viernes, 25 de agosto de 2017

La llegada de los humanos al Caribe causó una gran extinción de mamíferos

Los poblamientos de los últimos milenios, incluida la colonización europea a partir del siglo XVI, han tenido un efecto devastador

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Estudio sobre extincion de mamiferos en el Caribe por influencia humana Johns Hopkins paleontologist Siobhan Cooke and her colleague Alexis Mychajliw collect more fossils for dating in a Caribbean cave
La paleontóloga Siobhan Cooke y su colega Alexis Mychajliw, ambos de la Universidad Johns Hopkins, recolectan fósiles para su datación en una cueva del Caribe. / LAUREN GIBSON
La llegada de los primeros humanos a las islas del Caribe y las posteriores colonizaciones, incluida más reciente procedente de Europa, tuvieron un efecto demoledor sobre las poblaciones de mamíferos, según muestra una investigación paleontológica encabezada por investigadores de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore (Maryland, EEUU).

Han desaparecido más del 60% de las casi 150 especies de mamíferos con presencia en el registro fósil

Los autores concluyen que la actividad humana ha sido la principal responsable de que hayan desaparecido más del 60% de las casi 150 especies de mamíferos nativos con presencia en el registro fósil reciente.
Los resultados, según explican los científicos en un comunicado, subrayan la necesidad de una intervención urgente para proteger las especies nativas que todavía habitan la región. El artículo se publicado en la revista 'Annual Review of Ecology, Evolution and Systematics'.

Cotejar cronologías

Los investigadores presentan una cronología sobre fósiles creada a partir de la recopilación de cientos de artículos publicados en revistas científicas. A continuación, la cotejan con las fechas de la llegada de los humanos. Y el resultado es que las extinciones coinciden con esos movimientos demográficos: "El momento de las extinciones indica que los seres humanos desempeñaron un papel clave en la desaparición de muchos de los mamíferos endémicos del Caribe", lamenta uno de los autores, Siobhan Cooke, profesora en la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.
Los autores muestran que después de cada ola de migraciones humanas se producen extinciones de mamíferos, presumiblemente causadas por la caza y la pérdida de hábitats ocasionada por los asentamientos humanos y el desarrollo agrícola.

La colonización europea trajo especies invasoras que han tenido un efecto muy negativo para la fauna nativa

Las primeras cuatro olas de asentamientos humanos en el Caribe se produjeron hace entre 6.000 y 7.000 años. La última ola de asentamientos, la colonización europea que se inició hace cinco siglos, alteró gravemente el ecosistema nativo debido a la introducción de especies invasoras como hormigas, ratas, ratones, gatos, cabras, vacas, caballos y cerdos, muchos de los cuales establecieron poblaciones salvajes y desproveyeron de sus nichos naturales a un buen número de mamíferos nativos.
Todo ello, sumado a la transformación del paisaje derivada de la tala de bosques para el cultivo de productos comerciales como la caña de azúcar, el algodón, el café y el arroz, causó "una gran explosión de extinciones", explica Cooke. Actualmente, la agricultura, la minería y el desarrollo urbano continúan interrumpiendo el ecosistema nativo.

Los supervivientes

Los mamíferos que sobrevivieron a esas olas de extinción son sobre todo murciélagos e insectívoros como la musaraña. En la actualidad solo quedan 60 especies de murciélagos, nueve de las cuales están amenazadas de extinción, y otros 12 mamíferos, ocho de las cuales también están bajo peligro de extinción, incluida la jutía -un gran roedor que recuerda a la nutria- y el solenodonte, un mamífero similar a la musaraña.
"La situación actual es tan precaria que, si una sola cueva se derrumba por un huracán, por ejemplo, una especie entera de murciélagos puede quedar extinguida -escribe Cooke-. Está claro que necesitamos gestionar estas especies amenazadas porque necesitan nuestra ayuda para sobrevivir". Los murciélagos nativos son críticos para la sostenibilidad a largo plazo del ecosistema nativo, ya que polinizan las flores, propagan semillas y controlan las poblaciones de insectos.

y despues llegaron los españoles y no quedo nada.....

ME FALTAN 30........

