viernes, 4 de mayo de 2018

“Las farmacéuticas deberían ser tan castigadas como las tabacaleras”

Allen Frances es una de las voces más críticas contra las “falsas epidemias”Otr

El psiquiatra Allen Frances. Ampliar foto
El psiquiatra Allen Frances.
Allen Frances olvida de vez en cuando dónde ha aparcado el coche. También come de forma compulsiva en algunos cócteles, es irascible en momentos concretos y sintió una profunda pena al morir su esposa que le costó superar. Todo esto puede parecer completamente normal, pero, a ojos de la psiquiatríaactual, no lo es. Frances está enfermo y sus síntomas encajan con al menos cinco dolencias psiquiátricas que, probablemente, haya que tratar con algún fármaco psiquiátrico. Al igual que él, millones de niños revoltosos, extravagantes, tímidos o simplemente más jóvenes que sus compañeros de clase serán diagnosticados con trastorno de déficit de atención, trastorno bipolar o autismo. Los índices de esta última dolencia se han multiplicado por 40 en solo veinte años. En la actualidad “hay al menos dos niños en cada clase que toman medicación” y, en EEUU, uno de cada cinco adultos consume fármacos psiquiátricos.

ALLEN FRANCES

Catedrático emérito del departamento de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento de la Universidad de Durham (EEUU). Presidió el grupo de trabajo del DSM 4, el manual diagnóstico y estadístico de enfermedades mentales usado por millones de médicos en todo el mundo.
La explicación de esta epidemia no hay que buscarla en el cerebro de los pacientes sino en los despachos de las grandes compañías farmacéuticas y las consultas de los médicos, según alerta Frances en su libro ¿Somos todos enfermos mentales? Manifiesto contra los abusos de la psiquiatría(Planeta). Frances denuncia una enorme burbuja de “falsas epidemias” de la que en parte él es culpable. Durante más de una década fue protagonista de la redacción del DSM 3 y el DSM 4, manuales considerados “biblias” de la psiquiatría. Ahora Frances denuncia el nuevo manual, el DSM 5, aprobado recientemente y que agravará aún más las falsas epidemias actuales y creará otras nuevas. En esta conversación con Materia, Frances asegura que se puede frenar esta situación y que hay ejemplos históricos que lo demuestran.
Pregunta. ¿Qué abusos está cometiendo la medicina actual en el campo de las enfermedades mentales?
Respuesta. En EEUU, solo un tercio de las personas con depresión severa va al psiquiatra. Tenemos un millón de enfermos psiquiátricos en las cárceles. Muchos de sus crímenes podrían haberse evitado fácilmente con un mejor tratamiento y hogares para ellos dentro de nuestras comunidades. España puede ser otro ejemplo. El país tiene un alto paro, es difícil para la gente encontrar un trabajo, tienen incertidumbre sobre su futuro. Con estos problemas solo un número muy pequeño desarrollará depresión clínica. Pero un gran porcentaje de la población tendrá tristeza y ansiedad. Me gustaría que los primeros tuvieran el tratamiento que necesitan pero me preocuparía si la solución para el segundo grupo es una pastilla que no les ayudará y además les acarrerará efectos secundarios.
P. ¿Cree que esta situación se ha propiciado de forma intencionada desde la industria farmacéutica?

