miércoles, 4 de abril de 2018

Ros

SI SEGUIMOS ASI TERMINAREMOS ENCONTRANDO UN ORDENADOR DE PIEDRA NEANDERTHAL

Las herramientas neandertales de madera más antiguas de la Península


En el yacimiento vizcaíno de Aranbaltza han aparecido dos objetos de madera –uno de ellos de unos 15 cm de longitud– que datan de hace unos 90.000 años y que fueron fabricados por los neandertales. Hasta ahora este tipo de herramientas anteriores a 40.000 años solo se habían recuperado en otro yacimiento de la península ibérica, pero los de Aranbaltza son los restos más antiguos.

<p>Palo cavador de mandera de Tejo de Aranbaltza, a la izquierda se observa el objeto tras su extracción del sedimento, a la derecha el aspecto actual del objeto tras los esfuerzos de restauración. / Joseba Rios Garaizar</p>
Palo cavador de mandera de Tejo de Aranbaltza, a la izquierda se observa el objeto tras su extracción del sedimento, a la derecha el aspecto actual del objeto tras los esfuerzos de restauración. / Joseba Rios Garaizar
En la campaña de 2015 en el yacimiento vizcaíno de Aranbaltza los expertos alcanzaron unos niveles de limos y arenas encharcados con una excepcional conservación de materia vegetal. Allí lograron recuperar dos restos trabajados, uno de ellos un objeto puntiagudo de 15 cm de longitud.
El análisis de este objeto y de su contexto sedimentario y arqueológico ha revelado que los sedimentos, datados mediante el método de la Luminiscencia, tienen una edad aproximada de 90.000 años, y fue por lo tanto fabricado por neandertales. El estudio, publicado en la revista PLoS ONE, desvela así evidencias de ocupaciones de grupos neandertales del Paleolítico medio.
La conservación de utensilios de madera anteriores a 40.000 años en Europa es excepcional ya que la madera se degrada muy fácilmente. “Así, solo en contextos muy especiales como los sedimentos encharcados de Aranbaltza, ha sido posible encontrar evidencias de una tecnología, la de la madera, que debió ser muy relevante para los grupos de neandertales”, explica Joseba Rios Garaizar, arqueólogo del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH.,
En la península ibérica hasta el momento solo se habían recuperado objetos de madera en los sedimentos de travertino del Abric Romaní (Barcelona), y en el resto de Europa solo otros cuatro yacimientos (Clacton on Sea, Schöningen, Lehringen y Poggeti Vechi) han ofrecido utensilios fabricados en este material.
“Por tanto, hallazgos como el de Aranbaltza nos permiten investigar la tecnología y la función de un utillaje poco común en el registro arqueológico que debió ser, sin embargo, usado de manera regular por los grupos humanos del Paleolítico medio”, afirma el arqueólogo del CENIEH.

Un yacimiento excepcional
 Además, gracias a la información obtenida mediante la microtomografía computarizada y al análisis de la superficie realizados en los laboratorios del CENIEH, los científicos han descubierto que una rama de tejo fue cortada longitudinalmente y luego aguzada mediante raspado por un utensilio lítico y tratada con fuego para endurecerla o facilitar su trabajo. Posteriormente la punta fue utilizada para cavar en la tierra en busca de alimentos, rocas, o para hacer pequeños fosos.
El proyecto arqueológico de Aranbaltza se inició en 2013 con el objetivo de investigar las formas de vida de los últimos neandertales, responsables de la cultura Chatelperroniense, en el occidente de Europa.
Las excavaciones, aún en curso, han revelado distintas ocupaciones de grupos de neandertales entre 100-44.000 años, por lo que este yacimiento situado en la localidad de Barrika en la costa de Vizcaya es un lugar excepcional para investigar la variabilidad de las formas de vida de estos grupos humanos.
Referencia bibliográfica:
Joseba Rios-Garaizar, Oriol López-Bultó, Eneko Iriarte, Carlos Pérez-Garrido, Raquel Piqué, Arantxa Aranburu, María José Iriarte-Chiapusso, Illuminada Ortega-Cordellat, Laurence Bourguignon, Diego Garate, Iñaki Libano (2018). "A Middle Palaeolithic wooden digging stick from Aranbaltza III, Spain". PLoS ONE. DOI: 10.1371/journal.pone.0195044
 
 
 
 

SON UNOS ANIMALES !!!!!!!!!!!!!!!!