Un extremeño de 112 años, el hombre más longevo del mundo

"Como yo no hay nadie", se congratula Francisco Núñez Olivera, conocido por sus allegados como Marchena

Efe / Bienvenida (Badajoz)
"Como yo no hay nadie", se congratula el extremeño Francisco Núñez Olivera, que, a sus 112 años y tras el fallecimiento del israelí Yisrael Kristal, puede presumir de ser el hombre de más edad del mundo gracias a una vida sana y tranquila, estos días alterada por el interés mediático y el aluvión de felicitaciones por haberse alzado en el podio de la longevidad. Conocido como Marchena entre sus allegados y amigos, vive con su hija María Antonia, de 81 años, siempre pendiente de su salud.
A cuatro meses de cumplir 113 años, Núñez Olivera, natural de Bienvenida (Badajoz), ha recibido con alegría el reconocimiento a este vecino de una pequeña localidad de unos 2.200 habitantes. Agricultor de profesión, siempre ha residido en su pueblo natal, se define como una persona sencilla, de vida tranquila y costumbres fijas, entre las que no faltaban, mientras podía, pasear por las calles y jugar la partida con los amigos en el bar.
Ahora, sentado en una silla de ruedas, en el comedor de una casa de anchos muros con los que puede esquivar algo el sofocante calor de este verano, a Francisco le gusta recibir visitas. Su hija intenta, no obstante, limitarlas para que su padre no se altere y se canse.

Su hija, orgullosa

"Es que le quedan menos de cuatro meses para cumplir 113 años", advierte de forma cariñosa María Antonia, que se siente orgullosa de que su padre se haya convertido en el hombre más longevo del mundo. Su buen porte de joven le valió el apodo de Marchena tras hacer el servicio militar en Ceuta vestido con un impecable traje de chaqueta y un envidiable aspecto, solo unos días después de que el conocido cantaor sevillano de mismo nombre ofreciera un concierto en Bienvenida en 1926.
Francisco Núñez Olivera, en una imagen de los años 30 / EL PERIÓDICO DE EXTREMADURA
Núñez Olivera ha sido un hombre con carácter, pero de buen corazón y hábitos; por eso, ya jubilado, seguía acercándose a su parcela en el campo para trabajar un rato antes de irse a la partida en el bar con sus amigos, cuenta emocionada su hija. "Hasta los 107 años ha estado andando solo por la calle. Cuando se cansó de la partida se iba a las esquinas a hablar con la gente, porque le encanta hablar", relata.
Y también estar informado, de modo que cuando le operaron de cataratas con 98 años, Marchena volvió a leer el periódico a diario. Esa operación y otra en la que le quitaron un riñón, con 90 años, han sido las únicas veces en las que ha pasado por un hospital. Es el servidor del Ejército español más veterano del país, con dos batallas a sus espaldas: la Guerra del Rif y la guerra civil.

Un chato de vino

Su familia tiene claro el éxito de su longevidad, además de la genética (su hermano Luis, que vive en Asturias, tiene 95 años y su hermana Jacoba, que está en el mismo pueblo, ya ha cumplido los 93), "ha vivido la vida como le ha apetecido y muy sana". En su dieta, basada en las verduras y las legumbres que él mismo cultivaba en el campo y algo de chacina de la matanza extremeña, "nunca le faltaba el chato de vino, eso también".
Marchena recibe "muchas cartas" de gente "de AlemaniaAustraliaNueva York México" que se interesan por él y "piden que les mande una foto", cuenta orgullosa Antonia. "Marchena, aquel hombre tan tremendo", como él mismo exclama cuando llegan familiares a verle, sigue comiendo de todo a sus 112 años, pues su falta de dentadura no ha mellado ni un ápice su apetito.
"Todavía estoy aquí". "¿Ya os vais?", acostumbra a decir a quienes le visitan y se marchan con la esperanza de que Marchena pueda celebrar un cumpleaños más el 13 de diciembre.

