miércoles, 17 de mayo de 2017

Perú: el explícito arte erótico de los moche, unos de los primeros pueblos de América

Cerámica precolombina.Derechos de autor de la imagenMUSEO LARCO, LIMA - PERÚ
Image caption"Huacos" es el nombre que reciben las cerámicas precolombinas en Perú.
Sonrojada, una turista señala un enorme pene de cerámica y murmura algo a su esposo.
Los dos ríen, aunque parecen más nerviosos que divertidos.
La pareja ingresó a un ambiente del Museo Larco de Lima y, sin esperarlo, se vio rodeada de una apasionada orgía de arcilla que lleva celebrándose más de 1.300 años.
Cientos de vasijas de la civilización moche muestran sin pudor cuerpos entrelazados, aferrándose el uno al otro, exponiendo su intimidad y entregándose bajo la media luz de las vitrinas.
Frente a todo este despliegue de sexualidad lo primero que uno supondría es que los antiguos habitantes de la región querían exhibir su envidiable intensidad amatoria.
Sin embargo, estos "huacos", como se les llama a las cerámicas precolombinas en Perú, poco tendrían que ver con el amor ni con el placer.
Vasijas de la cultura moche.Derechos de autor de la imagenMUSEO LARCO, LIMA - PERÚ
Image captionLas referencias sexuales de las vasijas eran simbólicas.

Sexo en el desierto

Las escenas que inquietan a los visitantes pertenecen a la cultura moche, una civilización que floreció en lo que hoy es la costa norte peruana entre los siglos II y VIII después de Cristo.
Aunque eso de florecer, es un decir. La tierra era avara y ruda.
"Los moche se desarrollan en uno de los climas más secos del planeta", explica el arqueólogo Walter Alva a BBC Mundo.
Alva lideró en 1987 el hallazgo de la tumba del señor de Sipán, un gobernante moche cuyo entierro es considerado uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes del continente.
"No es que en las vasijas ellos hayan representado su vida diaria. Lo que hicieron fue plasmar escenas rituales y lo erótico está enmarcado en el principio de la vida", apunta.
Huacos eróticos.Derechos de autor de la imagenMUSEO LARCO, LIMA - PERÚ
Image captionEn la década de 1960, los menores de edad tenían prohibida la entrada a la sala de los huacos eróticos.
Las cerámicas muestran un frenesí de poses sexuales y, para esta antigua sociedad agrícola, el sexo se relacionaba con la fecundidad de la tierra.
Quizá por ello, a pesar del detalle con el que los alfareros moche modelaron los genitales de sus esculturas, no pusieron mucho empeño en reflejar gestos de placer.
En cambio, abundan las escenas sexuales que nada tienen que ver con la fertilidad, como el sexo oral, la masturbación e incluso el coito con los muertos.
Y como veremos, son justamente estas últimas vasijas las que dan algunas pistas sobre la desaparición de esta cultura.

Ofrendas

Cuando el museo Larco trasladó los vestigios moche a Lima en la década de 1960, los menores de edad tenían prohibido ingresar a la sala de los huacos eróticos.
Hoy, los colegios organizan excursiones.
Sin embargo, la gran mayoría de los casi 120.000 visitantes que recibe al año son turistas extranjeros.
Según la web de viajes Tripadvisor, recorrer este museo es la segunda actividad más popular en Perú, sólo después de la visita a Machu Picchu.
"Tenemos unas 45 000 piezas y todas ellas, incluidas las vasijas con motivos sexuales, fueron encontradas en tumbas", indica Andrés Álvarez Calderón, director del museo.
Esculturas de la cultura moche.Derechos de autor de la imagenMUSEO LARCO, LIMA - PERÚ
Image captionEl arqueólogo Walter Alva lideró el hallazgo de la tumba del señor de Sipán en 1987.
Las figuras eróticas apenas representan el uno por ciento de la totalidad de los vestigios, pero su estudio revela un universo que va mucho más allá del sexo.
"Estos huacos son ofrendas que reflejan el círculo de la vida. Los moche no utilizaban las cerámicas eróticas para el uso diario", aclara a BBC Mundo.
Pese a lo que imaginan algunos turistas, los antiguos habitantes del continente no se servían el desayuno en recipientes fálicos.
El sexo en las vasijas era una manera de atraer la lluvia sobre sus campos desérticos y colocarlas en los entierros quería propiciar la fecundidad del campo.
Pero, ¿podían reflejar también su vida sexual?

