martes, 29 de marzo de 2016

El sexo oral desde el otro lado: ¿En qué pensamos mientras la chupamos?

Querid@s,
Me alimento de facebook y otras redes social para machacar sin descanso a mis amig@s y lanzarles preguntas de índole amorosa y sensual por igual. Cada loco con su tema. La última de mis peticiones ha sido la de fisgonear la vida sexual de mis amistades y que me cuenten (en privado) en que cavilan sus cabecitas mientras se dedican al arte de mamar.
Probablemente lo suyo sería no pensar en absolutamente nada y permanecer – el tiempo que se demore la felación- concentrad@ en lo que se está haciendo y disfrutando del placer que se obtiene de la misma. Pero en muchas ocasiones es inevitable y nuestra mente vuela y se ensimisma en asuntos varios; desde cuestiones meramente cotidianas como esas goteras que siguen incordiando su hogar hasta divagaciones sobre la felación en particular.
¿En qué pensamos mientras la chupamos? Caballeros, dejen de mortificarse y descubran aquí y ahora, si es que sus  inteligencias aún no lo intuían, lo que piensan ellos y ellas mientras se dedican a tan antediluviana práctica sexual. He aquí las respuestas que muy amablemente me han brindado mis amistades. Gracias por mojaros.
madonna
EMPODERAMIENTO: “Cuando estoy con el asunto en la boca me siento la reina del mambo, una Diosa del sexo. Para ellos su polla es lo más y en ese momento la tengo yo en la boca, todita dentro de mí. Yo mando, yo decido qué hacer con ella , cómo y cuándo. Tengo su tesoro entre mis dientes. Cuando la chupo me siento tan poderosa como la reina de Saba, como Helena de Troya. Eso sí, si se porta mal, ¡raca!”.
DIENTES: “Yo me la gozo mucho cuando le hago una mamada a mi novio, pero siempre me da mucho yuyu hacerle daño. Así que me tiro  la mitad de la mamada, sobre todo cuando cojo carrerilla, concentrada en no hacerle daño con los dientes. Una vez me pasé de intensa y le hice una avería, pobre. Desde entonces voy con mucho cuidado y a veces mi novio se ríe recordando cuando me mira mientras se la chupo y parece que no tenga dentadura de lo que escondo los dientes.”
QUE NO HUELA MAL POR FAVOR QUE NO LE HUELA: “No tengo pareja y me gusta mucho el sexo oral. Más que recibirlo, darlo. Algunos se piensan que el coño es un helado. Al no tener pareja estable, nunca sé qué polla me voy a encontrar. Cuando la chupo siempre pienso si olerá mal o no. Me da mucho asco chupar pollas que no huelan a polla. Hay pollas que huelen rematadamente mal. Otras, en cambio, da gusto comérselas. Es muy importante oler bien. Ya se sabe, sin arcada….no hay mamada.”
¿CABALLO GRANDE ANDE O NO ANDE?: “Yo en este sentido me siento muy Samantha, la de Sexo en Nueva York. Lo siento pero a mí los penes me gustan grandes. Más que grandes, enormes, gigantes, a lo Nacho Vidal. ¡Qué gustirrinin! Cuanto más gorda y venosa sea, mejor. Un micropene no sirve para nada, ni siquiera para metértelo en la boca. Es como comerse un minimilk de esos de Frigo de cuando éramos chiquis.”
Y NOS DIERON LAS 10 Y LAS 11…: “Algunos tíos tardan muchísimo en correrse con una mamada. A mí no me motiva especialmente, pero si a ellos les gusta lo hago encantada de la vida. Pero como no me motiva en exceso, cuando veo que tardan en correrse me empiezo a desmotivar e incluso me pongo nerviosa. No quiero dejarles a medias, pero tampoco quiero que se me haga de noche con la mamada y acabar con la mandíbula desencajada. A veces me canso y sólo pido que se corran rapidito y a otra cosa mariposa.”