R.
 ¿Por qué?Las empresas farmacéuticas se preocupan principalmente de los beneficios, los dividendos, los accionistas y los sueldos de sus ejecutivos. Venden un producto. No deberíamos esperar que les importasen los pacientes. Tenemos que entender esto y sospechar de sus intenciones. Cuanto más puedan vender enfermedades, más beneficios tendrán. Por eso tenemos que ser escépticos, pero no enfadarnos con ellas. EEUU es, junto con Nueva Zelanda, el único país donde los fármacos se pueden anunciar de forma directa al público. En la profesión médica hay gente que es corrupta y vendida a la industria, yo conozco algunos, pero en la mayor parte, el problema es que se les ha lavado el cerebro y además no tienen el tiempo suficiente para tratar al paciente.
Hipócrates dijo “lo primero es no hacer daño”. Y lo segundo, que es mejor que el médico conozca a la persona que tiene la enfermedad que la enfermedad que tiene la persona. En esta situación la forma de que los pacientes se vayan de la consulta felices es darles una muestra gratuita de un fármaco o una receta. Debemos tratar mucho mejor a la gente que está realmente enferma, pero también saber que la mayoría de la gente que va al médico porque atraviesan el peor momento de sus vidas, si no haces nada, se van a mejorar. Con placebo, el 50% o más mejorará en poco tiempo. La mayoría de la gente que toma la pastilla van a mejorar, pero no por el medicamento, sino por el efecto placebo. Una vez hayan mejorado, no sabrán la diferencia y puede que sigan tomando el fármaco durante mucho más tiempo cuando ni siquiera lo necesitan.
P. ¿Cuántos beneficios ha dado la investigación en este campo?
R. Ha habido una explosión en nuestro conocimiento en la neurociencia y la genética del desarrollo humano. 40 años de avances científicos increíbles. Pero esos hallazgos, por ahora, no han servido para ayudar a ni un solo paciente. La traslación desde la ciencia básica a la práctica clínica es un problema terrible en toda la medicina. En psiquiatría es especialmente terrible porque el cerebro es el objeto más complejo del universo conocido. 100.000 millones de células, 1.000 conexiones neuronales por cada célula… es complicadísimo. No tenemos la habilidad para entender cómo el mal funcionamiento del cerebro se traduce en un comportamiento determinado. Lo que sí ha sucedido es que, debido al tremendo entusiasmo que ha habido en la ciencia biológica básica ha habido una tendencia a acercarse a los problemas mentales como si solo fueran biológicos y a pensar que la solución solo vendrá desde ese campo. Mi opinión es que eso tardará muchas, muchas décadas en entender cada dolencia. No podemos dejar que el futuro nos haga olvidar nuestras responsabilidades presentes, que son tratar a los pacientes que tenemos con las mejores herramientas de que disponemos y sin cegarnos pensando que todo es biología. Los psiquiatras deberían ser más cautos a la hora de recetar fármacos.

R.
 No es un problema solo de la psiquiatría. Tenemos un enorme problema de sobretratamiento de diabetes, hipertensión, osteorporosis…Los fármacos tienen importantes efectos secundarios, en especial los antipsicóticos. Causan obesidad, más riesgo de diabetes y dolencias coronarias, reducen la esperanza de vida… Es como en Un mundo feliz, donde toda la población, todos los días, se toma una pastilla, el soma. Les hace consumir como locos y tener sexo como locos y les ayuda a pasar el día. En EEUU si sumas la gente que toma estos fármacos con los que toman algún tipo de droga, englobas a un tercio de toda la población. Dicho esto, es importante no retirar la medicación de golpe, pues esto puede causar efectos peores que los iniciales. La retirada debe ser lenta y con la supervisión de un médico.P.
 ¿Qué impacto en la salud pública puede tener la sobremedicación?
P. ¿Qué deben hacer los padres a cuyos hijos les diagnostican una de las enfermedades de las que habla en su libro?
R. Yo intentaría darle tiempo a ver cómo evoluciona. Intentar otros métodos como la psicoterapia, cambiar su situación educativa, sus circunstancias familiares. Solo eso puede hacer que sea innecesario diagnosticarle una enfermedad. Para las enfermedades más serias es importante diagnosticar cuanto antes, pero para la mayoría de cosas que ahora mismo se están tratando, la observación y preocupación por el contexto vital y social mejorarán mucho más la vida del chaval.
P. ¿Cómo se soluciona este problema?
Ha habido una generación entera de médicos que han sido mal orientados y educados por la industria farmacéutica. Debemos reeducarles. En Australia, por ejemplo, hay una agencia gubernamental que envía agentes a los médicos, comerciales como los de las empresas pero que van a instruirles sobre la medicina basada en la evidencia, para contrarrestar la educación que han recibido de la industria. Pero si hay una cosa que mejoraría la vida del paciente sería controlar a las empresas farmacéuticas y su marketing engañoso.
P. ¿Cómo hacerlo?
R. Ya pasó con la industria del tabaco, debería pasar lo mismo con las farmacéuticas. Esta industria controlaba el mundo. El 65% de la población fumaba. Dominaban a políticos, la publicidad, parecían un Goliat invencible. Pero un pequeño grupo de personas educó a la gente. Y el índice de fumadores ha bajado hasta ser el 20%. Posiblemente una campaña para reducir el sobrediagnóstico tenga el mismo efecto. Tengo esperanza de que el varapalo para las grandes farmacéuticas sea igual que el de las grandes tabaqueras. Ahora hay más muertos debidos a los productos de las compañías farmacéuticas que a los cárteles de la droga. Muchas más sobredosis por narcóticos de prescripción médica y fármacos contra la ansiedad que por cocaína o heroína. Situaciones como estas no pueden continuar. Mi esperanza es que David venza a Goliat.
P. ¿Hay algo bueno que hayan hecho las grandes farmacéuticas?