Dominio del cuerpo

Mil años antes de la conquista y la llegada del catolicismo, la relación entre los primeros habitantes del continente y sus cuerpos era muy distinta.
"Creo que los moche eran mucho más abiertos a la sexualidad que nosotros", apunta Isabel Collazos, museóloga de la Universidad de Nueva York.
"Estas piezas obviamente reflejan también su erotismo. Nos muestran no una sino muchas posiciones, un dominio del cuerpo y del acto de amar", detalla a BBC Mundo.
Sin embargo, Collazos insiste en que las referencias sexuales de las vasijas eran simbólicas y no una foto de la vida cotidiana.
¿Cuál es el simbolismo entonces del sexo oral o el coito con los muertos?
Esculturas de la cultura moche.Derechos de autor de la imagenMUSEO LARCO, LIMA - PERÚ
Image captionLos moches representaban la eyaculación como una alegoría de las semillas fértiles.
La arqueología moderna aventura algunas explicaciones a las escenas eróticas no reproductivas.
En algunos casos, los moches representaban la eyaculación como una alegoría de las semillas fértiles.
En ese sentido, la masturbación de un esqueleto de arcilla, por ejemplo, podía ser una súplica para que éste, bajo tierra, propiciase el éxito de los cultivos.
Sin embargo, hay otra teoría que resulta aún más dramática.

El fin de una era

Si las escenas de sexo reproductivo invocan la lluvia sobre el desierto, las no reproductivas podrían haber rogado para que llegue la sequía.
"Es muy probable que un fenómeno de El Niño devastador arrasase todo su sistema de riego y terminara con la cultura moche", señala Walter Alva.
Así como sucedió en marzo de 2017 con El Niño Costero, el noroeste peruano resulta el área más vulnerable a las lluvias.
Vasija de la cultura moche.Derechos de autor de la imagenMUSEO LARCO, LIMA - PERÚ
Image captionCientos de vasijas muestran sin pudor cuerpos entrelazados.
"Hay registro de varios fenómenos así en la zona y esto pudo destruir su agricultura y colapsar su estructura social", agrega el arqueólogo.
El pueblo moche habría perdido la confianza en sus autoridades políticas y religiosas y, poco a poco, habría abrazado culturas más exitosas que se expandían desde el sur.
Con el paso de los siglos, estos primeros hombres que poblaron el continente dejaron de ver en el sexo una forma de hablar con sus dioses.

MORIR HARTO O DE HAMBRE


Últimas cifras sobre salud en el mundo

La OMS ya sabe de qué morimos


Casi la mitad de todas las muertes en el mundo ya cuentan con una causa registrada. Así lo reflejan los nuevos datos de la Organización Mundial de la Salud en su informe sobre estadísticas vitales en todos los países miembros. Publicado desde 2005, el trabajo incluye una serie de indicadores de mortalidad, enfermedad y sistema de salud.
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<p>De los 56 millones de muertes estimadas en 2015, 27 millones fueron registradas con una causa de fallecimiento. / <a href="http:/www.flickr.com/photos/zarrion101/7872433306/sizes/h; " target="_blank">Zarrion101</a></p>
De los 56 millones de muertes estimadas en 2015, 27 millones fueron registradas con una causa de fallecimiento. / Zarrion101
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha hecho pública hoy la última actualización de las estadísticas sanitarias –World Health Statistics–, que recopila desde 2005 las cifras sobre los 21 objetivos de desarrollo sostenible relacionados con la salud de sus 194 Estados miembro.
El informe cuenta con una serie de indicadores de mortalidad, enfermedad y sistemas sanitarios, y su objetivo es proporcionar una fotografía de las fortalezas y amenazas para la salud de la población mundial. Entre los aspectos que más se han mejorado se encuentran la recopilación de estadísticas vitales y de las causas de muerte por países.

