lunes, 5 de febrero de 2018

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Pedro Nobre, el científico del sexo: “Hoy se practica menos sexo en las parejas y más en solitario”

Pedro Nobre (Mozambique, 1970).
Pedro Nobre (Mozambique, 1970). 
¿Por qué nos excita lo que nos excita? ¿Mujeres y hombres se encienden de forma distinta? ¿Somos más o menos abiertos que nuestros abuelos? Desde su laboratorio en la Universidad de Oporto, este doctor en Psicología Clínica y presidente de la Asociación Mundial para la Salud Sexual observa la reacción humana a los estímulos erógenos. Y sus conclusiones también ayudan a entender cómo somos: “La diversidad sexual”, sostiene Nobre, “no puede ser considerada una patología”.
DOS PERSONAS copulan frenéticamente en la pantalla del voluntario Paulo. Bajo un discreto paño, su pene está ligado a un sensor; cámaras térmicas miden la temperatura de sus órganos y otras cámaras visuales registran hacia dónde se le van los ojos. Al otro lado del tabique, delante de unas pantallas, Inés y Raquel observan en tiempo real la evolución gráfica de respuesta sexual a los diferentes estímulos que recibe Paulo. Él es uno de los voluntarios, una de las cobayas humanas del SexLab de la Universidad portuguesa de Oporto, el laboratorio de investigación en sexualidad que se dedica a estudiar la respuesta fisiológica genital en el hombre y en la mujer. Once investigadores procedentes de diversas ramas científicas, de la psicología a la neurociencia, desarrollan en el SexLab proyectos sobre el sexo en diferentes circunstancias de la vida, como casos de discapacidad física o parejas que acaban de ser padres. El portugués Pedro Nobre (Mozambique, 1970), doctorado en Psicología Clínica por la Universidad de Coimbra, es el creador y director del SexLab desde el año 2008 y también director del primer doctorado en Sexualidad de Europa. Editor asociado del Journal of Sexual Medicine, Nobre ha publicado casi un centenar de artículos en medios internacionales de su especialidad y preside la Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS, por sus siglas inglesas). Fundada en 1978, agrupa a 110 asociaciones dedicadas a trabajar por la salud y los derechos sexuales de las personas en cualquier rincón del mundo, de cualquier creencia y condición. La WAS aprobó en 2014 la Declaración Universal de los Derechos Sexuales.
Una vez sabido que el sexo está también en la cabeza, ¿para qué necesitamos un laboratorio sobre la sexualidad? Pues para conocer los mecanismos de respuesta; del sexo desconocemos aún casi todo, la mente y los genitales no tienen siempre la misma reacción al estímulo sexual. Hay una discrepancia en la respuesta genital fisiológica medida objetivamente en el laboratorio y la respuesta sentida, subjetiva, medida en encuestas o autorrelatos; y aún desconocemos por qué existe esa discrepancia.
Cámaras térmicas y visuales, sensores genitales y cardiacos miden en su laboratorio la respuesta de voluntarios a la visión de películas pornográficas. ¿Reaccionan hombres y mujeres de forma distinta?El hombre habitualmente solo responde a los estímulos sexuales de su preferencia; es decir, si es gay, reacciona a imágenes de relaciones entre homosexuales, pero no a las de heteros, y viceversa.
¿Y qué pasa con la mujer? La gran mayoría tiene respuesta sexual fisiológica ante estímulos muy diversos, aunque no tengan que ver con su preferencia. La reacción fisiológica es independiente de su preferencia sexual. Si es hetero, imágenes de relaciones lésbicas o entre homosexuales le provocan la misma reacción que su preferencia sexual. Incluso hay respuesta fisiológica, que no emotiva, cuando se le proyectan vídeos de relaciones sexuales entre chimpancés. No es solo nuestro laboratorio quien lo dice, sino que hay ya varios estudios y desde muy diferentes perspectivas.
¿Y? Y las interpretaciones son variadas, pero la hipótesis más recurrente es que la mujer está preparada para responder sexualmente en términos fisiológicos a estímulos que no tienen nada que ver con sus preferencias. La no especificidad de la respuesta sería un mecanismo de adaptación, o de autoprotección. Con una perspectiva evolucionista, la mujer está preparada para experiencias traumáticas; es decir, tiene la capacidad de lubricar incluso en experiencias involuntarias. La investigación de laboratorio se ha confirmado con los propios relatos de mujeres. No sienten placer, no hay respuesta emocional, pero sí fisiológica.
Nobre en la biblioteca de la Universidad de Oporto, donde dirige SexLab, una laboratorio de investigación sobre la sexualidad.
Nobre en la biblioteca de la Universidad de Oporto, donde dirige SexLab, una laboratorio de investigación sobre la sexualidad. 
¿Esa respuesta involuntaria puede suponer un segundo castigo para la mujer violentada? Sí, porque a menudo arrastra un sentimiento de autoinculpación. Pero estos estudios eliminan la culpabilización. La mujer no debe sentirla por lubricar cuando fue violada porque es una respuesta de autodefensa; hay que quitarle ese peso.
Quizá también habría que decírselo a esos forenses, policías y jueces empeñados en buscar pruebas físicas en la víctima… Es un buen ejemplo de implicación social de estos estudios y del avance del conocimiento del comportamiento sexual. Pese a hablar hoy día tanto de sexo, perviven mitos enormes, y este es uno de ellos. En Portugal hemos visto recientemente que un juez recurría a la Biblia para justificar la violencia contra una mujer casada que había mantenido relaciones con otro hombre. Si eso ocurre con un juez, significa que hay mucho por hacer en la investigación y en la información sexual de la sociedad. Esos mitos son factores de riesgo en otros campos de la vida, como el judicial.
Primero el sexo estaba entre las piernas; después, también entre las cejas, y ahora vemos que no hay que despreciar el entorno social. Hay una dimensión sociocultural que condiciona inmensamente al sexo, como vemos en los tribunales de justicia, y que se une a la dimensión física y a la psicológica. Para mí, como psicólogo, lo más interesante es cómo conseguimos percibir lo que pasa en nuestro ser con nuestras ilusiones y nuestro conocimiento. La respuesta sexual depende del comportamiento físico, pero también, fundamentalmente, de cómo nos evaluamos nosotros mismos.
Ahí sí que no habrá problema, seguro que nos valoramos por encima de la realidad, ¿no? Pues es al contrario. Una de las investigaciones que desarrollamos es sobre la disfunción eréctil. Es muy interesante, porque el hombre tiende a subestimar su respuesta física: cree que es menor a la real.

