miércoles, 18 de noviembre de 2015

Una mutación genética vuelve más temerarias a las personas que ingieren alcohol

El estudio encuentra que, en parte de la población de Finlandia, una mutación en el gen receptor de la serotonina 2B que genera mayor temeridad y actitudes violentas en estados de embriaguez



Los investigadores han encontrado esta mutación genética en el 2,2% de la población de Finlandia, en unos 100.000 individuos - JOSÉ ALFONSO
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Un nuevo estudio publicado en la revista «Translational Psychiatry» da una explicación a por qué algunas personas tienen un comportamiento temerario e impulsivo cuando están bebidos. Según este investigación, la razón está en una mutación genética en el gen receptor de la serotonina 2B. Esta mutación provoca que su conducta se vuelva muy extraña y errática en estado de ebriedad y, además, los hace más propensos a perder el control o a padecer trastornos del estado de ánimo.
La investigación se ha llevado a cabo en pacientes finlandeses: «El comportamiento temerario bajo la influencia del alcohol es un rasgo nacional finlandés, una reacción patológica al alcohol –explica a Sinc Roope Tikkanen, psiquiatra de la Universidad de Helsinki y autor del trabajo–. Parte del fenómeno es que hay personas que cambian totalmente cuando beben y que no suelen ser capaces de corregir su comportamiento a pesar de que se repita, lo que nos indicó que podría estar producido por factores biológicos».
Para ello, este equipo de científicos ha utilizado los datos sobre pacientes con alcoholismo y sus familiares recopilados por Mattu Virkkunen, profesor emérito de Psiquiatría Forense en la Universidad de Helsinki, y se ha basado en una observación anterior, publicada en 2010 en la revista «Nature», sobre la mutación del receptor de serotonina 2B entre los finlandeses. Los sujetos del estudio fueron entrevistados cara a cara por un psiquiatra, y completaron cuestionarios de personalidad y comportamiento.Tikkanen ha añadido que «en los pueblos aislados geográficamente es posible observar efectos más fuertes de un gen en fenómenos complejos, como la impulsividad» y ha añadido que «los finlandeses son una población joven en la que el acervo génico aún no se ha diluido, por lo que el genoma es relativamente homogéneo».
Comportamientos violentos
En Finlandia, más de 100.000 personas son portadoras de este gen (un 2,2% de la población) y 1.300 bebés nacen con la mutación cada año. Los investigadores del estudio han señalado que las personas portadoras que realmente manifiesten un comportamiento alarmante podrían beneficiarse más de un tratamiento farmacológico que de la psicoterapia, y han concluido queuna combinación de medicamentos, psicoterapia y la abstinencia de alcoholsería el mejor tratamiento.El científico ha concretado que «la mutación también puede ser predictiva de comportamientos violentos impulsivos, ya que descubrimos que la prevalencia de la mutación es cuatro veces mayor entre una población de individuos categorizados como «delincuentes violentos». Lo que a su juicio podrían tener «implicaciones» en la prevención de la violencia y «servir al sistema jurídico en la toma de decisiones».Además del efecto sobre la salud de la población finlandesa, el descubrimiento de este mecanismo biológico puede ser decisivo en la comprensión de la función del receptor 2B de serotonina en todos los humanos. Según los investigadores, una acción disfuncional del receptor puede ser tratada con agentes farmacológicos. Sin embargo, solo dos medicamentos disponibles tienen una afinidad parcial al receptor, por lo que existe un enorme potencial para desarrollar nuevos fármacos.El investigador ha explicado que «la serotonina afecta a todo el cuerpo, no solo al cerebro. Por ello, ahora estamos examinando el rol del receptor de serotonina 2B en enfermedades globalmente importantes, como la diabetes tipo 2».

Un fenómeno finlandés

Sobre la presencia de este gen en el resto del mundo, el científico ha explicado a Sinc que, en un principio, la mutación es específica de la población finlandesa. Tikkanen ha concluido que «estamos seguros de que los hispanos no están afectados. Desconozco, sin embargo, si los rusos han sido estudiados. Por intuición, y de forma muy especulativa, puede que algunos rusos sean portadores, debido a que la violencia impulsiva durante el estado de ebriedad también es frecuente en esta población».