domingo, 10 de diciembre de 2017


PETER GODFREY-SMITH | FILÓSOFO

“La evolución de la mente no es algo accidental”

El filósofo Peter Godfrey-Smith explora el origen de la consciencia a través del estudio de los pulpos

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El filósofo australiano Peter Godfrey-Smith.
El filósofo australiano Peter Godfrey-Smith.
Peter Godfrey-Smith (Sídney, Australia, 1965) cuenta con cierta melancolía el momento en que se enteró de que cefalópodos como los pulpos o las jibias no viven mucho más de dos años. Después de mucho tiempo buceando junto a ellos para estudiar su comportamiento había descubierto que poseen mentes complejas con curiosidad por el mundo que les rodea y mucho ingenio para adaptarse a las circunstancias. Sin embargo, parece que la evolución favoreció una vida corta e intensa, en la que estos animales se reproducen pronto y viven rápido, para dejarlo todo hecho antes de caer en las fauces de otros depredadores. Este filósofo de la ciencia de la Universidad de Sídney considera un desperdicio que no tengan existencias más prolongadas, como suele suceder con los vertebrados, la otra línea evolutiva en la que surgieron las mentes.
Godfrey-Smith acaba de publicar en castellano Otras mentes (Taurus), un libro en el que explora los orígenes de la consciencia a través de unos seres que son “lo más parecido a una inteligencia extraterrestre que podemos encontrar en la Tierra”. Los pulpos, los calamares o las jibias, descendientes de moluscos que perdieron sus conchas, son una muestra de que la evolución puede favorecer la aparición de cerebros en circunstancias muy diferentes y animales completamente distintos. En esas mentes extrañas, el filósofo ha querido encontrar vestigios del camino que seguimos hasta convertirnos en lo que somos.
Pregunta. Después de todo este tiempo estudiando a los pulpos, ¿puede decirnos qué se sentiría siendo uno de ellos?
Respuesta. No creo que haya ningún animal familiar, como un perro o un gato, que pueda ser una comparación natural. Son muy diferentes. Para intentar entender qué significa ser como ellos, tendríamos que empezar a imaginar modificaciones de nuestro propio caso y aceptar que se trata de una aproximación imperfecta. Podemos empezar por los sentidos. Si eres un pulpo, tienes muy buenos ojos. Son animales muy visuales. Tienen un ojo cámara, como nosotros. Pero por otro lado, aunque no puedan ver con todo su cuerpo, toda su piel tiene algún tipo de sensibilidad a la luz.
Los pulpos son lo más parecido a una inteligencia extraterrestre que podemos encontrar en la Tierra
Si tomas el caso del sentido del gusto, los pulpos son muy sensibles químicamente y eso lo tienen en común con nosotros, que podemos tener un gusto o un olfato muy sensibles. Pero, además, todo lo que un pulpo toca con sus brazos también es capaz de probarlo. A través de sus brazos les entra una cantidad de información sensorial abrumadora.
Creo que una de las cosas que hace que esta comparación entre ellos y nosotros sea especialmente difícil son las preguntas sobre la existencia de un centro unificado de la experiencia, que nosotros sí tenemos y es difícil conocer si es así en su caso.
P. La evolución creó mentes en distintos momentos de la historia del planeta. ¿Cree que hay alguna ley que lleve inexorablemente a la aparición de mentes y que esto podría suceder también en otros planetas?
R. Imagina que de todos los animales de la Tierra tienes solo un linaje, los vertebrados, en el que tienes más complejidad. En todos los demás tienes una simplicidad extrema. Esto daría algún sustento a la idea de que la evolución de sistemas nerviosos complejos y de algo parecido a la experiencia podría ser algo muy raro e irrepetible. Pero en el mundo tenemos al menos una línea aparte que también tiene algo parecido a una mente. Entonces tienes estos dos casos y creo que cada vez se considera más probable que algunos artrópodos, incluso de una forma diferente cangrejos y abejas, también hayan evolucionado de forma independiente algunos de estos rasgos. Menos complejos que los pulpos o nosotros, pero con algunas de las propiedades que pueden dar lugar a una mente simple. Si asumimos eso, tiene sentido pensar que la evolución de la mente no es algo accidental.