Base importante de su laboratorio sexual, como en los que existen por el mundo, es la pornografía. A la vista de sus investigaciones, ¿aconsejaría alguna modificación a sus guionistas?
 La pornografía es un medio muy fuerte de influencia sociocultural; para muchos jóvenes es, y siempre lo fue, el primer acceso a la información sexual. Los mensajes que pasa la pornografía son potenciadores de mitos y creencias que van a quedar impresos en esos jóvenes para siempre. Son mensajes irreales con un listón altísimo, con esas erecciones de 30 minutos y orgasmos exagerados; el fracaso nunca sale en el porno. En el caso de la mujer se transmite que el orgasmo es con el coito. La idea de que la mujer alcanza el orgasmo porque es penetrada es un mito. Desde los años sesenta sabemos, gracias a Masters y Johnson (matrimonio estadounidense pionero de la investigación en este campo), que la mejor forma para alcanzar el orgasmo es estimular el clítoris, la zona más sensible en la mujer. Con ese mensaje repetitivo, la mujer piensa que es anormal si no tiene orgasmo durante la penetración, y el hombre piensa que tiene eyaculación precoz si no aguanta 20 minutos durante la penetración, cuando la media real está entre 2 y 5 minutos. La industria pornográfica tiene un impacto social con esos patrones irreales e inadecuados.Un pensamiento contrario a la imagen del macho.
 En realidad, lo que sucede es que los que se subestiman hoy son los que se sobrestimaron ayer. Es una característica común del macho, sea hetero o gay, cuyas carencias están relacionadas con la idea de estar siempre dispuestos y fallos cero. La disfunción eréctil, que es normal que nos ocurra varias veces en periodos a lo largo de la vida, bien por estrés, cansancio, disgustos o problemas médicos, es interpretada por esos hombres como el fin del mundo. Caen en un precipicio no solo como hombres, sino como personas. Se convierten en individuos vulnerables en su vida profesional, en sus círculos sociales. Hay estudios que muestran una relación entre disfunción eréctil y desempleo. Es como si su incompetencia sexual se extendiera a la incompetencia en todas las facetas de la vida. Es más, aunque tengan erecciones, las desvalorizan, no las estiman lo suficiente; de hecho, la mayoría de las personas con disfunción eréctil pierden la erección solo instantes antes de la penetración.
Contra la pornografía, ¿educación sexual en las escuelas? Sí, es uno de los puntos de la carta de derechos de nuestra asociación. Pero el panorama no es muy favorable. Enseñamos, pero ¿qué? En Estados Unidos hay una corriente que aconseja la abstinencia sexual como principal método para evitar infecciones o embarazos no queridos. En Portugal, la enseñanza sexual insiste más en los riegos, es decir, en una visión negativa más que en la positiva. La sexualidad es bienestar y hay que enfocarla con una visión positiva y derrumbando mitos. Hay que quitar presión al chico, que se siente obligado a no fallar nunca, y también a las chicas, que sienten la presión de ser multiorgásmicas o de satisfacer a la pareja. El sexo es bienestar y placer, pero no una obligación.
Sus investigaciones se centran en grados y tipos de respuestas sexuales de las personas, pero las hay que no tienen ninguna, ni física ni emocional. Es un área muy intrigante la de los asexuados. Aunque pocos, hay hombres y mujeres que no sienten atracción sexual por nada. Son como otra identidad sexual, una categoría diferente. Se ha investigado mucho a partir de autorrelatos, pero creo que no hay ningún estudio sobre actividad cerebral. Neurológicamente no lo conseguimos explicar. Son personas extrañas —por su escaso número—, pero no significa que sean enfermas. No tienen ninguna patología; no tienen atracción sexual física ni emocional por otras personas, pero sí emociones, amigos y vida social. No son asociales, son asexuales.
Un ordenador muestra el software con el que Nobre estudia la reacción a distintos estímulos, como la pornografía.
Un ordenador muestra el software con el que Nobre estudia la reacción a distintos estímulos, como la pornografía. 
En el lado opuesto de los asexuados nos encontramos con los famosos, casi siempre de Hollywood, que van a desintoxicarse de sus pulsiones excesivas. Probablemente este tipo de personas con deseo sexual excesivo siempre existió y forma parte de la diversidad sexual, pero ¿cuál es la frontera? La primera y fundamental es el consentimiento de terceros. Alguien que tiene deseo sexual más elevado que el resto necesita expresarse y puede hacerlo si tiene el consentimiento de terceros. En las clínicas se atienden casos de parejas, un miembro con mucho deseo y otro con poco, pero no es un problema, es una discrepancia que quieren corregir juntos. Es negativo y arriesgado establecer un patrón a partir del cual hay que tratar como enfermas a personas con mucho deseo sexual. En el Manual de los trastornos mentales [de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría] se discutió durante años si había que incluirlas y no hubo consenso de la comunidad científica. Tampoco lo hay en el propio diagnóstico del deseo sexual excesivo.
