Transcribimos a continuación un resumen del artículo publicado por la revista Journal of the American Medical Association (JAMA) ayer, 28 de junio. Puede leer el artículo completo aquí.
Por Daniel Lucey, MD, MPH; Lawrence O. Gostin, JD. O’Neill Institute for National and Global Health Law, Georgetown University Law Center, Washington, DC, EE.UU.
La peor epidemia de fiebre amarilla en Angola desde 1986 se extiende rápidamente, incluyendo a la capital, Luanda. Se detectó en diciembre de 2015 y los resultados, confirmados en laboratorio, se reportaron a la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 21 de enero de 2016. Para el 26 de abril, Angola reportaba 2023 casos sospechosos y 258 muertes.
China, la República Democrática del Congo y Kenia también habían informado de casos de viajeros infectados procedentes de Angola. Namibia y Zambia comparten a su vez considerablemente largas fronteras con Angola, con un importante flujo de población entre los países.

La fiebre amarilla

Puede leer en NetDoctor sobre esta infección:
    Es necesaria una acción efectiva para detener el avance de la epidemia, similar a otras recientes, y esa acción es responsabilidad de la comunidad sanitaria mundial.
    Se han vacunado más de 7 millones de angolanos, pero el suministro de vacunas podría verse comprometido si la fiebre amarilla se extiende en África, Asia (donde nunca ha habido epidemias de dicha enfermedad) o en América (donde el mosquito Aedes aegypti puede transmitirla tan eficientemente como con el Zika, el dengue o la chikungunya). En este sentido, la Pan American Health Organization declaró la alerta epidemiológica de fiebre amarilla en abril de 2016.
    La OMS debería emitir urgentemente un comité de emergencia para la captación de fondos, la coordinación de una acción internacional y el aumento de la producción de vacunas.
    Los retrasos que se produjeron en estas acciones con las epidemias de Ébola y posiblemente con la más reciente del virus Zika, costaron vidas humanas y no deberían repetirse. La actuación inmediata contra esta nueva epidemia es imperativa.