UN ALMA DEMASIADO SOLIDARIA: “Soy bastante inseguro y aunque me guío por los jadeos, por si me agarra de la cabeza o no, los movimientos, etc…siempre estoy más pendiente de que le guste cómo lo hago que de la mamada propiamente dicha. Sé que no debería, que tengo que relajarme y disfrutar, pero es lo que hay. Pienso demasiado en el otro, aunque casi todos sean unos egoístas. Tengo que  corregirlo porque no me la acabo de gozar del todo. Pienso demasiado en ellos y poco en mí.”
PURO AMOR: “Adoro a mi novio y cuando se trata de sexo, la forma que más me gusta hacérselo ver es haciéndole la mejor mamada de la historia de las mamadas habidas y por haber. Cuando se la lamo, se la chupo y se la como de arriba a abajo es como si me lo estuviera comiendo a él enterito. Como si lo estuviera devorando, comiéndomelo a besos. Incluso llego al orgasmo mientras se la chupo. ¿Eso es un poco raro no? Además de un sexo indescriptible, para mi chupársela es otra forma de expresarle y sentir a la vez lo mucho que le quiero. He dado sexo oral oral a otros chicos, pero nunca con tantas ganas y disfrutándolo tanto como con él.”
QUID PRO QUO: “Yo no me bajo al pilón hasta que me lo coman. Y como toca, no a medias. Es una regla no escrita que tengo cada vez que me voy a la cama con alguien.”
chino
PENSANDO EN MIS COSAS: “A mí se me va la olla mientras estoy haciendo una limpieza de bajos. Me gusta, pero de repente me da por pensar en lo que tengo que hacer mañana. No pienso en los  topicazos de la lista de la compra, pero si que mañana tengo que ir a correr, que tengo que llamar a mi madre sin falta, cosas de este estilo. No sé, me aburro chupándola, no acabo de estar entretenida.”
LA MAMADA NO BASTA: “Soy muy promiscuo y no le hago ascos a nada. Cuando empiezo a chuparla enseguida me paso al ano. Me encanta chuparlo también. Sé que algunas mojigatas pensaran que soy un guarro, pero a mi la mamada se me queda corta. De la polla me paso al culo. Meto el dedo y luego lubrico con la lengua. Y al que no le guste que no mire.”
YO NO ME LO TRAGO: “Cuando llega la cuenta atrás y está apunto  de correrse, me espanta la idea de que se me corra en la boca. ¡Que me avise! Cada uno que haga lo que quiera, por mucho que digan que el semen es bueno. Yo no me lo he tragado nunca ni se han corrido en mi boca y paso de estrenarme.”
¡QUE VOMITO!: “Mi novio tiene un pene que no es normal. Es gigante de verdad, no exagero. Yo se la chupo encantada, pero siempre acabo con la lágrima, más bien el lagrimón de la mamada. Así lo llamo yo. En cuanto me la meto en la boca, no hasta el fondo claro (que me asfixio), me toca casi la campanillas y me entran unas enormes ganas de vomitar. Una gracia. Estamos compenetrados y cada vez está más controlada la cosa, pero tiene que ir despacio porque sino me dan muchas ganas de vomitar. Malditas náuseas, con lo que me gusta a mi todo lo suyo.”
SE ME AMONTONA LA FAENA: “Yo no me la gozo, la verdad es que esto de la mamada no acaba de convencerme. Lo hago porque no me importa, pero lo de chuparla me parece una movida de dimensiones estelares. No hay quien se aclare. Que si los dientes, que si la estoy chupando bien, que si los dientes otra vez, respira no te vayas a ahogar, respira por la nariz, no te atragantes, mírale, pon carita de libidinosa y todo esto atenta no se vaya a correr y el tío no avise.”
PORNO STARS: “Soy bisexual y sé muy bien cómo chuparla y cómo me la tienen que comer. Intento estar siempre muy concentrado en el placer, pero muchas veces, a mitad mamada (dada o recibida), me da por pensar en películas porno o en imitar a las grandes. Stoya, Caprice o mi adorada Sasha Grey que la chupa como nadie. Y en mi exnovia Gloria, que tenía la boca más bonita que he visto en mi vida. Pensar en todas ellas me pone muchísimo.”
Y ustedes, ¿en qué piensan mientras a tan suculenta experiencia?
Que follen mucho y mejor

La importancia de la concentración de electrolitos en la transpiración

¿Eres lo que sudas?