Si se considerara perturbados mentales a Bill Cosby o a Harvey Weinstein, por ejemplo, irían a una clínica y no a una cárcel… Lo que no es consentimiento es delito. Esta moda americana de las clínicas de adicción al sexo, que comienza a llegar a Europa, es por la necesidad de preservar sus relaciones familiares, y para ello tratan el deseo sexual como si fuera una patología. El riesgo a medio-largo plazo es que repudiemos a personas sexualmente satisfechas. Cada vez hay más parejas que deciden no practicar la monogamia; eso implica consentimiento, es parte de esa diversidad, cada día mayor, que intenta estimular la Asociación Mundial para la Salud Sexual. No debemos demonizar el sexo con tratamientos que coartan deseos sexuales perfectamente legítimos. Esas clínicas son una moda creciente en Estados Unidos y van a dar problemas de autoinculpación y patológicos. Pero practicar el sexo sin el consentimiento del otro es, antes que nada, un delito.
Hasta los años ochenta, el Manual de trastornos mentales consideraba la homosexualidad una patología. Solo si la persona se sentía mal; si se sentía bien con su condición, no lo era. Si considerásemos patológica la diversidad en función de un malestar emocional, en realidad estaríamos tratando como un trastorno el deseo sexual: si lo tienes muy bajo, eres un enfermo; si lo tienes muy alto, también. Estás discriminado porque quedas fuera de lo que se considera normal.
¿El siglo XXI va a ser el del tercer sexo? Ni el sexo nació ayer, ni toda su diversidad en el siglo XXI. El transgénero y la transexualidad, cosas diferentes, siempre existieron. No es una moda, lo que está de moda es hablar de ello. Es importante que no se trate como una patología, aunque ambos siguen incluidos en el Manual de trastornos mentales. Hay una polémica entre profesionales que no es tanto médica como administrativa. En países con seguros médicos, el paciente es atendido si tiene un diagnóstico. Sin diagnóstico, el seguro no cubre los gastos. Si el transgénero se considera enfermedad, el seguro, la Seguridad Social, cubre el tratamiento; de lo contrario, no. Hay mucha discusión entre los profesionales de salud y los grupos transexuales sobre cómo construir el mejor de los dos mundos. Desde la asociación que presido hemos propuesto a la Organización Mundial de la Salud que la transexualidad salga del capítulo de enfermedades mentales y pase a un capítulo, más neutro, llamado “Condiciones relacionadas con la salud sexual”. La salud es más amplia que la dolencia.
¿Estarán normalizados los baños públicos para tres sexos? Una parte de las personas que se sienten atrapadas en un sexo que no es el suyo cambian su cuerpo, pero otra parte prefiere seguir con cuerpo de mujer y mente de hombre o al revés. Son el tercer sexo, que la comunidad científica está de acuerdo en aceptar como otra variante de la diversidad sexual. Pero en el caso de los baños públicos, yo soy más favorable a la inclusión. ¿Por qué no unisex?
Nunca se ha hablado tanto y tan abiertamente de sexo, nunca se ha visto tanto sexo en la tele y en la calle. Sin embargo, hay estadísticas que dicen que las parejas de hoy tienen menos relaciones sexuales que las de anteriores generaciones. ¿Cómo se explica? Si hablamos de nuestro entorno, de los países desarrollados, parece que es así. Hay menos sexo hoy entre las parejas y, a la vez, hay más masturbación, lo que es muy interesante. Una explicación es el tiempo o la falta de él; el tiempo es un factor fundamental en el sexo. Otro factor es la tecnología; nos hablamos por WhatsApp o Twitter. La sexualidad es algo más global que el sexo, es comunicación. En el mundo hay menos comunicación personal y, por tanto, más sexo solitario. Es más fácil, más rápido. Y una mala señal para la humanidad, pues el sexo es comunicación, proximidad, contacto físico.
Es difícil pensar en el sexo de nuestro abuelos. ¿Hacían lo mismo que nosotros? No hay muchos estudios de sus hábitos. El primero es de los años cuarenta, del zoólogo Alfred Kinsey, que pasó de investigar las avispas a la sexualidad de las personas. Lo sorprendente fue cómo mostró que aquello que creíamos raro no lo era tanto, como la homosexualidad y la sexualidad femenina. Había diversidad, aunque hoy hay más. El sexo anal siempre existió, aunque hoy su práctica es mayor.
Me resisto a mirar la foto de mis abuelos con esos ojos. Quizá sus nietos no tanto. Los estudios longitudinales en el tiempo muestran que hoy la actividad sexual se alarga mucho más. Es muy normal que se mantenga más allá de los 70 años, incluso de los 80, y sobre todo en las mujeres, si comparamos con 30 años atrás. Esto sí que es una singularidad respecto a nuestros abuelos. 

