben que la felicidad, además de favorecer la empatía, facilita el rendimiento cognitivo, la resolución de problemas y la creatividad, la curiosidad y la flexibilidad mental, así como el aprendizaje y la memoria. Pero el mecanismo neural que justifica estas observaciones está por descubrir.
Por eso un equipo de investigadores de la Universidad de Kioto se ha adentrado en la misteriosa selva del cerebro en busca de la fuente de la felicidad, una emoción muy relacionada con la autoestima y la confianza en uno mismo.
Resonancia magnética en mano, decidieron examinar el cerebro de los participantes en su investigación después de haberles pasado un test para conocer lo felices que eran habitualmente, la intensidad con que sienten las emociones, y cómo de satisfechos estaban con sus vidas.
Su análisis,  publicado en “Scientific Reports”, reveló que quienes obtuvieroncalificaciones más altasen las encuestas de felicidad tenían más materia gris en una zona del cerebro denominada precuneus, o precúneo. En otras palabras, esas personas que sienten una felicidad más intensa, la tristeza con menos intensidad, y son más capaces de encontrar sentido a la vida tienen precuneus grandes.
No sabemos si crecen por que somos  felices o somos felices porque ya lo teniamos grande.
Situado internamente entre los dos hemisferios cerebrales, en la zona  posterior, el precúneo es una de las regiones con mayor número de conexiones de la corteza cerebral, y actúa como un nodo logístico que permite el procesamiento de la información

martes, 29 de diciembre de 2015

LA GRAN MENTIRA DE DIOS

“La ciencia es una forma de pensar, solo cuenta lo que es verdad”

El Nobel de Química Harold Kroto confiesa en esta entrevista que sufre "la misma enfermedad que Stephen Hawking" y que "pronto" ya no podrá hablar

 Londres .
Harold Kroto, después de la entrevista
Harold Kroto, después de la entrevista / CARMEN VALIÑO
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Hace algo más de un año, en medio de una rueda de prensa durante el festival científico Starmus, un brioso Harold Kroto se lanzó a una discusión acalorada con dos astronautas del programa Apolo. Los dos héroes de la carrera espacial negaban que los humanos estuviesen acelerando el cambio climático y eso fue más de lo que este acérrimo defensor de la ciencia como forma de comprender el mundo podía soportar. Aunque nada en su actitud lo delataba, ese día Kroto ya sabía que padecía una enfermedad de la neurona motora, un grupo de dolencias neurodegenerativas.
“Tengo la misma enfermedad que sufre Stephen Hawking”, explicó Kroto a El País hace dos semanas, durante la presentación en Londres de la Medalla Stephen Hawking, a la que acudió en una silla de ruedas para sorpresa de muchos asistentes. “Ahora no puedo andar y mi voz se está yendo”, detalló.
El científico británico ganó el Nobel de Química en 1996 por descubrir los fullerenos junto a los estadounidenses Robert Curl y Richard Smalley. Estas moléculas esféricas de carbono muy parecidas en estructura a un balón de fútbol eran interesantes por su potencial aplicación en nuevas terapias, aunque su hallazgo surgió de la más pura curiosidad por la formación de estos compuestos en las estrellas.
Kroto (Wisbech, Reino Unido, 1939) ha sido siempre una mente inquieta. De no haber descubierto los fullerenos podría haberse dedicado al diseño gráfico, otra de sus pasiones. También ha hecho importantes apuestas por la divulgación científica, en especial entre niños y jóvenes, y ha mantenido una activa vida política que le ha llevado a criticar públicamente a papas y presidentes. Ahora está jubilado. “Lo que hago es trabajar en mi página web, publicando en ella todo lo que he hecho, pero pronto no podré hablar”, reconoce. En esta entrevista, breve por el visible cansancio que le produce hablar, el científico discurre sobre la importancia del hallazgo que hizo en 1985 y sobre la necesidad de redirigir la investigación hacia los verdaderos problemas de la humanidad.