Creo que la palabra ley es demasiado fuerte. Pero sí podríamos hablar de una tendencia. Te puedes imaginar llegando a un planeta que alberga vida y empiezas a mirar a tu alrededor y a preguntarte qué puedes esperar encontrar. Creo que por lo que hemos visto en la Tierra es posible que haya algo parecido a la vida animal, formas multicelulares donde el cuerpo está unificado por algo como un sistema nervioso. Creo que eso es algo que parece natural que aparezca. Más allá de eso, la existencia de un comportamiento y unos sentidos complejos y, junto a estos rasgos, algo como una vida mental. No hay una inevitabilidad, pero sí algo parecido.
P. En el libro habla de Octópolis, una especie de comunidad de pulpos en la que estos animales, normalmente solitarios, conviven con muchos otros en una especie de sociedad. Normalmente, los animales sociales tienen cerebros más complejos. ¿Podrían lugares como Octópolis ser la base de un cambio en la evolución de la mente de los pulpos hacia una mayor complejidad?
Para incrementar su inteligencia, los pulpos tendrían que vivir más y desarrollar una relación de enseñanza padre-cría
R. La particular naturaleza de Octópolis es tal que no espero que suponga la aparición de algo demasiado importante. Y eso es por la naturaleza de la reproducción de los pulpos. Cuando un pulpo pone huevos y eclosionan, las larvas parten de allí y se convierten en plancton. Aunque haya habido varias generaciones de pulpos viviendo en Octópolis no hay razón para creer que los que están ahí ahora sean los hijos o nietos de otros pulpos que también vivieron allí. Es más probable que llegasen de otro lugar, porque en el momento en que las larvas son parte del plancton van a la deriva aleatoriamente.
Lo interesante del lugar, aunque no vaya a tener consecuencias a gran escala, es que sugiere que en algunas circunstancias es posible que los pulpos pasen mucho tiempo relacionándose entre ellos y teniendo que aprender a convivir. Creo que si eso sucediese mucho, haría posible una evolución posterior, que requeriría mucho tiempo, miles de millones de años. No es algo que ocurriría en una escala temporal visible, pero sí, creo que es posible.
Hay dos cosas que tendrían que evolucionar. Por un lado, la longitud de sus vidas, que son demasiado cortas, uno o dos años. Y otro rasgo importante, tanto en mamíferos como aves, que a ellos les falta, es algún tipo de relación de enseñanza padre-cría, donde los padres proporcionan cuidados no solo para los huevos, sino para la nueva generación, que aprende como consecuencia de estar alrededor de sus padres. En los pulpos eso no existe. Cuando el huevo se rompe, la larva no vuelve a ver a su madre, que muere bastante pronto.
P. Se suele pensar que la complejidad de una mente depende de la complejidad de la vida social del animal. ¿Sería posible que un animal que no tenga una vida social tan compleja se convierta en un ser tan inteligente como un animal social?
R. Sobre este asunto, es interesante el caso de los orangutanes. Los orangutanes son primates con grandes cerebros, muy complejos, pero son poco sociales. Serían el ejemplo de primate con una vida social limitada y un gran cerebro y un comportamiento complejo. Hay gente que cree que los orangutanes solían ser sociales y abandonaron esa vida recientemente, así que no cuentan, pero creo que nadie está seguro de eso. Sería un caso interesante para estudiar esta cuestión.