CLARO,PORQUE NO PUEDEN FORRARSE DERIVANDO ENFERMOS A SUS CONSULTAS

JUAN ANTONIO REPETTO LÓPEZ. PRESIDENTE DEL COLEGIO OFICIAL DE MÉDICOS DE CÁDIZ

"La exclusividad de los médicos sería absolutamente contraproducente"

  • Acaba de comenzar su segundo mandato al frente del Colegio de Médicos de Cádiz y entre sus prioridades se encuentra acercar esta institución a la sociedad
Se jubiló hace dos años en la medicina pública, pero Juan Antonio Repetto sigue ejerciendo como neurocirujano en el Hospital HLA Jerez Puerta del Sur. Acaba de ser reelegido como presidente del Colegio Oficial de Médicos de Cádiz y desde el año pasado, es también presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos.
-Tras cuatro años como presidente del Colegio de Médicos de Cádiz, volvió a presentar su candidatura, ¿le quedaban asuntos pendientes?
LA APORTACIÓN DE LA MEDICINA PRIVADA AL SOSTENIMIENTO DEL SISTEMA PÚBLICO DE SALUD ES IMPORTANTÍSIMA"
-Siempre quedan asuntos pendientes. Creo que se han hecho muchas cosas en estos cuatro años, pero siempre hay cosas nuevas que hacer, siempre hay problemas nuevos que afrontar, y con ese espíritu presentamos la candidatura con miembros de la junta anterior y con alguno nuevo, porque siempre es bueno tener savia nueva con nuevas ilusiones.
-Uno de los objetivos que se marcó al inicio de su anterior mandato fue abrir el Colegio tanto a los colegiados como a la sociedad, ¿cree que lo ha conseguido?
-Creo que en gran parte sí. Se ha dado un vuelco absoluto y total a la política de información y de comunicación del Colegio. Se han abierto nuevos canales y creemos que con bastante éxito. Quizás nos haya faltado un poco la comunicación respecto a la sociedad. Ahí creo que no hemos llegado a lo que pretendíamos y precisamente en este aspecto queremos enfatizar los cuatro años que tenemos por delante.
-¿Qué otros temas prioritarios se ha marcado?
-Aparte, lógicamente, de conservar lo que hemos conseguido y de potenciarlo más, uno de los principales pilares de estos cuatro años va a ser la salida del colegio hacia la sociedad. Queremos tener mucho más contacto del que hemos tenido con asociaciones de pacientes, con los colegios, donde queremos hacer actuaciones preventivas de salud, con asociaciones de vecinos... Y queremos hacer ver una cosa que es prioritaria: que la misión principal del Colegio es la de proteger a la sociedad y garantizar que tenga una asistencia médica de calidad.
-Desde muchos sectores de la sociedad se está llamando la atención sobre el deterioro de la sanidad pública. En Cádiz se ha creado la Marea Blanca, de la que forman parte profesionales, entre ellos médicos. ¿Cómo ve usted la sanidad pública y qué le parece este movimiento?
-Bueno, son dos preguntas que quiero diferenciar. Respecto a cómo veo la sanidad, en estos momentos, creo que está francamente mejorable. Existe una clara falta de medios materiales y humanos, y quizás también algún problema de gestión, y eso lleva a unas listas de espera que son absolutamente insoportables, a un incremento de pacientes que acuden a Urgencias en muchas ocasiones no de forma totalmente justificada que masifican la asistencia en Urgencias, y a un gran descontento de los médicos que están ejerciendo en la sanidad pública. En cuanto a la segunda parte de la pregunta, cada uno tiene derecho a expresar su malestar de una forma. Yo no comparto personalmente las formas que se han venido utilizando por las mareas, aunque estoy bastante de acuerdo en el fondo y en las demandas que hacen estos compañeros.
-Precisamente uno de los problemas que más están denunciando es el de las listas de espera y los fraudes que se producen al respecto.