Respuesta.
 Lo más excitante es que la predicción que hice hace 27 años se ha hecho realidad, que las moléculas de C60 [el fullereno hecho de 60 átomos de carbono] están por todo el universo.Pregunta. ¿Qué ha sido lo más excitante en su campo de trabajo?
P. ¿Qué implicaciones tiene eso?
R. Puede que sea esta la molécula que transporta carbono al lugar en el que se forman los planetas. La implicación es que el C60 puede sobrevivir y después romperse en moléculas más pequeñas
P. ¿Cree que hay vida en otros planetas?
R. Supongo que hay bacterias, formas primitivas de vida.
P. ¿Y vida inteligente?
R. Bueno, no hay vida inteligente aquí. Creo que ese es el problema. El mismo impulso que ha hecho que lleguemos hasta donde estamos actualmente puede ser autodestructivo. A medida que se desarrolla la tecnología, la gente puede usarla para destruirnos. Ahora mismo estamos mandando señales por toda la galaxia y aún no hemos visto nada. Tenemos radiotelescopios muy sensibles, pero por ahora no hay nada obvio de que haya formas de vida tan avanzadas desde el punto de vista tecnológico como nosotros.
P. En 1996 dijo que sin educación científica la humanidad no durará más allá del siglo XXI ¿Cree que han mejorado las cosas?
R. Es cierto. Mira por ejemplo el uso de combustibles fósiles. Necesitamos un gran descubrimiento rompedor en ciencia y tecnología para evitar una catástrofe. No estamos lo suficiente preparados en ese aspecto. Un montón de gente se cree falacias. La ciencia es como es y la gente no la quiere reconocer. La ciencia es una forma de pensar, mantiene que solo lo que es verdad merece ser contado. La gente que inventa cosas puede ser muy mala. Es lo que vemos hoy cada día, la gente se cree cosas y hace cosas horribles. Por ejemplo, el terrorismo. Antes tenías que matar a la gente de uno en uno, ahora puedes matar a 90 de una vez y serán posibles armas que podrán destruirnos a todos.

R.
 Deberían reconocer que nuestra única esperanza es la tecnología, pero esta debe estar guiada por criterios humanitarios y no por el beneficio económico. Yo no quiero que se desarrollen aviones de combate. Tenemos que pensar en este asunto y dirigir a la sociedad y a la investigación hacia criterios de interés humanitario.P. La crisis económica ha empujado a muchos gobernantes, incluidos los españoles, a reducir el presupuesto para investigación ¿Qué les diría?
P. ¿Cuál cree que será la próxima revolución científica?
R. Soy un científico, no tengo ni idea. Pero una cosa es segura, la próxima será una gran sorpresa y vendrá a través de la ciencia básica, la fundamental, no la que usa la ciencia para hacer dinero. Mi descubrimiento se hizo gracias al interés por las estrellas, no en la nanotecnología, y ese es el problema.
P. Hace unos años firmó una carta de condena del Papa Benedicto XVI ¿Qué piensa del nuevo?
R. Bueno, ha hecho cosas buenas. El anterior era antagonista de lo secular. Por ejemplo, no reconocía que el 50% de la gente en Reino Unido declara no tener religión. No podía simplemente ignorarlos. Por eso gente como yo, que solo aceptamos la validez de la verdad, de la evidencia, reconocemos que lo que la gente inventa, las religiones, pueden ser peligrosas. Como podemos ver en Oriente Medio. El papa actual es mucho mejor que el anterior pero, aún así, se puede hacer mucho con el humanismo. El humanismo reúne todo lo bueno que hay en la religión y nada de lo malo.
P. ¿Hay algún lugar para Dios en la ciencia?
R. Yo creo que no. Nueve de cada diez científicos de élite son escépticos, solo aceptan evidencias, pruebas. Depende de a qué llames Dios. Si dices que es la naturaleza entonces sí, pero si quieres que sea el concepto de la iglesia, no hay ninguna prueba. La ciencia se basa en probar si las cosas funcionan y, si lo hacen, entonces tu móvil funciona. Si fuese tan efectivo como rezar, no lo comprarías. Las ecuaciones de Maxwell están probadas y funcionan cada vez que enciendes tu teléfono, cada vez. Billones y billones y billones de pruebas a favor de esas ecuaciones.
P. ¿Por qué le gustaría ser recordado?
R. No me importa mucho. Creo que he sido un tipo bastante decente. Intento ayudar a la gente a través de la educación, con mi web, a través de unos cuantos proyectos humanitarios, como por ejemplo escribir cartas a favor de Raif Badawi, un bloguero que está en prisión en Arabia Saudí, o hace ya tiempo escribir a Bush y Blair para que no invadieran Irak. Ese tipo de cosas son las más importantes. Ya que gané el premio Nobel, lo usé para intentar mejorar un poco las cosas.
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lunes, 28 de diciembre de 2015