Hace algo más de un mes que decenas de personas, diversas en procedencia, estudios, ideas y edades, nos concentramos delante de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid para pedir toda la información, oculta hasta el momento, sobre los animales que tienen encerrados allí. Información a la que tenemos derecho como ciudadanos y ciudadanas.
Sin embargo, no son las vivencias de personas ajenas a los estudios de Veterinaria las que importan en este artículo y, por ello, queremos trasladar el sentir de algunas alumnas de esta facultad, a menudo acalladas en sus propias aulas e incluso en sus propios círculos.
Una antigua estudiante nos cuenta cómo fue ser admitida en la carrera de sus sueños:
“El primer día, después de la charla de Decanato, en la que dijeron que Veterinaria era una gran familia, fuimos a la cafetería y… primer encontronazo. ¿Cómo era posible que una facultad en la que, en teoría, las personas vivían por y para los animales, tuviese una cafetería plagada de carteles, pósters y calendarios de corridas de toros?”.
Fomento de la tauromaquia en la cafetería de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid. La imagen ha sido tomara este curso 2017-2018
Fomento de la tauromaquia en la cafetería de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid. La imagen ha sido tomara este curso 2017-2018
Según relatan varias estudiantes, la emoción inicial de empezar la Universidad iba dejando, poco a poco, paso a la decepción:  "me sentí sola y extraña ante la incoherencia que encontré".
Muchas de las prácticas obligatorias son brutales y para quienes se nieguen a realizarlas no suele haber otra opción, ni comprensión. Esto es lo que nos cuenta otra antigua estudiante:
“En una práctica teníamos que inyectar un líquido en huevos embrionados. Si al día siguiente el embrión seguía vivo, deberíamos sacrificarlo congelándolo. Llegó mi turno. El pobre se revolvía sin parar dentro del huevo. Me quedé paralizada. Aquello era desproporcionado. El profesor me dijo: “¿a qué esperas?”. Con sensación de angustia le contesté que no iba a hacerlo. Aquello me costó la expulsión del aula y una amenaza de suspenso ante la mirada atónita de mis compañeros. Finalmente, la coordinadora se apiadó y me hizo un examen teórico de manera excepcional, pues la objeción de conciencia en las prácticas con animales no está aceptada en las facultades españolas.”
Una estudiante de primero cuenta que las atrocidades también se dan en animales ya nacidos:
"Cuando se confirmó que había una práctica en la que debíamos inmovilizar e inyectar a ratas y ratones, y la fecha se acercaba, me fui poniendo nerviosa. Quedé con otros dos compañeros en ir a hablar con el profesor, quien nos dijo que el animal solo sufría un estrés mínimo. También nos advirtió que en el examen práctico nos podría tocar pinchar a las ratas y que, de no hacerlo, tendríamos un suspenso. Además, alegó que al final de la carrera se nos acredita para manejar animales de experimentación. Pero ¿es necesario hacerlo en primero cuando somos más inexpertos que competentes? Tomé la decisión de ir y solo acariciar a los animales. El profesor hizo la demostración: cómo inmovilizarles, cómo pincharles (subcutánea e intraperitoneal) y cómo introducir la sonda por la boca de ratas y ratones. La inmovilización fue bastante brusca, estaban aterrados. En menos de dos horas, cada rata pudo recibir hasta cuatro pinchazos y cada ratón hasta seis."
Sin embargo, los animales de la facultad que han despertado más interés en la sociedad son los beagles del animalario docente del Hospital Clínico Veterinario (HCV). Otra antigua alumna nos comenta sus impresiones cuando vio el estado de estos perros por primera vez:
"Tengo experiencia con animales que están pasando por situaciones difíciles, pero ver perros en este estado en una facultad de veterinaria me pareció absolutamente fuera de lugar. Al preguntar a las personas que nos daban clase quién era el responsable de los animales, nos dijeron que no tenían información. Después de mucho preguntar, dijeron que los perros estaban bien, pero en las prácticas los veíamos y comentábamos sus evidentes deficiencias sanitarias. Por ejemplo, había perras con bultos en las mamas y en el cuello. Cuando, con mucho esfuerzo, conseguimos hablar con algunos responsables, nos dieron información falsa respecto a los profesionales que les asesoraban y las instalaciones donde vivían los perros. ¿Por qué no nos contaban la verdad?".
Según las estudiantes, estos animales también son víctimas de opacos experimentos:
"Uno de los beagles del animalario del hospital tenía un hematoma enorme en la cara interna del muslo. Nos dijeron que había sido una extravasación (salida de sangre de una vena) durante un estudio de anestesia de ese mismo día. Preguntamos si no le iban a dejar en hospitalización y la respuesta fue que no hacía falta, que estaba suficientemente bien como para ir a prácticas esa misma tarde si fuera necesario".
Además de ratas y perros, existen muchos más animales que viven en las desconocidas, y aparentemente deficientes instalaciones de veterinaria, sufriendo usos extremos:
"He tenido que ver cómo meten a una vaca recién parida en una camisa de exploración, le sujetan la cabeza por medio de un hierro para inmovilizarla, le realizan palpación rectal, muge y grita, le retiran el hierro, la liberan de la camisa y la golpean en la grupa para que salga y, al salir, se escurre y cae de costado y el comentario que recibes de tu profesora es: 'cómo chilla la pobrecita'".