-Efectivamente, el problema de las listas de espera es de los más sangrantes que existen. Algunas de ellas son absolutamente intolerables. Yo no diría que hay fraude, pero hay que tener en cuenta que las cifras que se manejan no son las cifras reales de personas que están esperando, porque, por ejemplo, hay muchas especialidades que tienen su agenda cerrada, por lo que no constan personas que tendrían que ser citadas y que engrosarían de una forma mucho más alarmante de la que realmente conocemos las listas de espera.
-Tanto la Marea Blanca como algunos sindicatos consideran que si se sacara más rendimiento a los hospitales, instaurando turnos de mañana y tarde con personal contratado, podrían disminuirse las listas de espera. Esto también sería una solución para el paro que existe entre los médicos, al que usted se refirió cuando accedió al cargo en su anterior mandato.
-El problema de las listas de espera obviamente no es fácil de solucionar, porque si fuera fácil ya se habría resuelto. Y tampoco tiene una única solución. Yo creo que es un problema multifactorial que para su solución necesita de muchas cosas: de mayor dotación de infraestructuras, de mayor dotación de personal, por supuesto de la eficiencia de la utilización de los medios que tenemos, pero también pasa por la educación a la población del uso de los recursos médicos. Es decir, son muchos puntos los que habría que tocar.
-Volviendo al paro que hay entre los médicos, esta circunstancia contrasta con el argumento que da la administración al no sustituir las vacaciones de médicos de familia y otros especialistas porque dice que no hay ninguno disponible. ¿Cómo se explica eso?
-Sigue existiendo el paro médico, mucho menos que hace unos años, pero siguen existiendo médicos que no encuentran trabajo. Siguen existiendo sobre todo médicos que están trabajando muy en precario, con contratos laborales y con sueldos muy por debajo no ya de otras naciones, sino de otras regiones de España. Por parte de la Consejería se habla de que no encuentran médicos para cubrir algunos puestos, pero eso está más relacionado con el tipo de contrato y con el sueldo que se les ofrece que con un déficit real de médicos.
-Respecto a la falta de especialistas, uno de los casos más llamativos el pasado año fue la falta de cirujanos pediátricos en el hospital de Cádiz. A pesar de esta carencia, despidieron a una cirujana pediátrica cuya continuidad pedían los padres de pacientes con enfermedades colorrectales, por los buenos resultados que había tenido con sus hijos. ¿No le resulta incomprensible?
-En ese caso concreto, no podría opinar sobre el motivo ni en qué situación se despidió. No parece que sea congruente, pero supongo que habría alguna razón de peso para haberlo hecho.
-Otra gran crisis vivida estos últimos años en el Puerta del Mar fue cuando salió a la luz un estudio realizado por médicos del propio hospital sobre irregularidades en Cirugía General. La Delegación de Salud hizo después una auditoría que revelaba que existían al menos ciertos problemas y el Colegio de Médicos pidió conocer los resultados. ¿Llegaron a facilitárselos?
-Lo que puedo decir es que hemos seguido de cerca todas esas incidencias, que reclamamos en su día la auditoría que se realizó y también hemos estado en contacto con el personal del Servicio de Anestesia que hizo el estudio que ponía de manifiesto los problemas que existían. Desde el Comité de Deontología de este Colegio también se tomaron en su momento las medidas oportunas para esclarecer los hechos y ver si existía algún problema desde el punto de vista disciplinario-deontológico, que es en lo que puede entrar el Colegio.