NUEVAS PRUEBAS PARA EL DOWN

Dennis Lo, pionero de los test fetales y la detección de tumores en sangre

“La biopsia líquida no será la panacea, pero sí una herramienta muy poderosa contra el cáncer”

    La biopsia líquida es una de las grandes promesas en la lucha contra el cáncer, ya que en teoría permite detectar un tumor y sus características antes incluso de que aparezcan los síntomas. La técnica es muy similar a la que se usa para estudiar el ADN del feto en la sangre de la madre. Hablamos con Dennis Lo, padre de estas técnicas revolucionarias.
    Jesús Méndez |.
    <p>Dennis Lo, en una imagen cedida por el propio investigador.</p>
    Dennis Lo, en una imagen cedida por el propio investigador.
    Tiene el aire pausado de quien ha aceptado lidiar con la práctica y la repetición. El patólogo Dennis Lo es un científico chino pionero en las técnicas más modernas de diagnóstico a través de la sangre. Fue el primero en demostrar, en 1997, la existencia de ADN del feto en la circulación de la madre, y desarrolló la técnica que ahora permite descartar el síndrome de Down con un simple análisis de sangre.
    La idea genial la tuvo al leer dos artículos en que se demostraba que las células cancerígenas también pueden liberar ADN a la sangre. Como en un viaje de ida y vuelta, gran parte de su investigación se centra ahora en la llamada biopsia líquida, el novedoso concepto por el que se puede detectar un tumor y sus características en la sangre de los pacientes, incluso antes de que dé síntomas. Acaba de publicar un trabajo con más de 20.000 participantes en el que demuestra que se puede anticipar el diagnóstico de uno de los tumores más frecuentes en China, lo que abre la puerta a tratamientos más eficaces.
    Dennis Lo pronunció la charla final de las jornadas Falling Walls, un evento anual de ciencia y tecnología celebrado en Berlín en el aniversario de la caída del muro. Hablamos con él justo antes de su presentación.
    Usted fue el primero que consiguió identificar ADN del feto en la sangre de la madre. Por lo visto, la clave la tuvieron un par de trabajos que encontraban ADN de células tumorales en la sangre de los enfermos. Llevaba ocho años intentándolo sin éxito, pero apenas uno después ya lo había conseguido. ¿Qué sucedió?
    ¡En realidad tardé solo dos semanas! Buscábamos células, lo que es razonable, porque normalmente el ADN está dentro del núcleo de ellas. Pero estas son muy raras, solo una de cada millón de células que viajan en la sangre de la madre es del bebé. Cuando vi los dos artículos sobre ADN tumoral flotando fuera de las células pensé que probablemente el feto haría lo mismo.
    Y ahora, la técnica que detecta la presencia de ADN fetal sirve como prueba para detectar el síndrome de Down en más de 90 países. ¿Qué papel tiene?
    Se usa como un test de screening (cribado). Mi primera idea para desarrollar este test era hacer un screening más seguro. Con él es posible identificar a los bebés que no presentan las anomalías del síndrome de Down, y de esta manera solo hacer pruebas invasivas –como biopsias de la placenta, que tienen un cierto riesgo de aborto– en las embarazadas cuyo test resulte positivo.
    “Una embarazada ya tiene bastantes problemas por los que preocuparse como para saber que su bebé desarrollará diabetes a los 40 años”
    Con el tiempo la técnica ha evolucionado. ¿Qué más análisis pueden realizar ahora mismo?
    Empezamos analizando cromosomas enteros, como se hace para identificar el sexo o detectar el síndrome de Down. Después conseguimos estudiar variaciones en un solo gen, como sucede en enfermedades como la fibrosis quística o la talasemia. Y ahora puede hacerse incluso el genoma completo.
    ¿Pero cómo puede distinguirse el ADN del feto del de la madre?
    Por el tamaño. Los fragmentos de ADN del feto son más cortos, de modo que la estadística nos permite estimar qué fragmentos pertenecen a uno o a otra –esto sucede también en el cáncer, a diferencia de las células sanas–.
