miércoles, 27 de abril de 2016

QUE TAL TE SENTIRIAS ASI?

derechos de los animales 12

Tras la cura de la pancreatitis

De momento no existe ningún tratamiento que cure la pancreatitis. Autor: Víctor Casale.
De momento no existe ningún tratamiento que cure la pancreatitis. Autor: Víctor Casale.
Dolores abdominales y problemas digestivos son los síntomas más frecuentes de la pancreatitis, una dolencia que produce inflamación del páncreas y que, si se cronifica, puede llegar a provocar cáncer en ese órgano vital. Hoy por hoy no existe ningún tratamiento que cure la enfermedad, algo que tratan de encontrar científicos de la Universidad de Santiago de Compostela.
LAURA CHAPARRO | El consumo excesivo de alcohol y el tabaco pueden influir en que una persona desarrolle pancreatitis, una enfermedad inflamatoria del páncreas que, de momento, no tiene cura.
“No existe ni un modelo estandarizado de la patología ni se conocen las posibles dianas terapéuticas sobre las que habría que incidir farmacológicamente para frenar o revertir el progreso de esta enfermedad”, indica Manuel Campos-Toimil, coordinador del Grupo de Investigación en Farmacología de las Enfermedades Crónicas (CDPharma) de la Universidad de Santiago de Compostela.
Cada año se diagnostican unos 2.000 nuevos casos de pancreatitis en nuestro país, que afectan, especialmente, a pacientes de entre 30 y 40 años, sobre todo hombres. Los síntomas más comunes son dolores abdominales y problemas digestivos pero, si la dolencia se cronifica, puede dañar al órgano, con lo que aumenta el riesgo de que se origine cáncer de páncreas.
Junto a los agentes externos, en el desarrollo de la enfermedad también influyen los genes. “La predisposición genética puede llevar a desarrollar esta patología en ausencia de factores de riesgo conocidos”, afirma Campos-Toimil.
El equipo del proyecto, en el Centro para la Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas, donde se realiza la investigación
El equipo del proyecto, en el Centro para la Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas, donde se realiza la investigación.
El científico y su grupo de investigación han puesto en marcha un proyecto, impulsado por la plataforma Precipita, con el que tratan de buscar nuevos fármacos que puedan hacer frente a la enfermedad. Para ello trabajan en dos niveles. Por un lado, se dedican al diseño y desarrollo de un modelo para el estudio de nuevos fármacos. Por otro, emplearán estos avances para ensayar nuevas moléculas que tengan una acción protectora del páncreas.
El primer paso, con el que tratan de conocer cómo se origina la pancreatitis para poder crear un modelo con el que poder tratarla, contempla diferentes tipos de experimentos. “Los ensayos in vitro son llevados a cabo con células aisladas de páncreas a las que se somete a condiciones que dan lugar a la activación prematura de enzimas, similares a las que tienen lugar durante la pancreatitis”, explica el científico.
Junto a las pruebas in vitro, también realizarán ensayos ex vivo, con páncreas de rata extraídos enteros, mantenidos fuera del organismo en cultivo.
Escáner de una pancreatitis aguda exudativa. Autor: Hellerhoff.
Escáner de una pancreatitis aguda exudativa. Autor: Hellerhoff.
Por último, con los datos que los científicos obtengan de estos experimentos, analizarán el papel de agentes terapéuticos potenciales en un modelo in vitro. “Comenzaremos las pruebas con moléculas con elevada capacidad antioxidante, puesto que se ha descrito que esa actividad podría combatir de manera efectiva la inflamación del páncreas”, avanza Campos-Toimil.
Su objetivo es encontrar una diana terapéutica sobre la que probar fármacos que potencialmente actúen sobre ella, y poder diseñar así nuevos compuestos mejorados. El proyecto lanzado por Precipita ya ha superado el objetivo mínimo, pero necesitan más fondos para poder dedicar más tiempo y personal a la investigación.
Continue reading the main storyPhoto
Jarra de cristal perteneciente a la exposición y el documental "The Final Member", sobre un museo del pene.CreditDrafthouse Films
Read in English
Muchos dicen que la circuncisión reduce la sensibilidad del pene.
Pero un experimento controlado no ha encontrado evidencias para sustentarlo.
Un grupo de investigadores canadienses estudiaron a 62 hombres entre los 18 y los 37; 30 de ellos circuncidados cuando eran niños y 32 que no han sido circuncidados. Los investigadores establecieron mecanismos de control por edad, educación, trabajo y filiación religiosa.
Concluyeron que la función sexual no varía entre circuncidados y no circuncidados. El estudio lo ha publicado la revista especializadaJournal of Urology.
Hicieron pruebas respecto a la sensibilidad táctil y a la temperatura del pene en cuatro puntos: el surco balanoprepucial, el área que lo rodea, el glande y para los no circuncidados, el prepucio. Para el control, repitieron la prueba con la piel del antebrazo.
Los hombres no circuncidados no tienen una sensibilidad diferente al tacto o la temperatura en ninguno de los cuatro lugares. La sensibilidad en el antebrazo fue menor que en cualquier de los puntos de pene para ambos grupos.
Mientras el umbral del dolor en el prepucio no es diferente al de los otros lugares, su sensibilidad a la temperatura fue mayor que la del glande pero menor que la del surco del prepucio.
Caroline F. Pukall, una de las coautoras del estudio, profesora de psicología de la Universidad de Queens, en Ontario, dijo que “la circuncisión neonatal no hace que el pene sea menos sensible. Podemos concluir que no hay diferencias significativas entre el grupo circuncidado y el no circuncidado”.
El Roto