-Tanto la Marea Blanca como algunos sindicatos creen que los médicos que compatibilizan la sanidad pública con la privada pueden tener conflictos de intereses, por eso piden que se acabe con esto. ¿Cree que la exclusividad es necesaria?
-No creo que sea necesaria. Es más, creo que sería absolutamente contraproducente. Mire, la sanidad privada ahora mismo en Andalucía soporta casi el 30% de la atención que se hace a los pacientes. En el caso de que desapareciera la sanidad privada, la pública sería absolutamente incapaz de absorber ese 30%. Si está mal con la situación que tiene y encima se tuviera que hacer cargo del 30% que atiende la medicina privada, sería absolutamente imposible de sostener. Es decir, la aportación de la medicina privada al sostenimiento del sistema público de salud es importantísima y escasamente reconocida. Hay otro aspecto importante, y es que hay un segmento de la población, que son los funcionarios, que pueden elegir entre la sanidad pública y la privada; el 80% de los que pueden elegir eligen la medicina privada en vez de la Seguridad Social. Y por otra parte, es totalmente falso que el médico que trabaja por la tarde en la privada desatienda la sanidad pública. Hay otro aspecto que también es muy importante: el médico que se va a la privada, por ejemplo un cirujano, adquiere una experiencia quirúrgica que después va a aportar a los pacientes de la Seguridad Social. No es lo mismo operar dos estómagos al mes que operar diez. Y desde luego, lo que es absolutamente injusto y vamos a luchar desde los Colegios para eliminarlo es el complemento de exclusividad. No se puede tolerar que a un médico se le pague menos que a otro que hace el mismo trabajo.
-Cuando llegó como presidente, impulsó la cooperación sanitaria en el Colegio de Médicos, ¿ve necesario el fomento de la solidaridad entre los médicos?
-Sí, claro. Además, estamos haciendo cada vez más proyectos y tenemos una sección de cooperación internacional que tiene mucha actividad. Lo que hacemos en el Colegio es vehiculizar algo que vienen haciendo grupos de compañeros desde hace muchos años, que van a países de Sudamérica y sobre todo a países africanos, y nosotros les damos el apoyo. Por otra parte, también el Colegio de Médicos de Cádiz es patrono de la Fundación Para la Cooperación Internacional de la OMC, la Organización Médica Colegial, y ahí se hace una labor importantísima porque en primer lugar, se reciben las necesidades que existen de médicos en determinados países y, por otra parte, se contacta con los médicos que quieren hacer cooperación para darles una formación desde el punto de vista médico, pero sobre todo desde el punto de vista social, y se les orienta sobre el país al que van.
-¿Hay algo que le preocupe ahora especialmente?
-Nos están preocupando mucho los casos que han aparecido de médicos sin título homologado. Y estamos aún más preocupados cuando desde la Consejería se nos dice que tienen a más de 60 médicos así, argumentando que los contratan porque no hay oros. Algunos de ellos están colegiados como médico general, sin título de especialista, y están ejerciendo como especialistas; y otros están aún sin colegiar, lo cual es absolutamente ilegal, porque la colegiación es un requisito imprescindible para trabajar como médico.
-¿Se van a tomar medidas al respecto?
-Se van a tomar medidas desde la OMC y desde el Consejo Andaluz. Se están estudiando medidas jurídicas con la asesoría jurídica. Quiero insistir en que el Colegio es una garantía para el ciudadano, su misión principal es velar para que aquel que está ejerciendo como médico tenga la preparación y la titulación necesarias para llevar a cabo ese ejercicio profesional, y haremos todo lo posible por cumplir con esta misión.