Con menos de dos años ya dominan su uso

Bebés expertos en tabletas y ‘smartphones’

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Los niños pequeños se saben manejar en el mundo de las pantallas táctiles incluso antes de aprender a hablar y a andar. Con menos de dos años ya son capaces de desbloquear las pantallas y con 25 meses buscan en los dispositivos sus aplicaciones de juego favoritas, según un estudio de investigadoras irlandesas.

<p>Los niños menores de dos años ya son capaces de desbloquear las pantallas y con 25 meses buscan en los dispositivos sus aplicaciones de juego favoritas. / Fotolia</p>
Los niños menores de dos años ya son capaces de desbloquear las pantallas y con 25 meses buscan en los dispositivos sus aplicaciones de juego favoritas. / Fotolia
Un pequeño estudio liderado por la Universidad de Cork (Irlanda) desvela lo que muchos padres ya sabían: que los niños pequeños se saben manejar en el mundo de las tabletas y los smartphones para buscar sus juegos favoritos.El trabajo, publicado en Archives of Disease in Childhood –perteneciente al grupo British Medical Journal–, indica que los niños de dos años son expertos en el uso de pantallas táctiles y pueden deslizar, desbloquear, y buscar activamente características en los dispositivos inteligentes.
“Este nivel de interactividad se asocia con su capacidad de juego e indica que la tecnología podría tener un papel potencial en la evaluación del desarrollo de los niños pequeños”, señala Caroline Ahearne, investigadora del departamento de pediatría de la Universidad de Cork y autora principal del estudio.
La investigación basa sus conclusiones en 82 cuestionarios sobre acceso a pantallas táctiles y su uso, completado por padres de niños de entre doce meses y tres años.
A los progenitores se les preguntó sobre el tiempo que sus hijos utilizaban la pantalla cada día y si eran capaces de desbloquearla, deslizar el dedo a través de páginas o imágenes, y reconocer e interactuar con características específicas, como iconos de aplicaciones para juegos.
También se preguntó a los padres si habían descargado juegos o aplicaciones para el uso de sus hijos. La edad de los niños variaba de 20 a 30 meses y poco más de la mitad (57%) eran varones.
La mayoría de los padres (82%) dijo que poseían un dispositivo de pantalla táctil como un teléfono inteligente o una tableta. La mayor parte dejaba su dispositivo a su hijo para jugar una media de 15 minutos al día, y casi dos tercios (62%) habían descargado aplicaciones para niños.
Nueve de cada diez indicaron que sus hijos eran capaces de deslizar el dedo por la pantalla, la mitad sabían desbloquearla y casi dos tercios (64%) buscaban activamente aplicaciones tocando la pantalla.
Material inadecuado
La edad promedio de los niños con estas tres habilidades fue de 24 meses, mientras que la media de edad para identificar y utilizar las funciones de pantalla táctil específica fue de 25 meses.
En general, uno de cada tres de los niños de 29 meses realizó las cuatro tareas. Además, el cuestionario indica que niños de solo un año ya utilizan regularmente las pantallas táctiles.
"Hay muchas apps diseñadas para bebés y niños pequeños, pero no existe una regulación de su calidad, valor educativo o seguridad", dice Ahearne
En 1999 la Academia Estadounidense de Pediatría recomendaba que los niños menores de dos años no pasasen tiempo frente a pantallas, debido a que se arriesgaban a exponerse a material inadecuado. Además, advertía que podría desplazar otras interacciones importantes para el desarrollo y el juego.
Estas recomendaciones se hicieron antes de la llegada de los dispositivos de pantalla táctil, lo que podría tener un impacto diferente en los cerebros en desarrollo de los niños, según las investigadoras.
"Las aplicaciones de pantalla táctil ofrecen un nivel de interacción no experimentado previamente con otros medios y son más afines al juego tradicional", señala Ahearne. "Esto abre una aplicación potencial de estos dispositivos, tanto para la evaluación del desarrollo, como para la intervención temprana en niños con patologías de alto riesgo".
Sin embargo, advierte: "Hay ya muchas aplicaciones diseñadas para bebés y niños pequeños, pero no existe una regulación de su calidad, valor educativo, o su seguridad". Por ello, algunos de los problemas que surgen con la observación pasiva de la televisión también se podrían aplicar a estas tecnologías.
Referencia bibliográfica:
Caroline Ahearne, Sinead Dilworth, Rachel Rollings, Vicki Livingstone y Deirdre Murray. “Touch-screen technology usage in toddlers”. Archives of Disease in Childhood (21 diciembre, 2015).