En la titulación de veterinaria, muchas asignaturas están vinculadas a la producción de alimentos y, con el enfoque capitalista actual, esto parece significar criar más a menor precio.
Gráfico que muestra la distribución de créditos por bloques en los estudios de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, donde se observa el peso de la materias relacionadas con "producción animal"
Gráfico que muestra la distribución de créditos por bloques en los estudios de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, donde se observa el peso de la materias relacionadas con "producción animal"
En clases de Cría y Producción Animal, Mejora Genética, Obstetricia y Reproducción, etc. te enseñan el ciclo productivo de los animales “de producción”, kilos y edad que deben alcanzar al sacrificio, alimentación para optimizar los índices productivos, criterios para eliminación y desvieje (envío a matadero), programas de selección genética, entre otras cosas. Muchas veces explicado por el docente con comentarios crueles e incluso ofensivos: ”Siempre que veo este vídeo me entra un hambre….” ( vídeo de pollitos vivos cayendo por cintas mecánicas como si fueran maletas).
Son numerosas las prácticas que a muchos/as nos parecerían aberrantes si tuviésemos que experimentarlas como nos cuentan las alumnas (antiguas y actuales):
"Una práctica de la asignatura de genética consistía en pesar camadas de ratones recién nacidos. Pregunté: ¿qué haréis con ellos después? La respuesta: Tirarlos a la basura".
Desde Transparencia Animal UCM queremos ofrecer todo nuestro apoyo a las valientes estudiantes que han sufrido en clase, realizando prácticas que consideraban inmorales por puro miedo, que han sido ridiculizadas, silenciadas o sancionadas por tener más sensibilidad de la necesaria en una titulación productivista y sorda al sufrimiento animal.
Testimonios como éste explican la insensibilización paulatina por transmisión vertical:
"Desde que inicié mis estudios me he sentido muy impotente y muy poco identificada con esta profesión. Entré con la ilusión y la creencia de que las personas que comienzan Veterinaria aman a los animales y desean cuidarlos y protegerlos. Sin embargo, no es así. Y no porque no entremos con ese espíritu de justicia y responsabilidad, preservador y empático, sino porque desde que empezamos, profesoras y profesores ejercen una potente influencia, en cada clase y en cada ámbito de la carrera. El resultado es la insensibilización y normalización de conductas y prácticas injustificadas e innecesarias".
Sus vivencias nos rompen el corazón, pero al mismo tiempo nos llena de orgullo y esperanza saber que hay quien lucha por los animales en batallas diarias que se alargan durante años o, incluso toda la vida, como nos cuenta una alumna que pasó por la UCM:
"Siento que se nos ha roto un pedacito de alma en estos años. Honestamente no sé si después de mi paso por esta carrera volveré a ver el mundo de la misma forma. Por momentos me siento cansada y triste, exhausta. Así que para seguir me nutro del orgullo que siento por las compañeras y compañeros que no han tirado la toalla y que, a pesar del miedo y el agotamiento emocional, siguen luchando más allá de aprobar".
Sin las mentes críticas de estas jóvenes, los animales estarían incluso más desamparados, pero la buena noticia es que no están solas. Somos cada vez más las personas que queremos caminar hacia una sociedad más justa con todos los seres que la componen.
Veterinaria puede ser esa disciplina que actúa de refugio para los animales vulnerables, que cuida y protege a los individuos que lo necesitan, que se basa en el amor por la naturaleza y no en el afán de enriquecimiento. Que los/as veterinarios/as sean personas empáticas y colmadas de cariño, en lugar de seres con el corazón de piedra, depende de ellos/as, pero también de las exigencias que provengan de la sociedad y de la presión que ejerzan las empresas privadas relacionadas con el sector. Éste es, por tanto, un debate de todos y todas, es una realidad que podemos modificar. Está en nuestras manos hacer que los animales vivan sin miedo, sin estrés, sin angustia y sin dolor. Se puede evitar. Existen alternativas. Sin embargo, los cambios no llegarán por sí solos, dependen del despertar de nuestras conciencias.
Nuestro primer paso es pedir información, llevándonos a otros escenarios que deben ser transitados necesariamente para conseguir el mundo que soñamos. La lucha no termina en la carrera de veterinaria, sino que se extenderá, imparable, a cada animalario de cada facultad en la que se empleen animales no humanos. Vamos a sacudir los cimientos de la acomodada academia y no vamos a parar hasta que la ética impregne cada ámbito.
Concluimos, como no debe ser de otra manera, con las palabras de una de las alumnas mencionadas en los párrafos anteriores:
"Hoy solo me queda agradeceros, a todas las personas que formáis TRANSPARENCIA ANIMAL UCM, que seáis tan valientes, que no olvidéis a esos animales que nacen y mueren entre cuatro paredes, sin que nadie conozca de su existencia y deciros que esto acaba de empezar, que ya somos muchas las que estamos hartas y que seremos la voz de todos los animales encerrados en las facultades".