Varios países han hecho avances significativos en el fortalecimiento de estos datos, entre ellos China, Turquía e Irán, donde ahora el 90% de las muertes se registra con información detallada, en comparación con el 5% en 1999. España registra, como la mayoría de los países europeos, el 100% de sus fallecimientos.
Así, de los 56 millones de muertes estimadas en 2015, 27 millones fueron registradas con una causa de fallecimiento. Una década antes, en 2005, solo un tercio de las defunciones tenían un motivo reconocido.
La información sobre las defunciones tiene como objetivo la planificación de medidas para mejorar la salud y la evaluación de las políticas sanitarias. "Si los países no saben qué hace que las personas se enfermen y mueran, es mucho más difícil saber qué hacer al respecto", ha explicado Marie-Paule Kieny, subdirectora general de la OMS en Sistemas de Salud e Innovación.

Más tratamiento para VIH pero menos vacunación

La reseña incluye también nuevos datos sobre los avances hacia la cobertura universal de la salud. Por ejemplo, en el tratamiento del VIH y uso de mosquiteras para prevenir la malaria ha aumentado enormemente desde el año 2000. También se han observado mejoras constantes en el acceso a la atención prenatal y del saneamiento.
Sin embargo, los datos negativos llegan en la protección ejercida por la vacunación infantil. Las cifras entre 2010 y 2015 disminuyeron ligeramente con respecto a entre 2000 y 2010. Además, el 9,3% de la población en cada país gasta más del 10% de su presupuesto familiar en atención de salud, un gasto que en muchos casos conlleva dificultades financieras.
Otro de los objetivos marcados para 2030 es reducir la tasa de mortalidad materna global a menos de 70 por 100.000 nacidos vivos. Esto supondría un gran salto ya que en 2015 la tasa fue de 216 por 100.000 nacimientos. España tiene un porcentaje de 5 muertes en ese estrato de población.

El alcohol, una droga global
Para las mismas fechas, la institución pretende poner fin a las epidemias de sida, tuberculosis, malaria y otras patologías tropicales, además de combatir la hepatitis y enfermedades transmitidas por el agua.
El consumo de drogas es un problema sanitario de primer nivel, de ahí que fortalecer la prevención y el tratamiento del abuso de sustancias sea uno de los propósitos de la OMS. En 2016, el nivel mundial de consumo de alcohol fue de 6,4 litros de alcohol puro por persona de 15 años o más. España supera la media con 9,2 litros de alcohol puro por persona.
Igual de importante es reducir a la mitad las muertes y lesiones por accidentes de tráfico en el mundo, ya que cerca de 1,25 millones de personas murieron en 2013 por esta causa, un 13% más que en 2000. De hecho, las lesiones por accidentes de este tipo son la principal causa de muerte entre los individuos de 15 a 29 años.
En España se dan 3,7 fallecimientos por cada 100.000 personas, pero llaman la atención los casos de Irán (32,1), Malawi (35), Tailandia (36,2) y Venezuela (45,1).   

Acabar con la pobreza y la violencia

El mundo se muere de hambre y de obesidad. Según los datos de la OMS, mientras el 22,9% de los niños menores de 5 años tienen un retraso en el crecimiento asociado a la malnutrición –que va desde el 6,1% en Europa hasta el 33,8% en el sudeste asiático–, el 6% de los menores de 5 años tienen sobrepeso –4,1% en África hasta 12,8% en Europa–.
Otra de las lacras a evitar son las diferentes formas de violencia y mortalidad relacionada. En 2015, hubo unos 468.000 asesinatos, que oscilaron entre 1,7 por 100.000 en la región del Pacífico occidental y 18,6 por cada 100.000 en América.
Por países, Japón o Luxemburgo cuentan con los índices más bajos (0,3 y 0,4 asesinatos), y Venezuela, el Salvador y Honduras los más altos (51,7; 63,2 y 85,7 respectivamente). España registra 0,8 homicidios por cada 100.000 personas.