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Investigadores españoles han analizado durante una carrera de maratón cómo influye el sodio perdido en el sudor sobre el mantenimiento de unas condiciones estables y fisiológicamente adecuadas para que el organismo pueda desempeñar sus funciones. Una pérdida excesiva de electrolitos puede crear un problema médico denominado hiponatremia.

<p>Con el sudor no solo se pierde líquido, sino que también disminuyen también varios electrolitos esenciales para el mantenimiento hídrico y la función neuromuscular. / <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Perspiration#/media/File:Sweaty_runner.jpg" target="_blank">Chris Hunkeler | Wikipedia</a></p>
Con el sudor no solo se pierde líquido, sino que también disminuyen también varios electrolitos esenciales para el mantenimiento hídrico y la función neuromuscular. / Chris Hunkeler | Wikipedia
Durante muchos años, los científicos han resaltado la importancia de estar correctamente hidratado al hacer ejercicio. El mantenimiento de los niveles de sodio en nuestro cuerpo se ha convertido en una prioridad esencial para el éxito tanto de deportistas de élite como aficionados. 
La cantidad de sudor perdido en la mayor parte de actividades atléticas (fútbol, baloncesto, voleibol) es relativamente baja debido a la duración de estos deportes. Sin embargo, en las competiciones de resistencia y de ultrarresistencia –como las carreras de maratón, cada vez más populares– la cantidad de sudor perdido puede suponer varios litros. 

“Con el sudor no solo se pierde líquido –que puede ser repuesto con la bebida–, sino que también disminuyen también varios electrolitos esenciales para el mantenimiento hídrico y la función neuromuscular, especialmente el sodio”, explica a Sinc Beatriz Lara, autora principal del estudio e investigadora de la UCJC.
Por ello, expertos del Laboratorio de Fisiología del Ejercicio de la Universidad Camilo José Cela (UCJC) han analizado los electrolitos en el sudor de un grupo de maratonianos y la concentración de electrolitos en la sangre tras finalizar la competición.
El problema surge cuando esa pérdida excesiva de electrolitos por el sudor no se recupera adecuadamente con bebidas o alimentos, lo que puede desembocar en hiponatremia (concentración de sodio en sangre por debajo de 135 mmol/L que, en casos graves, puede provocar disminución de la conciencia, alucinaciones o coma, hernia cerebral e, incluso, la muerte).
El trabajo, publicado ahora en el Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports, demuestra la necesidad de mantener durante la competición un correcto nivel de electrolitos en sangre para evitar una reducción del rendimiento y complicaciones de salud asociadas. 
¿Cómo repercute esto en la carrera de maratón?
Durante la investigación, a un grupo de 51 maratonianos se les colocaron dos parches en la piel diseñados especialmente para recolectar muestras de sudor, con los que corrieron toda la maratón. Justo tras finalizar la competición, se les extrajo una muestra de sangre para analizar la cantidad de electrolitos. 
La concentración de electrolitos en el sudor es un factor esencial para predecir las necesidades de sales durante una actividad deportiva
Tras un primer análisis se categorizó a los corredores en tres grupos de acuerdo con la concentración de sodio: corredores con un sudor ‘poco salado’; sudadores ‘típicos’ con una cantidad normal de sodio en el sudor, y sudadores ‘salados’, que representan a aquellos corredores con una cantidad excesiva de sodio en el sudor.
Los datos muestran que los maratonianos con concentraciones muy elevadas de electrolitos en sudor (los ‘salados’) tuvieron menores concentraciones de electrolitos en sangre, a pesar de que se rehidrataron correctamente y tomaron la misma cantidad de alimentos con sal que el resto de corredores. 
Estas cifras indican que las concentraciones de electrolitos en el sudor pueden influir en la homeostasis hidroelectrolítica durante el maratón, es decir, en el mantenimiento de unas condiciones estables y fisiológicamente adecuadas para que el organismo pueda desempeñar sus funciones.
“La concentración de electrolitos en el sudor es un factor esencial para predecir las necesidades de sales durante una actividad deportiva, especialmente de resistencia, como la maratón. Es probable que los individuos con un sudor muy salado se beneficien de la suplementación oral, por ejemplo, con cápsulas de sales”, concluye Lara.