HAY QUE PONERSE A TONO


El grupo de neuronas que detecta la ‘música’ de las palabras

    Científicos estadounidenses han identificado un grupo de neuronas en la corteza auditiva primaria capaz de evaluar los cambios en el tono del discurso independientemente de quién sea el hablante. El trabajo demuestra que la representación de la entonación en algunas neuronas se basa en la codificación de los tonos relativos altos y bajos.
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    <p>Los investigadores han identificado un conjunto de neuronas responsables de la detección de los cambios relativos al tono. / Fotolia</p>
    Los investigadores han identificado un conjunto de neuronas responsables de la detección de los cambios relativos al tono. / Fotolia
    Los cambios en la entonación son fundamentales para el éxito de la comunicación humana. En las lenguas tonales, como el chino mandarín, la alteración del tono llega a cambiar por completo el significado de una palabra. Y en idiomas como el inglés o el español esta variación puede modificar el sentido de una frase.
    Aunque está demostrado que ciertas partes del cerebro humano y de otros primates son sensibles al tono vocal y al modo de hablar, ningún estudio ha descubierto el misterio sobre cómo se detectan y se representan esos cambios en el cerebro.
    "Una de nuestras misiones es entender de qué manera el cerebro traduce los sonidos en significado", explica Claire Tang
    Ahora, científicos de la Universidad de California en San Francisco (EE UU) han identificado un grupo concreto de neuronas en el cerebro que crean diferentes respuestas a las modificaciones en el tono del lenguaje.
    “Una de las misiones del laboratorio es entender de qué manera el cerebro traduce los sonidos en significado”, asegura Claire Tang, coautora del trabajo que se publica esta semana en Science. “Lo que estamos observando es que hay neuronas en el neocortex cerebral que procesan no solo qué palabras estamos diciendo, sino también cómo son dichas”, explica.
    Tang y su equipo monitorizaron la actividad eléctrica de las neuronas en una parte de la corteza auditiva, el giro temporal superior (STG, por sus siglas en inglés), donde ya se habían observado indicios del procesamiento del acento, los tonos y la entonación.
    Así, analizaron la respuesta de las neuronas ante cuatro frases grabadas por tres voces diferentes y con distintas entonaciones: neutral, enfatizando la primera palabra, enfatizando la tercera, o en modo pregunta.
    Neuronas que se activan en función del énfasis de la frase
    Los resultados demostraron que algunas neuronas del STG pueden distinguir las voces debido a las diferencias en la gama vocal. Otras neuronas distinguen cada una de las frases, sin importar quién lo diga, basándose en los distintos fonemas que las forman. Y un último grupo hace distinciones entre los cuatro patrones de entonación usados, de modo que modifican su actividad dependiendo de donde recaiga el énfasis, sin importar la frase o la persona que las pronuncie.
    A partir de esta información, los científicos crearon un algoritmo para predecir la reacción de las neuronas en función del hablante, la fonética y la entonación, y trataron de deducir las respuestas ante cientos de frases pronunciadas por diferentes personas.
    Las neuronas que responden a la entonación se centran en cómo varía el tono a cada instante
    De este modo, observaron que las neuronas que responden a la entonación se centran más en el tono relativo alto y bajo de la voz, es decir, cómo varía la entonación a cada instante del discurso. Por el contrario, aquellas neuronas que responden ante los distintos hablantes se enfocan más en el tono absoluto (capacidad de distinguir una nota sin la ayuda de otra referencial).
    “Para mí este es uno de los aspectos más emocionantes del estudio”, asegura Tang. “Hemos sido capaces de demostrar no solo dónde se codifica la prosodia si no cómo, al explicar la actividad en términos de cambios específicos en el tono vocal”.
    El estudio, que se pudo llevar a cabo gracias a una tecnología para mapear la actividad eléctrica en pacientes con epilepsia severa antes de la cirugía, sostiene una vez más que el cerebro es capaz de identificar características importantes que dan significado a lo que está escuchando. Pero más importante aún, revela cómo el cerebro es capaz de desmontar la compleja fuente de sonidos del habla que recibe en cuestión de milisegundos (entonación, consonantes y vocales que forman palabra y frases, etc.).
    “Ahora, la pregunta importante sin contestar es cómo controla el cerebro nuestro tracto vocal para producir esos sonidos intencionales. Espero que resolvamos este misterio pronto”, concluye Tang.
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    Referencia bibliográfica:

    Osvaldo Pugliese & Astor Piazzolla - Juntos vol.2 (Álbum completo)