domingo, 27 de diciembre de 2015

LOS CHAMANES PESETEROS QUE "CURAN" EL CANCER

PSEUDOCIENCIA

El hombre que derribó con ciencia las terapias alternativas

Edzar Ernst pasó dos décadas estudiando pseudomedicinas como la homeopatía hasta que Carlos de Inglaterra logró apartarle de su puesto

El investigador de las pseudociencias Edzard Ernst.
El investigador de las pseudociencias Edzard Ernst.
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“Nunca supuse que hacer preguntas básicas y necesarias como científico podría provocar polémicas tan feroces y que mis investigaciones me involucraran en disputas ideológicas e intrigas políticas surgidas del más alto nivel”. Quien así habla es Edzard Ernst, seguramente el científico más detestado por los defensores de la pseudomedicina de todo el mundo. La razón es sencilla: el fruto de su trabajo les deja sin argumentos. Ernst (Wiesbaden, Alemania, 1948) fue el primero en someter a las llamadas terapias alternativas al rigor de la ciencia de forma sistemática, para llegar a una conclusión: remedios como la homeopatía no son más que placebo y los que la recetan violan la ética médica.
En su viaje científico contra la pseudociencia, Ernst ha tenido que enfrentarse al recuerdo de su madre y al Príncipe de Gales, los dos fervorosos homeópatas. El investigador alemán ha dedicado 20 años al estudio crítico de estas terapias —"dos décadas de conflicto interminable”—, desde la acupuntura hasta la imposición de manos, y su equipo ha publicado más de 350 trabajos sobre esta materia. Sus memorias, Un científico en el país de las maravillas (A scientist in Wonderland, Imprint Academic), publicadas este año, proporcionan el mejor relato sobre las dificultades a las que se enfrentará alguien que pretenda desentrañar críticamente las terapias alternativas: amenazas, falta de respaldo institucional, presiones de las altas esferas, soledad… e innumerables dificultades científicas.
Los ensayos que se realizan a diario en todos los hospitales del mundo suelen manejar unos protocolos muy claros para probar si el medicamento sirve o no: a un grupo le das el fármaco y al otro, un placebo. Pero ¿cómo estudiar si realmente funciona la imposición de manos para curar o aliviar el sufrimiento de un enfermo? Esa fue la primera pregunta que se hizo Ernst al aterrizar en 1993 en la cátedra de Medicina Complementaria de la Universidad de Exeter, la primera de su clase. Por aquel entonces, cuenta, había en el Reino Unido tantos sanadores (unos 14.000) como médicos de cabecera. El placebo que diseñaron junto a los propios sanadores serían unos actores que fingirían estar imponiendo sus manos. A medida que los sanadores veían que el escrutinio les iba a desenmascarar comenzaron con las pegas, las críticas y el rechazo a los métodos: finalmente, resultó que los actores también tenían capacidades sanadoras y por eso el placebo funcionó mejor que los profesionales.
Ernst comenzó a interesarse por el estudio crítico de las terapias alternativas después de trabajar en un hospital homeopático en Múnich, en su país natal, donde esta pseudoterapia tiene un gran arraigo y la practican médicos titulados. A partir de su experiencia allí, traza en sus memorias un relato demoledor de los facultativos que recetan estos falsos fármacos que nunca han demostrado su utilidad médica: lo hacen “porque no pueden hacer frente a las a menudo muy altas exigencias de la medicina convencional”. “Es casi comprensible que, si un médico tiene problemas para comprender las causas multifactoriales y los mecanismos de una enfermedad o no domina el complejo proceso de llegar a un diagnóstico y la búsqueda de un tratamiento eficaz, esté tentado de emplear en su lugar conceptos como la homeopatía o la acupuntura, cuya base teórica es muchísimo más fácil de entender”, escribe el científico, que sigue muy combativo en su blog.
Portada de las memorias.
Portada de las memorias.
Gracias a su espíritu crítico, la cátedra de Exeter se convirtió en la vanguardia de la investigación seria sobre la llamada medicina complementaria, y de ahí salieron algunos de los estudios que nos han demostrado su ineficacia y también sus peligros, como el de osteópatas y quiroprácticos que manipulan la columna vertebral provocando serios problemas a sus pacientes. Por no mencionar, el riesgo más simple y peligroso de todos: el de abandonar tratamientos duros pero efectivos, como la quimioterapia, por terapias supuestamente inocuas pero que dejarán morir al paciente.
Ese puesto se había creado para seguir haciendo la ciencia acrítica que buscan los defensores de las terapias alternativas, como Carlos de Inglaterra, en la que sencillamente se les pregunta a los pacientes si se sienten mejor que antes de tal o cual tratamiento. Sobre ellos, escribe que parecen tener “poca o ninguna comprensión del papel de la ciencia en todo esto. Los terapeutas alternativos y sus partidarios parecen un poco como niños jugando a médicos y pacientes”. Cuando sus resultados comenzaron a desmontar estos remedios, los partidarios de la medicina complementaria comenzaron a atacarle en todos los niveles, desde el personal hasta el público.

