sábado, 3 de junio de 2017

EXISTEN LOS LOCOS?

"La salud mental es un mito": Bonnie Burstow, la doctora que lidera el renacer del polémico movimiento antipsiquiatría


"Yo no uso las palabras 'salud mental'. Y cuando las oigo me da dolor de estómago", me dice la doctora Bonnie Burstow.
Pero cuando lo hace, al que le da dolor de estómago es a mí.
Burstow es profesora en la Universidad de Toronto, Canadá, donde acaba de lanzar la primera beca "antipsiquiatría" del mundo.
En su trabajo como psicoterapeuta, Burstow dice haber ayudado a cientos de "pacientes con fuertes tendencias suicidas".
Y su conclusión es que el tratamiento psiquiátrico convencional no es lo que los puede ayudar.

Movimiento polémico

Burstow es una figura prominente en el campo de la antipsiquiatría.
La profesora lo describe como "un movimiento tanto de sobrevivientes de la psiquiatría como de profesionales que sostienen que la psiquiatría debe ser abolida".
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Image caption El movimiento antipsiquiatría pide la abolición de esa rama de la medicina.
La primera vez que escuché hablar de Burstow y del movimiento antipsiquiátrico, fui despectivo y hasta me enojé un poco.
Ahora que el mundo por fin está empezando a reconocer la gravedad de algunos problemas mentales, lo último que necesitamos es que un grupo de locos nos hagan retroceder, pensé.
Y el anuncio de la beca de Burstow generó reacciones encontradas.
Muchos denunciaron los peligros de la antipsiquiatría y su carencia de bases científicas, pero otros destacaron la utilidad de su escepticismo.

¿Enfermedades mentales?

La psiquiatría convencional sostiene que enfermedades mentales como desorden bipolar, depresión o esquizofrenia son el resultado de anormalidades biológicas, como desbalances químicos, que se combinan con factores psicológicos y sociales.
Y para el profesor Carmine Pariante, del Real Colegio de Psiquiatras de Reino Unido, "este complejo modelo bio, psico y social; mirar a todos esos componentes juntos", es la mejor manera de abordar los problemas de salud mental.
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Image caption La psiquiatría asume que detrás de los problemas mentales también hay problemas biológicos.
Este es también el enfoque más comúnmente aceptado y uno que yo puedo reconocer en mi propio tratamiento y en las muchas conversaciones que he tenido con mi compañero de piso, psiquiatra de profesión.
Pero el movimiento "antipsiquiatría" cuestiona si las enfermedades mentales son en realidad enfermedades.
¿Significa eso que Burstow cree que el dolor que yo sufro a diario es completamente inventado?
"No", me responde la doctora. "¿Creo que la gente sufre de ansiedad y tiene compulsiones? Por supuesto", dice.
"Pero creo que esos sentimientos son una forma muy humana de experimentar la realidad".

Mercado inmenso

La doctora cree que "tenemos una pretensión demasiado absoluta de lo que es 'normal'".
"La gente se compara con lo que decimos que es normal, pero eso no es ni remotamente lo que la mayoría de la gente siente", afirma.
Y yo ciertamente puedo entender lo que está diciendo.
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Image caption Una de las críticas más comunes a la psiquiatría es la sobremedicación de los pacientes.
Antes de que me diagnosticaran con Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC), lo menos que me sentía era "normal".
Pero si hubiera sabido antes que el tipo de pensamientos intrusivos que padezco son, de hecho, bastante comunes en nuestra sociedad, tal vez hubiera podido evitar años de sufrimiento.
"Si el 99% de la gente que hay en el mundo no son lo que ellos consideran 'normal', eso beneficia a los psiquiatras, porque les asegura una clientela inmensa", argumenta Burstow.
Y el movimiento antipsiquiatría también cree que los psiquiatras habitualmente sobremedican a sus pacientes.
Un reporte reciente predijo que el mercado global de medicamentos contra la depresión, que en 2014 ya se valoraba en US$14.500 millones, generará ganancias por el orden de los US$16.800 millones antes del fin de 2020.

¿Biología o condición humana?

"La psiquiatría asume que ciertas cosas son biológicas cuando no lo son", afirma también Burstow.
"Y cuando decimos 'salud mental' estamos diciendo que los problemas que la gente tiene son resultado de una enfermedad. Y no lo son", insiste.
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Image caption Para la antipsiquiatría, mucho de los que consideramos problemas mentales son en realidad sentimientos "normales".
Esto, sin embargo, no es algo con lo que la mayoría de los profesionales de la medicina están de acuerdo.
Por ejemplo, hay evidencia de que los problemas mentales a menudo son asuntos de familia, con estudios que sugieren que el desorden bipolar está "entre los más hereditarios de los trastornos médicos",
Y el profesor Pariante cree que la prueba de que las condiciones mentales están influenciadas (al menos en parte) por la genética, es nada más un asunto de tiempo.
Pero el movimiento antipsiquiatría rechaza esto completamente.
"La vida puede ser difícil. Pero hemos empezado a diagnosticar como 'enfermedades mentales' ciertas reacciones y comportamientos que, por más dolorosos que sean, son parte de la condición humana", dice Paola Leon, una psiquiatra de Toronto con 25 años de experiencia.
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Image caption "El aterrador poder de la psiquiatría" es otra de las cosas que preocupa a Burstow.
A Burstow también le preocupa lo que llama "el aterrador poder" de la psiquiatría.
"El Estado le ha dado el poder de encarcelar a la gente cuando decide que está mentalmente enferma, tiene el poder de encerrarlos y de tratar a la gente en contra de su voluntad", se queja.
Pero cuando le planteo eso al profesor Pariante, su respuesta es: "Cuándo hay un riesgo real de que alguien se haga daño a sí mismo o a otros, ¿cómo podemos dejarlos sin ayuda, en una situación en la que podemos ayudar?".