    ¿Cree entonces que el estudio completo del genoma fetal será algo habitual?
    Creo que tecnológicamente podría serlo, pero hay dos problemas. Uno es que todavía es demasiado caro; pero sobre todo es un problema ético. Una mujer embarazada ya tiene bastantes problemas por los que preocuparse. Si yo analizo el genoma completo y le digo que su hijo o hija tiene un riesgo elevado de desarrollar diabetes a los 40 años, la madre podría empezar a preocuparse innecesariamente.
    Del ADN del feto ha pasado a la biopsia líquida en cáncer. Usted y su grupo acaban de publicar un trabajo realizado en China sobre la detección precoz de un tipo de tumor. La biopsia líquida encierra muchas promesas, y una es detectar el cáncer antes de que dé síntomas. Pero eso también tiene riesgos, como caer en un posible sobrediagnóstico. ¿Cuál es su opinión?
    Es una cuestión que se debe debatir. Nosotros acabamos de publicar un estudio sobre la detección de cáncer nasofaríngeo, que es muy habitual en China. Queríamos saber si la técnica es lo suficientemente buena como para salvar vidas. Ahora esperamos que esté disponible para los médicos en 2018. Este es el primer paso, con el que demostramos que puede ser útil. Pero nosotros lo hicimos en el sur de China, una zona donde es endémico. Tendremos que hacer lo mismo en otros tipos de cáncer; por ejemplo, el de pulmón en grandes fumadores, y combinar esta técnica con los TAC de última generación, que por sí solos no son tan fiables como se desearía. Los estudios a largo plazo, a cinco años, nos darán su verdadero valor.
    En su estudio detectaban hasta 500 mutaciones...
    Sí. En este caso, cada célula cancerígena tiene unas 50 copias de un virus llamado Epstein Barr, y cada una de ellas contiene diez repeticiones del marcador que buscábamos, así que estábamos buscando algo que se repite 500 veces. Lo consideramos ‘el número mágico’.
    Entonces, en este caso resultaba más sencillo que para otros tipos de cáncer no causados por virus, ¿no?
    “Tendremos que estudiar la biopsia líquida en el cáncer de pulmón en grandes fumadores, y combinar esta técnica con los TAC de última generación”
    Sí, pero lo que hemos visto es que necesitamos llegar a ese número mágico. Si en cualquier otro tipo de cáncer podemos llegar a identificar esas 500 dianas, seremos capaces de detectarlo también. Estoy seguro de que podremos encontrarlos para la mayor parte de los tumores.
    Ahora mismo, la única técnica de biopsia líquida aprobada se utiliza para detectar una mutación en cáncer de pulmón, cuando no puede hacerse la biopsia convencional. En caso de estar presente, puede elegirse un tratamiento particular. ¿Cree que serán útiles también para vigilar las recaídas? Hay quien dice que, una vez que el cáncer vuelve a aparecer, adelantar unos meses el nuevo tratamiento no tiene por qué mejorar la supervivencia.
    Solo podremos saber la respuesta a esa pregunta estudiando cáncer por cáncer. En nuestro caso sobre el cáncer nasofaríngeo sabemos que, después del tratamiento estándar, si el nivel de alteraciones que encontramos en el paciente es cero, el pronóstico es muy bueno. Si sube de cierto nivel, entonces la esperanza baja al 50%. Ese es el dato que podemos usar para preguntarnos: ¿podemos añadir algún tratamiento adicional?
    ¿Cómo ve el futuro? ¿Cree que se harán de forma regular en la atención del paciente con cáncer?
    Sí, creo que serán una parte central, pero no creo que sustituyan a las biopsias tradicionales. Creo que son complementarias.
    ¿Está justificada entonces la esperanza?
    Sí, aunque no se podrá usar en todos los casos. Como sucede con el ADN fetal, hay personas que, por alguna razón que no conocemos, no lo liberan a la sangre. En cualquier caso: no será la panacea, pero sí una herramienta muy poderosa.