Al final, después de muchas broncas, victorias y sinsabores, Ernst concluye que su trabajo sirve para demostrar la ineficacia de las terapias, pero no para convencer a sus defensores: “Lento pero seguro, me resigné al hecho de que, para algunos fanáticos de la medicina alternativa, ninguna explicación será suficiente. Para ellos, la medicina alternativa parecía haberse transformado en una religión, una secta cuyo credo central debe ser defendida a toda costa contra el infiel”. Eso sí, la experiencia le sirvió para reconocer y desmontar todas las trampas dialécticas usadas por este colectivo, que quedan destripadas en sus memorias. Falacias como que la medicina convencional mata más, que la ciencia no es capaz de comprender estos remedios o que son buenos por ser naturales y milenarios quedan convenientemente desmontadas.De ahí surge el mayor escollo de su carrera y el que tuvo notable repercusión en Reino Unido: su enfrentamiento con el príncipe Carlos, que durante años ha presionado a los ministros para incluyan la homeopatía en el sistema de salud británico. Finalmente, después de que Ernst le acusara públicamente de no ser más que un vendedor de crecepelos, el heredero al trono consiguió que se quedara sin su puesto en Exeter, tras un doloroso proceso en la Universidad del que saldría absuelto a pesar de las presiones.
Finalmente, Ernst, que antes estuvo estudiando el terrible pasado de la ciencia nazi en la Universidad de Viena, establece un paralelismo entre ambos fenómenos: “Cuando se abusa de la ciencia, secuestrada o distorsionada con el fin de servir a sistemas de creencias políticos o ideológicos, las normas éticas patinan. La pseudociencia resultante es un engaño perpetrado contra los débiles y los vulnerables. Nos lo debemos a nosotros mismos, y a los que vengan después de nosotros, permanecer en lucha por la verdad sin importar la cantidad de problemas que esto pueda causarnos”.

viernes, 25 de diciembre de 2015

LA EPIDEMIA SE DESMADRA ANTE LA PASIVIDAD DE RAJOY

.El número de los afectados por legionella aumenta a 205

El brote de legionella detectado el pasado 11 de diciembre en la localidad ciudadrealeña de Manzanares tiene a 46 personas ingresadas, seis de ellas en estado grave.