P.
 Usted alerta del futuro de la medicalización de la demenciaR.
 Realmente no. Han actuado con egoísmo y han hecho muy poco por los pacientes. Los nuevos fármacos que han introducido no son más efectivos que los que ya había y además tienen efectos secundarios diferentes, pero aún problemáticos. La mayor parte de la investigación de la industria se dedica a los fármacos me-too [el mismo medicamento con una modificación mínima] que permite ampliar la vida de las patentes. Y además se gasta el doble en marketing e influencia política que en investigación Es una hoja de servicios penosa.
R. La comercialización de este campo ya está comenzando. Se dice que la gente debe hacerse escáneres cerebrales a partir de cierta edad, hacer ejercicios mentales que están patentados, medicación para prevenir el alzhéimer. Pero hay que recordar que no tenemos tratamiento bueno para la demencia ni la predemencia, nada que parezca prometedor en el futuro. Sobre esos juegos de ejercicio mental que venden, hay que saber que puedes obtener el mismo beneficio leyendo el periódico o haciendo cosas por ti mismo y que probablemente la mejor manera de prevenir la demencia es hacer ejercicio. Enviar más sangre al cerebro es más importante que hacer crucigramas. No deberíamos medicalizar el envejecimiento. Tenemos gente muy enferma en el mundo que necesita tratamiento. Cuidémosles a ellos y no creemos nuevas enfermedades y malgastemos dinero en ellas.
Allen Frances, 'Padre' del manual de diagnóstico en psiquiatría más usado

Crearon este símbolo los neandertales?

El artefacto de piedra fue encontrado en Crimea y tiene 35.000 años. Los investigadores creen que fue hecho de forma deliberada




La lasca de pedernal grabada hallada en una cueva de Crimea
Las lascas de pedernal que tienen grabados son pistas importantes sobre la evolución de la cultura y la cognición humanas. Estas incisiones han aparecido en distintos yacimientos del Paleolítico medio e inferior de Europa y Oriente Medio. Sin embargo, puede ser difícil determinar la acción que creó una incisión: ¿fue un raspado accidental o un grabado intencional?
Hace 35.000 años, en lo que ahora es Crimea, alguien cogió una piedra de sílex y hábilmente grabó en ella de forma deliberada un símbolo, una serie de líneas cruzadas. Pero no fue uno de los nuestros, sino un miembro de otra especie humana inteligente con la que convivimos en Europa: los neandertales. Así lo creen investigadores de la Universidad de Burdeos en Francia, quienes han elaborado un marco detallado para interpretar grabados en artefactos de piedra.
Los investigadores franceses han desarrollado una metodología que permite clasificar la estructura y los patrones de las lascas grabadas y verificar estos atributos con una lista de posibles acciones causales. La probaron con una piedra hallada en la cueva de Kiik-Koba en Crimea. Los muchos artefactos de piedra en el sitio están asociados con los restos de neandertales y datan de hace unos 35.000 años. Tras el examen microscópico de las líneas ranuradas en la corteza de sílex, los investigadores concluyeron que las incisiones representan grabados deliberados que habrían requerido habilidades motoras finas y atención a los detalles. Estos grabados parecen haberse realizado con intención simbólica o comunicativa.



Si esta interpretación es correcta, esta lasca se uniría a una creciente lista de signos de que los neandertales se dedicaban a actividades simbólicas, junto con evidencias de entierro intencional, adornos personales y otros objetos decorados. Esto hace que los investigadores se pregunten cuándo y cuántas veces ha evolucionado este tipo de expresión cultural entre las poblaciones de homínidos. El equipo espera perfeccionar su marco aún más para su uso con artefactos de diferentes edades y contextos culturales.