Nuevos tratamientos

Burstow, sin embargo, insiste en que hay otras formas de tratar a la gente.
El movimiento antipsiquiatría promueve más terapias basadas en conversaciones, incluso para condiciones debilitantes como la esquizofrenia.
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Image caption Los antipsiquiatría confían mucho en el valor de la palabra.
Pero no estoy seguro de que eso me convenza: he conocido a mucha gente que se ha beneficiado con la medicación, así como a otros que han rechazado las medicinas y como resultado se han convertido en un peligro para ellos mismos.
Y aunque mis ocho meses de terapia cognitivo-conductual me ayudaron a avanzar significativamente en mi batalla personal con mis problemas mentales, creo que mucho de ello se debió a que acepté que lo que me estaba pasando era una 'enfermedad': TOC. Me dio una explicación para mis síntomas.
Desde entonces, también he cuestionado la efectividad de muchos de los ejercicios de mi terapia.
Aunque con mi salud mental todavía frágil, estoy en lista de espera para un nuevo tipo de tratamiento basado en conversaciones: la psicoterapia.
Tal vez la forma para mejorar sea abordando mi vida como un todo, en lugar de enfocarme sólo en mi TOC.
Y eso es lo que tendré que hacer con "Diálogo Abierto", un nuevo tipo de tratamiento desarrollado en Finlandia que ahora está siendo piloteado por el sistema de salud británico.
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Image caption El movimiento ha logrado poner en el tapete nuevas formas de terapia.
Este tratamiento no rechaza completamente la medicación, pero pone mayor énfasis en las redes sociales de los pacientes, incluyendo familiares y amigos.
Y en lugar de reunirse con profesionales de la salud mental en privado, los pacientes abordan sus problemas en compañía de sus familiares y otros miembros de su red.
Este enfoque es similar al concepto de "comunidad" que promueve Burstow para ayudar a la gente con problemas.

¿Útil o peligroso?

La mayoría de los psiquiatras, sin embargo, continúan viendo con escepticismo a la "antipsiquiatría".
Según Allan Young, quien preside el Comité Especial de Psicofarmacología del Real Colegio de Psiquiatras, el movimiento -que se popularizó por primera vez en la década de 1970- acostumbra a "encenderse y desvanecerse" en el tiempo.
Y, para él, se trata de un movimiento ubicado en los márgenes de la ciencia, que está integrado por gente de todo tipo: "desde tipos raros con ideas descabelladas sobre la salud, hasta psiquiatras y otros profesionales de la salud mental".
Pero yo, que sigo buscando la forma más efectiva de lidiar con las enfermedades mentales, no puedo dejar de sentir que descartar de plano al movimiento antipsiquiatría no sería lo mejor para aquellos que sufrimos problemas de salud mental.
Cuando menos, su resurgimiento está provocando discusiones sobre nuevos y diferentes tipos de tratamiento.
Y cada camino hacia la buena salud mental es diferentes, por lo que encontrar el mejor para cada uno, sea el que sea, es en realidad lo único que importa.

NO HAY QUE PASARSE...