El número de los afectados por legionella aumenta a 205. /EFE

MANZANARES.- El brote de legionella detectado el pasado 11 de diciembre en la localidad ciudadrealeña de Manzanares afecta ya a 205 personas, de las cuales 46 están ingresadas y, de ellas, seis se encuentran en estado grave.

De los afectados más graves, cinco se encuentran en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital de Ciudad Real y otra en la del Hospital La Mancha Centro, de Alcázar de San Juan, según han confirmado fuentes de la Consejería de Sanidad, quienes han precisado que ayer tuvo que ser ingresada otra persona más en la UCI del centro sanitario ciudadrealeño.

Pese a los quince nuevos casos registrados en las últimas 24 horas, las autoridades sanitarias han confiado en que el número de afectados disminuya en estos próximos días, ya que todos los posibles focos de infección quedaron sellaron entre el 12 y el 14 de diciembre para evitar contagios.

El aumento de casos, después de que ayer finalizara el periodo de incubación de la enfermedad, según ha explicado el director general de Salud Pública de Castilla-La Mancha, Manuel Tordera, puede estar determinado porque los pacientes suelen ir al hospital cuando tienen más de un síntoma y no cuando empiezan a padecerlo.

De los posibles focos tan solo dos han dado positivos: una fuente ornamental cercana a la estación de autobuses y una torre de refrigeración de una empresa privada situada en las inmediaciones, en el polígono industrial de Manzanares.

Los responsables sanitarios trabajan en confirmar si en los cultivos de las muestras de los dos focos detectados hay células vivas y, en caso de que fuera positivo, identificarlas y compararlas con las que padecen los enfermos.

Entre recortes,falta de personal que se va al extranjero,ineptitud de los politicos y la corrupcion esto no se puede parar...

jueves, 24 de diciembre de 2015

TEST DE SALIVA

El riesgo de muerte puede determinarse a partir de una simple muestra de saliva

Los niveles bajos de inmunoglobulina A en la saliva se asocian con un elevado riesgo de mortalidad, muy especialmente por cáncer
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Las personas cuya saliva presenta una baja concentración de anticuerpos –más concretamente, de inmunoglobulina A, el anticuerpo más común en la saliva– tienen un mayor riesgo de fallecer por cualquier causa. Y es que como muestran los resultados de un estudio llevado a cabo por investigadores de laUniversidad de Birmingham (Reino Unido) y publicado en la revista «PLOS ONE», los niveles bajos de anticuerpos en la saliva se asocian con un elevado riesgo de mortalidad, muy especialmente por cáncer.
Como explica Anna Phillips, directora de la investigación, «todavía no sabemos cómo podemos utilizar las muestras de saliva en los reconocimientos médicos. Y es que aún tenemos que identificar la tasa de secreción de anticuerpos a partir de la cual debemos empezar a preocuparnos. Pero lo que sí es seguro es que si esta tasa es extremadamente baja, entonces puede considerarse como un indicador temprano del riesgo de mortalidad de gran utilidad».
De hecho, y a la luz de los resultados del estudio, la tasa de secreción de inmunoglobulina A podría emplearse como marcador del riesgo de mortalidad en los reconocimientos –o ‘chequeos’– médicos generales. Y como destacan los autores, «obtener una muestra de saliva es mucho menos invasivo que obtener una muestra de sangre».

