viernes, 20 de abril de 2018


Neandertales y ‘sapiens’ convivieron menos de mil años en la región cantábrica


La datación de trece yacimientos del norte de España ha permitido precisar el tiempo que cohabitaron neandertales y Homo sapiens en esta región del suroeste de Europa. Según el estudio, liderado por el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, ambas especies coincidieron durante menos de un milenio, lo que pudo reducir sus posibilidades de interacción y reforzaría la hipótesis de una causa de extinción intrínseca.

<p>Boca de la Cueva de Amalda, uno de los yacimientos estudiados. / Joseba Rios</p>
Boca de la Cueva de Amalda, uno de los yacimientos estudiados. / Joseba Rios
Neandertales y Homo sapiens no pudieron coexistir más de un milenio en la región cantábrica, lo que reduce significativamente las posibilidades de interacción entre ambos grupos y refuerza la hipótesis de una causa de extinción intrínseca, según un estudio basado en fechas de radiocarbono de trece yacimientos de esta zona del suroeste de Europa, cuyos resultados se publican hoy en la revista PLoS ONE.
La región cantábrica es una de las zonas europeas con mayor registro arqueológico asociado a las últimas poblaciones neandertales y primeras de humanos modernos, “aunque la mayoría de ellas no están fechadas adecuadamente, y este trabajo liderado por Ana Belén Marín-Arroyo viene a solventar esta carencia”, comenta Joseba Rios Garaizar, arqueólogo del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), que ha participado en la selección de muestras, contextualización e interpretación de los resultados.
Las fechas obtenidas mediante Carbono 14 se integraron en un modelo bayesiano que ha permitido precisar el momento exacto de la transición entre neandertales y humanos modernos en la zona norte de España. Así, el Musteriense (complejo tecnocultural de los neandertales) terminó hace entre 45.000 y 48.000 años, mientras que el Chatelperroniense (complejo tecnocultural de transición atribuido a los últimos neandertales) duró entre 41.500 y 42.600 años.
“El Musteriense y Chatelperroniense no se solaparon, lo que indica que este último podría ser intrusivo en la región, posiblemente procedente de Francia donde está ampliamente representado en yacimientos como Grotte du Renne o Saint-Césaire entre otros”, comenta Rios.

Extinción neandertal
La nueva cronología también sugiere que el Auriñaciense (complejo tecnocultural de los primeros humanos modernos) aparece hace entre 40.500 y 43.300-años, solapándose con el Chatelperroniense, y terminó hace alrededor de 33.000-34.600 años en la zona occidental, después de que el Gravetiense se hubiera establecido en la parte oriental. “Por otro lado, el progresivo avance este-oeste del Gravetiense apuntaría más hacia un origen continental e intrusivo que hacia una evolución cultural surgida dentro de la propia región”, señala el experto.
Antes de extinguirse, los neandertales vivieron en Eurasia durante un periodo que abarca unos doscientos mil años (hace entre 250.000 y 39.000 años), como constata el registro fósil. Actualmente, los avances metodológicos en los sistemas de datación proporcionan una mejor comprensión del momento exacto del reemplazo de unas poblaciones por otras.
“Hoy sabemos que el reemplazo no fue un evento único en todo el continente, sino que tuvo lugar en diferentes momentos en diferentes regiones. Por lo tanto, las condiciones locales podrían haber jugado un papel esencial en la extinción de los neandertales” comenta Joseba Rios.
Referencia
Ana B. Marín-Arroyo, Joseba Rios-Garaizar, Lawrence G. Straus, Jennifer R. Jones, Marco de la Rasilla, Manuel R. González Morales, Michael Richards, Jesús Altuna, Koro Mariezkurrena, David Ocio. (2018). “Chronological reassessment of the Middle to Upper Paleolithic transition and Early Upper Paleolithic cultures in Cantabrian Spain” PLoS ONE.
En esta investigación, financiada por la Comisión Europea (programa FP7), el Ministerio de Economía y Competitividad, la Universidad de Cantabria y el Cantabria Campus Internacional, han colaborado diversas instituciones nacionales como el CENIEH, la Universidad de Oviedo y el Centro de conservación de materiales arqueológicos de Guipúzcoa, e internacionales como las universidades de Nuevo México en EE UU, Simon Fraser en Canadá, e Imperial College y Cambridge en Reino Unido.