SOMOS ANIMALES,MAMIFEROS Y ESTO ES LO NORMAL

El hermano de 14 años dejó embarazada a la niña de 11 años que dio a luz en Murcia

El menor, cuando se produjo la relación sexual, tenía 13 años y por lo tanto es inimputable






La Policía Nacional ha conseguido arrojar algo de luz sobre el caso de la niña de 11 años que dio a luz el pasado viernes en el hospital Virgen de La Arrixaca de Murcia. El Grupo de Menores (Grume) se ha acercado este lunes hasta el centro hospitalario para tomar declaración a la familia y, según han confirmado fuentes cercanas al caso, esta ha revelado que el padre del bebé es el hermano de la niña, que actualmente tiene 14 años.
Según informa «La Verdad», en el momento en que se produjo la relación sexual, y el embarazo, hace nueve meses, este menor tenía 13 años y, por lo tanto, era inimputable. El Cuerpo Nacional de Policía seguirá tomando declaración al entorno de la menor y realizará pruebas de ADN para constatar que la información facilitada por la familia es cierta.
La niña, de nacionalidad boliviana, ingresó el pasado viernes con fuertes dolores abdominales. Los padres de la menor llamaron a una ambulancia porque pensaban que la niña tenía algún problema en el estómago o alguna enfermedad grave que le provocaban fuertes dolores. Al llegar al hospital, los médicos descubrieron que estaba de parto y dio a luz a un bebé (varón) que, como su madre, se encuentra en buen estado de salud, según fuentes sanitarias.


El consejero de Salud de Murcia, Manuel Villegas, ha señalado este lunes, en relación al suceso, que «esto son cosas absolutamente excepcionales. El año pasado tuvimos un caso, este año es otro, pero son totalmente excepcionales y no es nada habitual».
Villegas ha pedido «no utilizar una cosa como ésta demagógicamente. Esto está en el marco de una investigación», así no cree que «tengamos que juzgar ni culpabilizar nada hasta que no sepamos las características del caso» en concreto. «Son cosas absolutamente excepcionales. El año pasado tuvimos un caso, este año es otro, pero son totalmente excepcionales y no es nada habitual».

Se trata del segundo caso asistido por el Hospital de la Arrixaca; el primero una joven de Fortuna de 12 años el pasado mes de noviembre. El segundo, fue este viernes, una menor de once años, que sigue ingresada en el centro hospitalario.