Mortalidad por cáncer

El objetivo de la investigación fue analizar la posible relación entre la concentración de inmunoglobulina A en la saliva y la mortalidad por cualquier causa. Y para ello, los autores contaban con las muestras de saliva –y las consecuentes tasas de secreción de inmunoglobulinas– de 639 participantes de 63 años de edad incluidos en el Estudio ‘West of Scotland Twenty-07’. Concretamente, las muestras fueron obtenidas en 1995, por lo que los investigadores pudieron realizar un seguimiento de la mortalidad de los participantes durante un periodo de 20 años.
Los resultados mostraron la existencia de una relación negativa entre la tasa de secreción de inmunoglobulina A y la mortalidad por cualquier causa. Es decir, a menores niveles de anticuerpos, mayor es la mortalidad, sobre todo por cáncer –y muy especialmente, por tumores no pulmonares.
Tal y como sucede con el estrés, la dieta, el ejercicio físico, el alcohol y el tabaco, nuestro estado de salud puede afectar a los niveles de anticuerposAnna Phillips
Es más; la relación entre anticuerpos en la saliva y mortalidad fue independiente de otros factores como el género, la medicación, el tabaquismo o la percepción de los propios pacientes sobre su salud.
Como explica Anna Phillips, directora de la investigación, «existen diversos factores que pueden afectar a nuestra capacidad de producir y mantener unos niveles óptimos de anticuerpos. Y entre estos factores hay algunos que escapan a nuestro control, como sería la edad, la herencia o la enfermedad. Pero, además, nuestro estado de salud también puede afectar a los niveles de anticuerpos. Y lo mismo sucede con el estrés, la dieta, el ejercicio físico, el alcohol y el tabaco».

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Tratamientos antihipertensivos a partir de descartes de sardinas y jureles

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.Investigadores de la Universidad de Granada han desarrollado tratamientos antihipertensivos de bajo coste a partir de la fracción proteica de especies de pescado de descarte de la zona surmediterránea. La sardinas, el jurel y el aligote son algunas de estas especies.
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<li>Sardina pilchardus (FOTO: WIKIPEDIA). </li>

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  1. Sardina pilchardus (FOTO: WIKIPEDIA).Mienbros del departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Granada (UGR) han diseñado tratamientos antihipertensivos baratos con la fracción proteica de especies de pescado de descarte en la región surmediterránea o la costa norte del mar de Alborán.
En esta zona, las especies más descartadas son especies comerciales como la sardina (Sardina pilchardus), el jurel (Trachurus mediterraneus) y el aligote (Pagellus acarne). Estos descartes se deben a que no cumplen la talla mínima, a restricciones de cuota y a prácticas comerciales como el highgrading (aumento del descarte por retención solo del pescado de mayor valor).

Los péptidos antihipertensivos son componentes bioactivos obtenidos de fuentes naturales (animal o vegetal) y pueden reducir la presión arterial en el organismo, mediante la inhibición de la enzima convertidora de angiotensina (ACE), la cual es la responsable que se altere la presión sanguínea en el organismo.
Otras especies como la pintarroja (Scyliorhinus canicula) y la boga (Boops boops), altamente presentes en la captura, son normalmente descartadas debido a su bajo valor comercial.
Como explica la directora de esta investigación, Emilia María Guadix Escobar, los estudios existentes estiman una tasa global de descarte, referida a las capturas totales, del 8 %, lo que da lugar a un volumen anual de descartes de 7.3 millones de toneladas.
“De ahí que, la generación de descartes, además de tener consecuencias económicas negativas, también conlleva un importante impacto ecológico sobre el hábitat marino. Por ello, la reducción de los descartes así como su posterior aprovechamiento se manifiestan como medidas estrictamente necesarias a llevar a cabo”, apunta la investigadora.
El jurel y la pintarroja, los mejores
Debido a su alto contenido proteico, entre 17 y 23% en base húmeda, estos residuos se han empleado tradicionalmente para la obtención de harina de pescado, ensilados o fertilizantes, todos ellos productos de un bajo valor comercial.
No obstante, estos descartes pueden ser transformados en productos de un mayor valor añadido, como hidrolizados de proteínas, que presentan una serie de biomoléculas beneficiosas para la salud humana.
En este contexto, el objetivo de este trabajo ha sido estudiar la producción e identificación de péptidos inhibidores de ACE a partir de la fracción proteica de las 5 especies de descarte en el Mar de Alborán señaladas (sardina, jurel, aligote, boga y pintarroja). Los hidrolizados finales que presentaron una mayor actividad inhibidora de ACE fueron los de jurel y pintarroja producidos mediante la hidrólisis simultánea de subtilisina y tripsina.
Estos resultados indican el potencial de estos descartes como materias primas de bajo coste para producir péptidos de cadena corta con alta actividad inhibidora de la enzima convertidora de angiotensina.