martes, 16 de mayo de 2017

DE SELVA...NADA MONADA


Los primeros 'Homo' habitaron en zonas áridas y de pastizales

Una investigación de EEUU aporta datos sobre el contexto ecológico de la transición del australopiteco al 'Homo'

Una representación de la imagen que pudo haber tenido la homínido Lucy, a partir de los fósiles de sus huesos hallados.
Científicos de EEUU han constatado que los antepasados más antiguos del hombre actual habitaron en zonas áridas y de extensas llanuras con pastizales, según revela un estudio que publica la revista 'Nature'.
La investigación, desarrollada por la Arizona State University (ASU), aporta los primeros datos sobre el contexto ecológico de la época en que tuvo lugar el proceso de transición del australopiteco al 'Homo'.
Esa evaluación arroja luz sobre el entorno del fósil del homínido hallado en 2013 por expertos de la ASU en el yacimiento Ledi-Geraru en la región de Afar, en Etiopía, que, con 2,8 millones de años de antigüedad, se convirtió en el más antiguo encontrado hasta ahora del género 'Homo', al que pertenece el hombre actual.

MEDIO MILLÓN DE AÑOS

El análisis de ese fósil apuntó entonces a que la divergencia de nuestro género ocurrió casi medio millón de años antes de lo que se había concluido anteriormente.
Después de este descubrimiento, expertos de la ASU han centrado su atención en la reconstrucción del medioambiente de este antepasado para tratar de explicar por qué y cuándo apareció en esa zona del continente africano.

MÁQUINAS DEL TIEMPO

Para ello, los paleoantropólogos usaron fósiles como si fueran "máquinas del tiempo" para recrear aquellos entornos, de manera que si los restos de animales pertenecían a jirafas o monos podían deducir que estos se alimentaban de hojas de árboles, lo que, a su vez, indicaba que esa zona era boscosa y con precipitaciones de lluvia abundantes.
Si, por el contrario, los fósiles de animales apuntaban a que pastaban hierba, como hacen, por ejemplo, los antílopes, aquellos paisajes hubiesen sido extensas áridas planicies cubiertas de hierba.
En este sentido, la comunidad científica ha sostenido desde hace tiempo que el enfriamiento global y la expansión de ambientes herbáceos sentaron las bases para los comienzos del 'Homo'.
"Cada vez hay más pruebas que refuerzan esa conexión, pero, hasta ahora, no hemos tenido datos medioambientales concretos sobre los orígenes del 'Homo', toda vez que [ese momento] se ha retrasado", explica en un comunicado uno de los autores de este estudio, Joshua Robinson, del Instituto de Orígenes Humanos de la ASU.

ISÓTOPOS ESTABLES

El análisis de isótopos estables de fósiles de dientes llevó a estos investigadores a constatar que los primeros 'Homo' de Ledi-Geraru vivieron en extensos pastizales áridos. Los resultados demostraron que casi todos los animales hallados junto a esos primeros humanos en esa zona se alimentaban de hierba, incluidos algunos que también consumían cantidades significativas de hojas de árboles anteriores a hace 2,8 millones de años.
Por contra, la dieta del 'Homo' de Ledi-Geraru parece que no se distingue de la del australopiteco, lo que sugiere que los orígenes del hombre moderno no están marcados por un cambio alimenticio.
"No nos sorprendió demasiado el hecho de la que la dieta de los primeros 'Homo' fuera similar a la del australopiteco. Pero sí nos sorprendió que su dieta no cambiara cuando sí lo hizo la de todos los animales del entorno", señala otro de los expertos, Chris Campisano.
Al situar al 'Homo' de Ledi-Geraru en un contexto regional, los científicos deducen que los medioambientes en esta zona de África oriental no eran homogéneos en ese periodo.
La ecología del bajo valle de Awash pasó de ser un paisaje húmedo y arbolado hace unos 3 millones de años, coincidiendo con la desaparición del australopiteco, a uno seco y cubierto de pastizales hace 2,8 millones de años, con la aparición del 'Homo'.

EL VALLE DE LUCY

En esta zona del valle Awash, en Hadar -a unos 30 kilómetros de Ledi-Geraru-, se encontraron en 1974 los famosos fósiles del homínido Lucy, un 'Australopiteco afarensis' de 3,2 millones de años de antigüedad.
No obstante, la secuencia geológica en Hadar acaba hace unos 2,95 millones de años y, por tanto, no hay información sobre el importante periodo de transición que abarca el final del australopiteco y los primeros 'Homo'.
"Aunque la especie de Lucy sobrevivió a muchos cambios medioambientales en la secuencia de Hadar, parece que la especie fue incapaz de sobrevivir cuando se extendieron los paisajes abiertos en la zona de Afar durante el Plioceno tardío", apunta John Rowan, del ASU.