La gran estafa de la gordofobia


La gran estafa de la gordofobia
FERRAN NADEU
Una mujer con obesidad morbida, en una imagen de archivo.
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Las mujeres sabemos que cuando un hombre con poca imaginación quiere insultarnos tira rápidamente de dos adjetivos: gorda y loca. Normalmente los dirige a gente que está cuerdísima y/o que está delgada. Un triste ejemplo es Cristina Pedroche, muy delgada. Cuando se creó un TT '#LaBallenaDeVallecas' solo para insultarla por «gorda», claramente se trataba de un acto machista.
Uno de mis numerosos sobrinos tiene un blog (para encontrarlo tecleen 'motv + soy un perdedor'). En él cuenta como un «amigo» (para amigos así mejor tener enemigos) le puso verde a través de un grupo de Whatsapp: «El gordo ese me da asco». No se metió con sus ideas ni con su inteligencia, lo más fácil era meterse con su cuerpo.
Lo mismo he visto con Mario Casas, que ha engordado 12 kilos. He leído comentarios en las redes tan crueles que sinceramente no me merece la pena reproducirlos aquí.
O cuando Mercedes Milá y el bioquímico José Miguel Mulet estaban debatiendo a propósito de un libro, de cuyo nombre no quiero acordarme para no hacer promoción gratuita. «Te recomiendo que te leas el libro y adelgaces porque estás gordo», dijo la Milá. «De toda mi argumentación -respondió él-, lo único criticable que has encontrado es el tamaño de mi cintura. ¿Te imaginas que yo pusiera en duda lo que dices por ser mujer, negro u homosexual?».
En estos casos desde luego, no se trata de un insulto machista.
Por lo tanto hace falta una mirada feminista pero también interseccional para hablar de gordofobia, porque lo delgado se construye desde la perspectiva de una sociedad consumista y alienante que quiere que gastes dinero para tener un cuerpo normativo y determinado. Y la imposición de lo delgado se impone sobre TODAS las personas de las sociedades posmodernas. Se trata de una construcción social, no solo machista.
Cuando una chica gorda o un chico gordo se siente orgulloso de quién es, cuando cuelga en las redes un foto suya con sus 80 o 90 kilos y no se avergüenza de ello, en seguida hay alguien que le pone a parir . Me pasó a mí cuando colgué en mi perfil de Instagram una foto de la cantante Beth Ditto en bikini. Gorda, puede, pero, en mi opinión, guapísima. Un montón de gente que no conocía de nada me acusó de promover hábitos nocivos.
Pero esas personas que se constituyen en celosos defensores de la salud atacan solo a las personas gordas, pero no atacan, por ejemplo, a las iracundas. En nuestras televisiones y nuestra radio tenemos tertulianos y políticos que gritan , que se enfurecen, que se llaman de todo menos bonitos. Nadie les acusa de promover hábitos nocivos. Y lo son. Desde el estudio de Freiedman y Roseman de 1950, que relacionó el patrón de conducta A ( ira-hostilidad- agresión-competitividad) con las cardiopatías, cientos de estudios han corroborado este hecho y la comunidad médica lo asevera unánimemente.
Tampoco nadie acusa de promover hábitos nocivos a esos actores, actrices, cantantes, músicos, modelos que aparecen en anuncios de cerveza o a los que cuelgan fotos en sus redes con una copa en la mano. La OMS asegura que cada 10 segundos muere una persona por causa del alcohol, factor determinante de más de 200 enfermedades. Desde la depresión y la ansiedad hasta la cirrosis o el cáncer, pasando por la hepatopatía, la hipertensión arterial, la acidez crónica, la litiasis renal... También es la primera causa de muerte en accidentes automovilísticos.

Según el 'Journal of the American Medical Association', el sobrepeso no solo NO es peligroso para la salud, sino que además está asociado estadísticamente con un menor riesgo de muerte prematura, un 5% menor al de la gente con un peso «ideal». Datos de un estudio del National Centre for Health Statistics, hecho sobre aproximadamente tres millones de personas de diferentes países. El más exhaustivo hasta hoy.
Para Paul Campos, autor del libro 'El mito de la obsesidad', este nuevo estudio demuestra que el miedo a la obesidad esta injustificado en la mayoría de los casos. Que ese miedo no es más que obsesión cultural injustificada. Y alimentada por una industria que se hace multimillonaria vendiendo gimnasios, productos dietéticos, cirugía estética, alimentos 'light', etc.
Tener unos kilos de más, como demuestra la estadística, no es necesariamente malo. Las personas con sobrepeso moderado se enfrentan mejor a las enfermedades graves, que suelen ir acompañadas de una gran pérdida de peso, y de apetito. Y de un estado de debilidad más peligroso para las personas delgadas. Además, como han demostrado numerosos estudios anteriores, no todo el sobrepeso es igual, y debe valorarse en función de cada persona.
Existe un rechazo generalizado a la gordura que afecta a las personas gordas y a las que no lo son. Simplemente, se intenta controlar el cuerpo de las mujeres o las actitudes de los hombres utilizando el miedo a engordar, el prejuicio hacia lo gordo.
Mario, por si lees eso o alguien te lo da a leer: Que sepas que aquí me tienes disponible si quieres consolarte de tanto insulto. Que yo creo que estás buenísimo con tus 12 kilos de más. Que en un país en el que el Rey Emérito mata osos, yo los amo.

LUCIA,ESTA TODO BIEN,PERO LA OBESIDAD MORBIDA ES UNA ENFERMEDAD QUE MATA Y NADA TIENE QUE VER CON ESTAR "GORDITO".
NO FRIVOLICEMOS,TE LO DIGO COMO MEDICO DE 77 AÑOS,JUBILADO QUE ESTOY EN EL PESO IDEAL DE 70 KILOS CON 1,71,Y SI ENGORDO UN POCO NO ME SIENTO BIEN.
PERO HE SIDO EN MI JUVENTUD DE 80 KILOS Y DE COMER BIEN HASTA QUE UNA PANCREATITIS CASI ME MATA,POR EXCESOS DE COMIDA Y BEBIDA.