Compartimos las ondas cerebrales con nuestros amigos



Keith Negley
Keith 

 Natalie Angier
Los investigadores saben hace mucho tiempo que las personas eligen a amigos que son muy similares a ellos en una gran variedad de atributos: de edad, raza, religión, status socioeconómico, nivel educativo, inclinación política, belleza física e incluso fuerzas similares en el apretón de manos. La tendencia a la homofilia, el forjar lazos con otros que son lo menos diferentes posible, se encuentra tanto entre los grupos de cazadores-recolectores tradicionales como en las sociedades capitalistas avanzadas.
Nuevas investigaciones sugieren que las raíces de la amistad se extienden a mayor profundidad de lo que se creía.
Los científicos han encontrado que los cerebros de amigos cercanos responden de maneras increíblemente similares al ver una serie de videos cortos: las mismas fluctuaciones de atención y distracción.
Los patrones de respuestas neurales evocadas por los videos —sobre temas tan diversos como los peligros del fútbol americano colegial, el comportamiento del agua en el espacio y Liam Neeson intentando hacer comedia de improvisación— resultaron tan congruentes entre amigos, en comparación con los patrones vistos entre personas que no guardaban amistad, que los investigadores podían predecir la fuerza del lazo social de dos personas tan sólo sobre la base de sus escaneos cerebrales. “Me impactó la excepcional magnitud de la similitud entre personas con amistad”, dijo Carolyn Parkinson, científica cognitiva en la Universidad de California, en Los Ángeles.
Parkinson y sus colegas, Thalia Wheatley y Adam M. Kleinbaum del Colegio Dartmouth, en New Hampshire, reportaron sus resultados en la revista Nature Communications.
“Creo que es un estudio increíblemente ingenioso”, dijo Nicholas Christakis, biosociólogo en la Universidad de Yale.
“Sugiere que los amigos guardan parecido entre sí no sólo físicamente, sino en las estructuras mismas de sus cerebros”.
Los hallazgos ofrecen evidencia del vago sentido que tenemos de que la amistad es más que likear los cuadros correctos en un perfil de Facebook. Se trata de algo que llamamos buena química.
“Nuestros resultados sugieren que los amigos podrían ser similares en la forma en que ponen atención y procesan el mundo a su alrededor”, dijo Parkinson.
El nuevo estudio es parte de un aumento en el interés científico por la amistad. Detrás del entusiasmo está la evidencia demográfica de que la falta de amistades puede ser venenosa y cobra una factura física y emocional comparable con la de factores de riesgo más conocidos como obesidad, alta presión arterial, falta de ejercicio o fumar.
Los científicos quieren saber qué precisamente hace que la amistad sea tan saludable, y están reuniendo indicios interesantes.
Christakis y otros demostraron recientemente que las personas con fuertes lazos sociales tenían concentraciones relativamente bajas de fibrinógeno, una proteína asociada con la clase de inflamación crónica que se cree es la fuente de muchas enfermedades.
Los investigadores también se sienten intrigados por la evidencia de amistad entre animales no humanos, y no sólo en los candidatos obvios, como los primates, los delfines y los elefantes.
Gerald G. Carter del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, en Panamá, y sus colegas reportaron el año pasado que los murciélagos vampiro hembras cultivan relaciones cercanas con hembras sin relación sanguínea y en épocas difíciles compartirán comidas de sangre con esas amigas —un acto salvavidas para animales que no pueden sobrevivir mucho más de un día sin alimento.
Tras años de seguir el comportamiento de una gran manada de carboneros comunes, Josh A. Firth de la Universidad de Oxford y sus colegas hallaron que cuando moría o desaparecía un buen amigo de un pájaro, el carbonero común desolado empezaba a aproximarse a otros pájaros para reemplazar al camarada perdido.
En la nueva investigación, Parkinson enfatizó que ella y sus colegas aún desconocen qué significan los patrones de respuestas neurales: qué actitudes, opiniones o impulsos podrían estar detectando los escaneos.
En seguida planean realizar el experimento a la inversa: practicar escaneos a estudiantes de nuevo ingreso que aún no se conocen y ver si los que tienen patrones neurales más congruentes terminan siendo buenos amigos.
Alexander Nehamas, profesor de filosofía en la Universidad Princeton, en Nueva Jersey, dijo del estudio: “Las elecciones estéticas que hacemos, las cosas que nos gustan, el gusto que tenemos en arte, obras de teatro, tv y mobiliario —cuando lo grupas todo son componentes absolutamente esenciales de nuestro carácter, un indicador de quiénes somos”.
©2018 The New York Time
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