jueves, 10 de agosto de 2017

¿PORQUE NO COMERSE AL VECINO?

Estos huesos humanos fueron grabados como parte de un ritual caníbal


Ampliar Bello et al (2017)
Las extrañas marcas oblicuas halladas en huesos humanos procedentes de una de las últimas culturas paleolíticas, la Magdaleniense, han sido tema de debate entre los científicos durante mucho tiempo. ¿Se trata de grabados intencionados o de una mera consecuencia de su muerte?
Un estudio publicado en la revista PLoS ONE, liderado por la investigadora Silvia Bello del Museo de Historia Natural de Reino Unido, apunta a que los huesos podrían haber sido modificados intencionalmente como parte de un ritual caníbal.
Para resolver el misterio, el equipo de científicos analizó mediante morfometría un radio procedente de la cueva de Gough (Inglaterra), donde se encuentra la mayor colección de restos grabados hasta la fecha y donde se han descubierto evidencias de canibalismo anteriormente.
De este modo, compararon las marcas de cortes, heridas y dientes humanos en el antebrazo derecho, así como los misteriosos cortes en forma de espiral, con otros huesos procedentes del mismo período. Los resultados indican que las extrañas marcas fueron hechas de forma intencionada y que podrían ser parte de un ritual caníbal.
El estudio aporta nuevas evidencias sobre canibalismo en la cueva de Gough y da fuerza a la hipótesis de que allí se practicaban rituales simbólicos. Según los investigadores, los grabados podrían representar un ejemplo único de comportamiento funerario caníbal en el Paleolítico, algo que no ha sido demostrado todavía.
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EL VERANO BOREAL SE ACABA?


El frío y sobrepeso: ¿tienen relación?

Durante el invierno es muy común escuchar frases como “con este frío qué ganas de comer algo rico” o “en verano es más fácil cuidarse”. Sin embargo, esto no implica que al momento de comer durante la época de frío deban aportar un exceso de grasa y calorías a nuestro organismo. Al respecto opinó para Télam la Dra. Virginia Busnelli, médica especialista en Nutrición.
Virginia Busnelli

Por Virginia Busnelli

En esta época del año es muy común escuchar "Qué hambre me da este frío"; "Con este frío qué ganas de comer algo rico"; "En verano es más fácil cuidarse"; todas estas frases que aparecen muy asiduamente durante esta época del año parecieran suponer que el frío abre una especie de "permitido desenfreno" cuando de alimentación se trata.

Si bien es cierto que, ante el frío, nuestro cuerpo nos pide elevar su temperatura y, una forma de hacerlo, es ingiriendo alimentos, preparaciones o líquidos calientes, ello no implica que nuestras elecciones al momento de comer durante la época de frío deban aportar un exceso de grasa y calorías a nuestro organismo; exceso que - como sabemos - se podrá ver traducido en un aumento de peso y, lo que es peor aún, en la incorporación de malos hábitos alimentarios que no hacen más que complicar, en mayor o menor medida, nuestra salud.

Es importante ser conscientes que, con las bajas temperaturas, nuestro sistema inmunológico está más activo y preparado para combatir los diferentes virus que se presentan en el ambiente. Por esto, y en contra del mito popular de incorporar un exceso de calorías "vacías", lo que realmente debemos hacer es sumar nutrientes que ayuden a nuestro organismo a sentirse fuerte y saludable.

Muchas personas, llegado este momento del año, suelen dejar de lado las ensaladas o las frutas frescas por considerarlas propias del verano y asociarlas con un sentido refrescante que no coincide con la época invernal. A su vez, utilizando algunas de estas excusas y hasta quizás sin darse cuenta, hay quienes transforman las preparaciones más livianas en menús con excesos de calorías y grasas, apoyándose en que de esa manera pasarán mejor los días de frío. Otro nutriente fundamental, que suele abandonarse en el invierno, es el agua; este es un punto muy importante a tener en cuenta sobre todo en niños, adolescentes y ancianos, donde puede existir un mayor riesgo de deshidratación.

Las sopas de verduras y caldos, por ejemplo son una excelente alternativa para sumar nutrientes, aportando mucho volumen y fibra con pocas calorías y dándonos, además, la satisfacción de comer un plato rico y caliente. Son ideales para ser consumidas antes de cada comida principal para comenzar a registrar la saciedad. Por otro lado, los guisos, a base de vegetales con el agregado de legumbres y carnes magras, también pueden ser una muy buena y saciante opción. Por último, las infusiones calientes de todo tipo, nos aportan el calor necesario para que regulemos mejor la temperatura del cuerpo; es una muy buena época para darnos el gusto de preparar y probar distintas opciones de tés, sumando sabores y colores.

Es muy importante destacar, además, que no debemos abandonar la actividad física y el movimiento ya que esto, también, nos permitirá entrar en calor, regular la actividad metabólica y aumentar la temperatura de nuestro organismo.

No usemos el invierno como excusa, aprovechemos el invierno para disfrutarlo al máximo sin dejar de cuidarnos e incorporando - en su medida justa - todo lo que nos gusta y nos hace bien!

Seguramente pasemos más tiempo en casa durante esta época, es una buena razón para elegir compartir más tiempo en familia y cocinar juntos eligiendo opciones ricas y saludables.

Importante para no olvidar

- Las frutas y las verduras, son fuentes de vitaminas y minerales específicos para combatir las enfermedades asociadas al cambio climático como el resfrío y la gripe.

- El líquido, tanto en infusiones calientes como frías, y el consumo de agua pura y segura, es fundamental. Una buena hidratación hace al correcto funcionamiento de nuestros órganos.

- Los lácteos descremados, como leche, yogures y quesos light, nos aportan proteínas de alta calidad nutricional, no deben ser olvidados en invierno.

- La actividad física regular y sostenida, aumenta el ritmo cardíaco con el consiguiente aumento de la circulación y de la temperatura corporal, además, aumentamos el gasto calórico favoreciendo así el descenso y mantenimiento de peso.