Las mujeres con discapacidad sufren discriminación en sexualidad y maternidad

    La múltiple discriminación a la que se ven sometidas las mujeres con discapacidad las hace más vulnerables a vivir situaciones de violencia y de exclusión social. Según un estudio de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, esta discriminación llega a vulnerar sus derechos fundamentales al negarles la posibilidad de ejercer la maternidad o de disfrutar la sexualidad con libertad.
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    <p>La discriminación a la que se ven sometidas está asociada tanto a su condición de mujer como al hecho de tener una discapacidad / Blind by <a href="https://www.flickr.com/photos/delphinequeme/" target="_self">Delphine Queme</a></p>
    La discriminación a la que se ven sometidas está asociada tanto a su condición de mujer como al hecho de tener una discapacidad / Blind by Delphine Queme
    Las mujeres con discapacidad no se identifican como ciudadanas de pleno derecho, sintiéndose excluidas en distintos ámbitos sociales como el de la educación, el laboral, el de la participación política y en la toma de decisiones de su día a día.
    "No son más vulnerables por el hecho de tener una discapacidad o por ser mujeres, sino que es el entorno y la exposición a situaciones continuas de discriminación, así como la falta de adaptaciones y ajustes razonables por parte de la sociedad, lo que incrementa la vulnerabilidad ante este tipo de situaciones", explica María del Pilar Gomiz, investigadora del Grupo de Estudios sobre Tendencias Sociales de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y autora de un estudio publicado en la Revista Española de Discapacidad.
    El objetivo del trabajo buscaba conocer en qué medida la maternidad y la sexualidad son factores de discriminación, e incluso de violencia, para estas mujeres. Para llevarlo a cabo se realizaron 73 entrevistas, principalmente a mujeres con discapacidad y, en menor número, a personas involucradas en este área y a hombres con discapacidad.
    El análisis del discurso reveló, entre otras cosas que, en este contexto, tanto la maternidad como la sexualidad se convierten en factores de discriminación en muchos casos por la negación de los roles tradicionalmente atribuidos a las mujeres: "Los roles asignados a ellas entran en contradicción: de un lado, como mujeres dentro de una sociedad sexista, se espera que sean cuidadoras atentas, madres, esposas, parejas sexuales y tengan atractivo físico", señala Gomiz.
    "Sin embargo, y dados los estereotipos asignados a la discapacidad –añade– se las ve como seres dependientes, aniñados y necesitados de cuidados, lo que impide que cumplan los roles propios de las mujeres. Además, quedan fuera de los cánones de belleza impuestos socialmente, y todo ello va mermando su autoestima".
    La agresión va desde la negación de cuidados, a la humillación, los abortos coercitivos y las esterilizaciones forzosas
    La baja autopercepción que se deriva de la interiorización del estigma social sería una de las principales consecuencias de la opresión ejercida sobre este grupo. A los factores discriminatorios con los que aún se enfrentan las mujeres cuando deciden ser madres se le suman otros por tener una discapacidad, lo que habitualmente puede repercutir en episodios de violencia.
    "En nuestro trabajo detectamos que existe una correlación evidente entre la violencia física y la maternidad, pues en el caso de mujeres víctimas de violencia física por parte de su pareja, en todos los casos analizados el embarazo fue un desencadenante de este tipo de violencia o un agravante de la misma" comenta la investigadora quien destaca también la alta relación encontrada entre la maternidad, la dependencia económica y el hecho de perpetuarse en un situación de violencia.
    Incapacitaciones judiciales
    La agresión contra a estas mujeres se produce de muy diversas formas, desde la negación de cuidados, la humillación o la estigmatización, hasta determinadas acciones muy lesivas como los abortos coercitivos o las esterilizaciones forzosas.
    "La negación de los derechos de ejercer la maternidad y la sexualidad es una de las formas más importante de violencia contra las mujeres con discapacidad, en cuanto que vulneran sus derechos como ciudadanas, pues en muchos casos implican incapacitaciones judiciales; una persona incapacitada judicialmente, por ejemplo, no puede votar ni poner una denuncia sin que la acompañe su tutor legal" concluye la autora.
    Referencia bibliográfica:
    Gomiz, M.P: “La sexualidad y la maternidad como factores adicionales de discriminación (y violencia) en las mujeres con discapacidad”. Revista Española de Discapacidad, 4 (2): 123-142 (2016)